Running: El running y el alcohol no son buenos aliados. (Foto: El Comercio)
Running: El running y el alcohol no son buenos aliados. (Foto: El Comercio)

Por: Álvaro Prado
Maratonista



Muchos corredores aficionados no son conscientes del daño que les puede generar el consumo de durante el proceso de entrenamiento previo a una maratón. Si, por ejemplo, acostumbra tomar alcohol el día de descanso luego de haber entrenado toda la semana, no logrará recuperarse del esfuerzo físico realizado y su rendimiento disminuirá. Como consecuencia, cada vez estará más lejos de alcanzar las metas que se haya trazado para la competencia.

Luego de haber entrenado durante seis días consecutivos, incluyendo el trabajo de larga distancia, lo recomendable es alimentarse adecuadamente para recuperar las energías perdidas con una combinación de alimentos ricos en carbohidratos, grasas y proteínas, y descansar un día. Si, por el contrario, el día de descanso lo dedica a la vida nocturna, beber licor y trasnochar, la prioridad de su cuerpo será recuperarse del exceso de alcohol y la falta de sueño, lo que generará que todo el entrenamiento que realizó durante la semana sea tirado por la borda.

Correr es una de las actividades que requieren más energía que la mayoría de deportes. Luego de un entrenamiento intenso, el cuerpo tiende a deshidratarse y a perder la mayoría de reservas de glucosa (azúcar en la sangre) almacenadas en los músculos y el hígado. Debido a ello, debemos recuperarnos bebiendo agua y consumiendo carbohidratos y grasas. Ahora bien, si adicionalmente consumimos bebidas alcohólicas luego del entrenamiento, por más que nos hayamos hidratado previamente, el proceso de recuperación será mucho más lento, ya que el licor tiene efectos diuréticos y, como consecuencia, el deportista podría experimentar síntomas de deshidratación que incidan directamente en los músculos, generen posibles calambres e inclusive lesiones de consideración. Los músculos están compuestos por proteínas, un 70% de agua y glucógeno, azúcar que se almacena en los músculos y el hígado. Para eliminar el alcohol de su cuerpo, los riñones tienen que trabajar el doble, deben absorber el agua de sus músculos afectando su fortalecimiento y disminuyendo el volumen de estos de una manera significativa.

Lo más peligroso para un maratonista que se encuentra en pleno entrenamiento son las lesiones severas que lo pueden dejar fuera de su futura competencia. Por eso, si el día de descanso no se recupera lo necesario y bebe más de la cuenta, podría sufrir algún tipo de lesión muscular. El problema puede surgir cuando inicie su entrenamiento nuevamente, ya que sus músculos se encontrarán debilitados y estarán más propensos a contraer alguna lesión, que podría ser desde un desgarro hasta una rotura muscular. Si decide tomarse una copa, nunca se exceda.

Lo recomendable es no tomar alcohol durante todo el período de entrenamiento. De esta manera podrá maximizar el esfuerzo realizado, su rendimiento se optimizará exponencialmente, mejorará su ánimo y se mantendrá saludable.

Si colocamos en una balanza los beneficios que le da el deporte y el bienestar momentáneo que genera el consumo de alcohol, esta se inclinará hacia el deporte.

El es un estilo de vida que ofrece grandes satisfacciones. Particularmente, le garantizo que si se anima a practicarlo, mejorará su calidad de vida y lo convertirá en una mejor persona.

Contenido sugerido

Contenido GEC