El romance de Gareth Bale con la afición del Real Madrid entró en épocas de turbulencia. En el Santiago Bernabéu son pocos los que desean que siga en el plantel de Zinedine Zidane. (Foto: REUTERS).
El romance de Gareth Bale con la afición del Real Madrid entró en épocas de turbulencia. En el Santiago Bernabéu son pocos los que desean que siga en el plantel de Zinedine Zidane. (Foto: REUTERS).
/ HANNAH MCKAY
Victor Garay

El caso de Gareth Bale en el Real Madrid es uno de los más llamativos y curiosos en la élite del fútbol europeo en los últimos años. Un jugador que fue, en su momento, el más caro de la historia -100 millones de euros costó su boleto del Tottenham al Santiago Bernabéu en setiembre del 2013-, pasa hoy por una auténtica decadencia en el conjunto de Zinedine Zidane.

Rechazado por la afición, sin espacio en el equipo titular y sin el respaldo del comando técnico ni la dirigencia, que tramita su salida desde la temporada pasada, el extremo galés tiene, ahora sí, los días contados en la ‘Casa Blanca’. Ya ni el presidente Florentino Pérez, su gran defensor, puede mantenerlo en el plantel.

El gol de chalaca ante el Liverpool, para conquistar la decimotercera Orejona del Real Madrid el 2018 en Kiev, es la mejor obra de Gareth Bale en el cuadro merengue. (Foto: REUTERS).
El gol de chalaca ante el Liverpool, para conquistar la decimotercera Orejona del Real Madrid el 2018 en Kiev, es la mejor obra de Gareth Bale en el cuadro merengue. (Foto: REUTERS).
/ KAI PFAFFENBACH

Sorprende que del autor de una chalaca memorable en la final de la Champions League del 2018 -3-1 ante Liverpool en Kiev- y de la recordada galopada de 60 metros contra el Barcelona en la definición de la Copa del Rey del 2014 -su primer título con los merengues-no quede nada. A los 30 años Bale es más chispazos del pasado que presente en el Bernabéu.

¿Cómo se justifica que el cuatro veces ganador de la Champions, cuatro veces campeón del Mundial de Clubes, héroe en una Copa del Rey, dueño de tres Supercopas de Europa, pilar de una Supercopa de España y ganador de una Liga tenga hoy el rechazo casi absoluto del madridismo?

El jugador nacido en Cardiff tuvo que batallar constantemente con muchas lesiones y ausencias que perjudicaron duramente su rendimiento, además de sus polémicas actitudes en las últimas dos temporadas que terminaron por romper todo tipo de relación con la hinchada merengue, e incluso se habló de problemas de vestuario con sus compañeros.

Las polémicas de Bale en Madrid

Sin comunicación. A punto de cumplir siete años en la ‘Casa Blanca’, el británico todavía no puede comunicarse en español. Esa situación es sabida por todo España. Lo peor es que el jugador ni siquiera intentó aprender el idioma, jamás le interesó poder comunicarse como se debe con sus compañeros y el comando técnico. Ello describe perfectamente el poco profesionalismo de una estrella que solo extiende la mano para cobrar.

Se quiere ir. El delantero galés no está cómodo en el equipo y ha expresado más de una vez su deseo de irse. Su agente está considerando ofertas y la prensa española asegura que existe la posibilidad de que se marche al Manchester City en un intercambio con Raheem Sterling más 60 millones de euros. Otra opción es su partida a China, donde el Shanghai Shenhua lo quiere. El equipo de la Superliga china ya contrató en su momento a estrellas del calibre de Carlos Tevez, Nicolas Anelka y Didier Drogba.

El extremo galés ha ganado nada menos que cuatro Champions League como jugador del Real Madrid desde que llegó en el 2013. (Foto: Reuters).
El extremo galés ha ganado nada menos que cuatro Champions League como jugador del Real Madrid desde que llegó en el 2013. (Foto: Reuters).
/ Eddie Keogh

Rechazo a Lucas Vázquez. Gareth Bale marcó de penal en el triunfo por 2-1 ante el Levante en la temporada pasada. Sin embargo, lo más llamativo fue que el galés no quiso celebrarlo, no aceptó las felicitaciones de sus compañeros e incluso le retiró la mano a Lucas Vázquez, quien se había acercado para abrazarlo. Esta actitud fue una especie de protesta contra el comando técnico por las pocas oportunidades de juego que tuvo durante dicha temporada.

“Si Bale se puede ir mañana, mejor”. Estas fueron las palabras de Zinedine Zidane al inicio de la temporada, dando a entender que no contaría con el jugador británico para su equipo. "No es nada personal. No tengo nada en contra de Bale, pero tomo decisiones. Llega un momento en el que hay que cambiar y su salida es buena para todos. La salida es la decisión del entrenador y también del jugador, que conoce la situación”, agregó el francés. Su deseo no se cumplió. Florentino frenó la marcha del galés porque consideraba que todavía podía obtener una buena tajada por su venta.

Desaire a un niño en el aeropuerto. El galés no quiso firmar un autógrafo a un niño hincha del Real Madrid durante su regreso a España, tras la última fecha FIFA. Incluso, un periodista le preguntó si firmaría la camiseta del pequeño, pero el jugador siguió caminando. Su desconexión con los hinchas es absoluta.

Lesionado para el Madrid, convocado por Gales. El delantero no juega con el Real Madrid desde el 5 de octubre contra el Granada en el Bernabéu por lesión. Posteriormente, disputó los encuentros ante Eslovaquia el 10 de octubre y frente a Croacia el 13 del mismo mes, de donde salió lesionado. Ahora volvió a ser convocado para los partidos ante Azerbaiyán y Hungría, que se disputarán el 16 y 19 de noviembre.

Solo para cumplir. El último miércoles, en el duelo de la Champions ante el Galatasaray, nuevamente Bale cumplió con su ritual acostumbrado cuando no juega: se marchó del Bernabéu nueve minutos antes del final del partido. Es la tercera vez consecutiva que lo hace. Es cierto que el reglamento interno del plantel merengue permite a sus jugadores que no actúan marcharse 10 minutos antes de la conclusión de cada encuentro en casa, pero hacerlo evidencia que poco le importa lo que sucede con el Real Madrid cuando él no está en la cancha.

Los hinchas del Real Madrid están cansados del galés. No lo quieren más. Zidane ya no esconde su molestia. Del “se va a quedar” de hace un par de meses pasó a no convocarlo para el duelo ante el Eibar de este sábado (12:30 p.m. por Direc TV) por razones técnicas. “Bale y James no están lesionados, pero no están disponibles”, aclaró el francés para justificar la ausencia del galés -el colombiano vive una situación similar- que la próxima semana sí jugará con su selección en las eliminatorias de la Eurocopa. No hay que estar dentro del vestuario merengue para saber que Bale y el Real Madrid hablan en idiomas distintos.

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