Yzaga no es un apellido que pase desapercibido ni siquiera lejos de Perú. En la sala de prensa del Latin America Amateur Championship (LAAC), torneo de golf para aficionados más importante de la región, el recuerdo del extenista vuelve al presente constantemente. En Puerto Rico, todos quieren saber si el Jaime Yzaga que estará en el campo del Grand Reserve Golf Club tiene alguna relación con aquel fuera de serie que un día de 1994 puso de rodillas a Pete Sampras en el US Open. Cuando se enteran que es el hijo, se preguntan porqué no lleva en la mano una raqueta en lugar de un palo de golf. Si bien Jaime Jr. recién se abre paso en este tipo de competiciones, la pasión con la que juega cada golpe despeja las dudas sobre su elección.
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—¿Buscabas hace tiempo competir en el LAAC?
La verdad que sí, ya lo tenía bastante planificado gracias a que en el Ranking Mundial de Aficionados (WAGR) estoy bastante bien... entonces es un torneo que tenía anotado en el calendario.
—¿A partir de ahora quieres competir aquí todos los años?
Sí. Es un torneo que al ganarlo te da una oportunidad impresionante y, por más que no lo ganes, te da mucha experiencia y mucho juego.
—¿Cambió mucho tu preparación para jugar el LAAC?
He tratado de esforzarme más los últimos meses para llegar más fino, pero también es acostumbrarse a la situación acá, al viento, al tipo de pasto... por más que lo practiques debes tener esa capacidad para adaptarte.
—¿Qué otro plus te da el LAAC?
Te da la chance de jugar unos torneos que algunos profesionales no los pueden jugar, ya que son competencias muy importantes. Además, te da una salida al mundo del golf para que todos te conozcan. También entradas para algunos torneos amateurs que son mejores que este, en los que compiten golfistas de todo el mundo, pero creo que este torneo es el que te ofrece más cosas al ganarlo.
—¿Te sorprendió la expectativa aquí por ser hijo de un tenista reconocido?
Sí, me sorprendió (risas). Mi papá siempre me apoya mucho, me trata de enseñar porque él ha pasado por este camino. Fue profesional a una edad muy temprana, aprendió mucho en ese momento y me está tratando de trasladar esas sensaciones.
—¿Qué consejos te da?
Sobre todo me apoya en la parte mental, ya que el golf y el tenis son muy parecidos en eso. Mi papá siempre trabajó con un psicólogo, así que conoce cómo son esas situaciones. Es muy bueno que le guste y me trate de ayudar.
—¿Juegas al golf junto a tu papá?
De vez en cuando juega golf y juego con él algún fin de semana. Le gusta y creo que es una oportunidad muy buena que pueda jugar con él, ya que es un deporte que no se comparte con muchas generaciones.
—¿Antes que te decidieras por el golf, tu papá no intentó eligieras el tenis?
[Risas] Empecé jugando tenis cuando tenía tres años, pero después me metí al golf, me enganché y me quedé por acá.
—A tu papá también se le conoce por ser hincha de Alianza Lima, ¿tuviste chance de ser futbolista?
Nooo, nada, nunca [risas]… Siempre al tenis o al golf. Mi papá es bien hincha de Alianza, pero yo no sigo mucho el fútbol, pero también soy hincha de Alianza.
—¿Juegas fútbol?
Sí. Cuando jugaba lo hacía de ‘punta’, de nada más [risas]… Yo iba adelante y la empujaba nada más.
—¿Es muy distinto venir de una familia de deportistas?
Me siento muy cómodo, me apoyan mucho. Siento que tengo un buen equipo ahí, que me acompaña y se esfuerza por lo mío.
—En tu joven mirada, ¿Qué falta para que despegue el golf en Perú?
Creo que no hay mucha gente de corta edad que lo quiera jugar. No es como el fútbol, que desde el colegio se juega. Creo que falta más gente y sé que no es un deporte tan popular en el país, tampoco hay muchas canchas.
—Por otro lado, el golf es un deporte que te da varias oportunidades...
Todos los del equipo peruano están estudiando en Estados Unidos. El golf te abre muchas puertas para todo, por más que no llegues al punto más alto.
—Este año terminas el colegio, ¿Alguna universidad te contactó?
Todavía no escojo nada, tengo todo el año y probablemente me tome un tiempo para decidir.
Padre orgulloso
No es necesario estar frente a Jaime Yzaga papá para sentir el orgullo que le genera el hablar acerca de su hijo. Ni siquiera la frialdad de Internet puede evitar que el extenista nos traslade esa lluvia de emociones, que empieza con el recuerdo latente de cuando se decidió por el golf.
“Jaime inició jugando tenis junto con sus hermanas desde muy chico, pero tenía mucho interés por conocer lo que era el golf. Un día convenció a su madre para que lo lleve a la cancha de práctica y fue cuando nunca más volvió al tenis. A mí me encantó realmente porque el golf es un deporte espectacular”, nos cuenta quien en algún momento fue el 18 del ranking ATP.
Sin duda, una de las situaciones en las que coinciden ambos es el vínculo que tienen a partir del nuevo deporte que se instaló en casa. “Los días de golf juntos son maravillosos, no hay nada como salir a jugar unos hoyos con tu hijo. Cuando Jaime era más chico, competíamos mucho y era muy divertido, además de desarrollar una amistad muy especial compartiendo un deporte de manera competitiva. Es una experiencia increíble y será un recuerdo para toda la vida”.
Jaime Yzaga sabe de todo lo que conlleva competir en la élite de un deporte individual, por ello, busca constantemente trasmitirle a su hijo todo lo aprendido a lo largo de la carrera que tuvo. “Trato dentro de lo posible ayudarlo en su calendario, en su enfoque mental, rutinas, hábitos de entrenamiento y cómo cuidarse para llevar a cabo de la mejor forma su deporte. En esto no hay mucha diferencia con el tenis... es tratar de pasarle mis experiencias para que sea más fácil su aprendizaje”, dice Yzaga, quien no duda en afirmar que “Jaime sabe que en la casa se es hincha de Alianza sí o sí”.