LaLiga quiere evitar que a la emergencia sanitaria por coronavirus conlleve a una crisis financiera en los clubes que representa. Es por eso que para la organización solo es viable la reanudación del fútbol, no la cancelación de lo que resta de la temporada europea.
Según el programa El Partidazo de la Cadena Cope, la entidad tendría decidido concluir la campaña cuando sea posible, incluso si es necesario superar la fecha límite de curso: el 30 de junio.
Los clubes de fútbol profesional español, reunidos hoy mediante videoconferencia tras ser convocados por la entidad, habrían definido que se jueguen a toda costa las once jornadas restantes de la competición, con público o a puertas cerradas, a decisión de las autoridades.
El paro total de las competiciones en Europa como consecuencia de la pandemia de covid-19 amenaza con la quiebra a corto plazo de varios clubes de fútbol, privados súbitamente de ingresos, mientras que los gastos prácticamente se mantienen.
Aunque los grandes como Real Madrid y Barcelona cuentan con algunas reservas financieras, la mayoría de los clubes profesionales no tienen mucho tiempo delante de ellos. Que no haya partidos significa que no hay ingresos televisivos ni por la venta de entradas, que son las dos principales fuentes de ingresos en los grandes campeonatos.
El presidente de la Liga, Javier Tebas, consideró hace unos días que “las pérdidas serían de unos 700 millones de euros si no se jugase el final de la Liga”, de los que algo más de 500 millones serían por derechos de televisión no cobrados.
“Vamos a terminar la temporada, estamos trabajando en los plazos. Hay varias hipótesis: en abril, mayo... no descarto que incluso pueda ser después”, decía Tebas a la televisión Cuatro.
Porque con o sin coronavirus, los clubes deben seguir pagando los salarios, principalmente de sus estrellas, que son la mayor partida de gastos en sus presupuestos.
Según Cope, LaLiga prevé reducir los salarios de los futbolistas en un 20% en caso de que no se acabe la temporada. Por ahora, todo está condicionado a la fecha de reanudación del fútbol. Si los campeonatos nacionales pueden acabar, se limitarían los daños. Si, por el contrario, hay que esperar a agosto, o incluso más allá, para volver a jugar, el paisaje europeo podría encontrarse transformado, con un nuevo equilibrio de poder, imposible de predecir, entre clubes arruinados y ‘supervivientes’.
Con información de AFP