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Simulacro de sismo: Aunque la prevención hace la diferencia, solo el 14% del presupuesto para gestión de desastres se destina a capacitación e información
Resumen generado por Inteligencia Artificial
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La emisión de una alerta de tsunami en el litoral peruano tras el sismo de 8,8 grados de magnitud en Rusia, así como la ocurrencia de fuertes vientos en Ica y la costa sur, reafirmaron la necesidad de contar con sistemas de prevención e información eficientes frente a desastres, fundamentales para minimizar sus posibles efectos.
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Si bien en lo que va del año los recursos asignados al programa presupuestal 068, orientado a reducir la vulnerabilidad y atender emergencias de este tipo, han crecido en 47% (pasaron de S/2.172 millones a S/3.193 millones), los montos invertidos para la difusión y campañas de sensibilización dirigidas a la sociedad aún están en niveles bajos.
Según el sistema de Consulta Amigable del Ministerio de Economía y Finanzas, las actividades enfocadas a preparar acciones de respuesta, así como a capacitar personal y poblaciones ante desastres naturales han recibido S/442 millones, solo el 14% de los fondos totales para afrontar dichos eventos.
Es decir, durante el 2025 se invertirán solo 13 soles por persona en capacitar personal y poblaciones frente a desastres.
Y es que, además de las obras e intervenciones puntuales sobre infraestructura (como el reforzamiento de los cauces de ríos, carreteras o caminos), el programa presupuestal 068 también financia productos como el N°3000734, denominado “Capacidad instalada para la preparación y respuesta frente a emergencia y desastres” (S/394 millones); el N°3000738, denominado “Personas con formación y conocimiento en gestión de riesgo de desastres y adaptación del cambio climático” (S/30,2 millones); y el N°3000739, denominado “Población con prácticas seguras para la resiliencia” (S/17.7 millones).
Dentro de este último rubro, para el desarrollo de campañas comunicacionales para la gestión de riesgo de desastres se han asignado S/3′190.665. Es decir, solo el 0,1% del total de fondos del programa presupuestal 068 han sido destinados exclusivamente a campañas de sensibilización hacia la población. Solo 15 de los 25 departamentos los gobiernos locales han activado o solicitado este presupuesto
En tanto, para el desarrollo de sistemas de alerta temprana y de comunicación se presupuestaron S/2’881.959, que representa el 0,09% del presupuesto total para gestión y reducción de la vulnerabilidad y atención de desastres. Las actividades con más recursos fueron la implementación de medidas de protección frente a bajas temperaturas (S/4’838.864) y la organización o entrenamiento de las comunidades frente a riesgo de desastres (S/6’809.548). Esto es, el 0,15% y el 0,21%, respectivamente, del programa presupuestal 068.
“(A las actividades de información y comunicación) se les considera como unas de las tantas actividades complementarias y, desde allí, creo que hay una ceguera en el sistema nacional de gestión de riesgo de desastres”.
Mary Mollo, especialista en Gestión de Riesgos de Desastres de ESAN
A nivel general, el presupuesto para garantizar una población con prácticas seguras para la resiliencia ha sido asignado en una mayor proporción a las municipalidades, que este año administran el 44% del total (S/7’900.153 de S/17’729.672 disponibles). Los menores niveles de ejecución están en los gobiernos locales de La Libertad, Piura, San Martín, Moquegua y Tacna (menos del 25% a agosto).
La información y capacitación hacen la diferencia
¿A qué se debe la brecha de inversión en actividades destinadas a prevenir o a concientizar a la población ante la emergencia de desastres naturales? Mary Mollo, especialista en Gestión de Riesgos de Desastres de ESAN, considera que, si bien el programa presupuestal 068 está orientado a asignar el presupuesto en función de las necesidades o brechas a reducir en la población, el desarrollo de campañas comunitarias o el fortalecimiento de capacidades en riesgo de desastres no han tenido relevancia dentro de su estructura presupuestal.
“Las actividades de información y comunicación buscan mejorar la percepción del riesgo, pero se les considera como unas de las tantas actividades complementarias y, desde allí, creo que hay una ceguera en el sistema nacional de gestión de riesgo de desastres. Si no visibilizamos la educación, la identificación y la sensibilización del riesgo, vamos a seguir teniendo comportamientos erróneos de las personas, como frente a la alerta del tsunami o a los vientos con arena que de la semana pasada en la costa sur.
¿Cómo marcaría la diferencia una adecuada reacción de la población frente a una catástrofe natural? Para Mollo, la estrategia principal parte del trabajo de brigadas especializadas y capacitadas en gestión de riesgo de desastres. El trabajo principal recae a nivel regional o local, ya que sus autoridades están en contacto directo con la población.
“La relación ‘cara a cara’ se hace mucho más fácil para el aprendizaje colectivo, demanda de un ejército de gente en contacto con la población de manera directa y que tiene una capacidad técnica para orientar los conocimientos en un sistema de movilización de percepciones. A veces invertimos mucho en material impreso que la población no revisa. Creo que los medios masivos pueden tener mayor impacto porque llegan en el mismo momento a un contingente grande de personas, pero no solamente deben de llegar a manera de publicidad, sino enfocados en lo que viene a ser educación para el desarrollo”, añade.
ECData intentó comunicarse con el Indeci para obtener información sobre las estrategias y planes destinados a mejorar el sistema de comunicación frente a desastres, pero al cierre de esta nota no obtuvo respuesta.





