Cada vez falta menos para el decisivo duelo que enfrentará la selección peruana ante su similar de Chile. Los dirigidos por Jorge Fossati entraron en cuenta regresiva y este miércoles entrenaron por primera vez en la cancha del estadio Monumental, escenario que finalmente albergará una nueva edición del ‘Clásico del Pacífico, duelo que también enfrentará a los dos coleros de las Eliminatorias sudamericana al Mundial 2026 y que, probablemente, podría condenar a uno al borde de la eliminación.
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La tabla ya la sabemos de memoria: Perú es penúltimo con apenas seis puntos, producto de un triunfo y tres empates; mientras que Chile, ahora liderada por Ricardo Gareca, se ubica en el último lugar con cinco puntos. En cuanto a Perú, es vital obtener un triunfo que, además de condenar a la ‘Roja’ al último lugar, nos acerque al gran objetivo: el séptimo lugar que nos dará chance al repechaje y que por ahora pertenece a Venezuela con 11 unidades.
Lapadula y Vidal
Quizá y por eso, ese clima de tensión y de morbo impulsó a que sea Gianluca Lapadula quien tenga que ponerse al frente de los medios. Entonces empezó el show y la pregunta de rigor sobre las recientes declaraciones de Arturo Vidal, figura máxima de la ‘Roja’ y habituado a la polémica en la previa de partidos como estos. “Es una guerra, estamos bien y no tenemos miedo”, dijo el volante sureño.
“He leído algo, es un partido muy importante, es un clásico. Lo que le puedo decir es que acá lo esperamos. Estamos preparando el partido de la mejor manera”, dijo Lapadula sobre las declaraciones de Arturo Vidal. “Cada jugador tiene su manera de ver el fútbol y yo la respeto, pero de verdad acá lo esperamos”, recalcó Lapadula.
El artillero del Cagliari también tuvo palabras para Ricardo Gareca, por siete años entrenador de la selección peruana. “Al profe le tengo un gran cariño, pero eso se deja fuera de la cancha. Sabemos que es un partido muy importante para los dos, los sentimientos los dejamos fuera del campo”, sostuvo.
Finalmente, el delantero que seguramente será titular este viernes ante Chile, se refirió a su discreta temporada goleadora. “Para los delanteros el gol es aire, yo lo voy a buscar de todas maneras, pero no hay que entrar en ansiedad. voy a trabajar como siempre lo he hecho en mi vida y es la única manera que conozco: el trabajo”.
Los trabajos en cancha
Como ya es costumbre, luego de ingresar a la cancha del Monumental, los jugadores y el comando técnico se juntaron para las clásicas palabras del entrenador uruguayo. A lo lejos, el hincha israelita se volvió a colocar en lo alto del cerro que se erige detrás del Monumental, generando una postal de antología.
En el campo, Fossati ya con todo el plantel completó, trabajó ciertos movimientos tácticos y paró el que probablemente sea el once inicial, con Cáceda en el arco, Araujo, Callens y Abram en la línea de tres; mientras que Advíncula y Polo serían los responsables de ir por las bandas, teniendo a Wilder Cartagena como 6, acompañado de Sergio Peña, y más suelto Piero Quispe. En el ataque, Gianluca Lapadula estuvo acompañado de Alex Valera, aunque todavía no se descarta la posibilidad de que quien arranque sea Edison Flores.
Por un lado de la cancha, Pedro Gallese junto a Diego Romero, Carlos Caceda y Diego Enriquez entrenaba bajo las ordenes de Johnny Vegas. El pulpo pese a que no jugará ante Chile, era el que iniciaba todos los ejercicios. Y lo seguían Cáceda y el resto. Hasta ahora, el arquero de Melgar es quien se perfila como titular contra Chile.
El entrenamiento del resto del equipo se dividió en tres diferentes dinámicas que se repartieron entre volantes ofensivos y atacantes; zagueros y volantes de primera línea. El jugador que más se quejaba al momento de perder era Luis Advíncula.
Y en trabajos de definición, cuando tenían que derribar conos o darle a arcos pequeños, muchos de ellos fallaban. Fossati miraba desde lejos. Felizmente, el buen ánimo siempre reinó a lo largo de la tarde, en una Lima distraída por el APEC y convulsionada por reclamos sociales, inseguridad y decisiones inexplicables que solo cooperan con un escenario más tenso en la capital a horas del trascendental encuentro.