El sector editorial está viviendo su hora más crítica en muchos años. Con librerías cerradas y planes editoriales reajustados, el sector demanda ayuda para subsistir. (Foto: GEC)
El sector editorial está viviendo su hora más crítica en muchos años. Con librerías cerradas y planes editoriales reajustados, el sector demanda ayuda para subsistir. (Foto: GEC)
Claudia Inga Martínez

“Somos muy vulnerables. Cuando las condiciones son óptimas crecemos, pero cuando hay crisis somos los primeros en caer”, reflexiona Willy del Pozo, presidente de la Cámara Peruana del Libro (CPL) sobre el duro escenario que afronta el por la pandemia.

Con más de un mes de librerías cerradas (que podrían ser más a causa del aislamiento social por el ), operaciones paralizadas y planes editoriales recortados, la industria del libro corre el riesgo de romper su cadena de pagos y con ello la subsistencia de editoriales y librerías,en particular, de las pequeñas, comenta Alberto Almendres, gerente general de la Editorial SM Perú.

De acuerdo al ejecutivo, hay aspectos del mercado editorial peruano que lo hacen más frágil ante esta crisis: una ley del libro vigente que no ayuda; un sector compuesto de muchas editoriales y librerías pequeñas que viven del día a día y que quedarán muy afectadas luego de la cuarentena; y ahora un consumidor distinto, con desempleo y temeroso de contagiarse.

Aún sin certezas sobre cuándo las librerías volverán a abrir sus puertas o si se permitirá el delivery de libros cuando acabe el aislamiento social, resulta complicado cuantificar el golpe. No obstante, lo visto hasta el momento permite que las editoriales Planeta Perú y SM estimen que el sector tendrá una caída entre 35% y 40% en el año.

“No sé si esto representará dos años o tres años de caída, pero el retroceso es seguro. La situación es difícil”, precisa Phillipe Vergnaud, gerente general de Planeta Perú.

CORONAVIRUS VERSUS LIBROS

La situación de las librerías independientes es, cuanto menos, crítica. Guillermo Rivas, socio gerente de las librerías Books& Co y Book Vivant, afirma que son más de 35 las librerías pequeñas o independientes que hoy no venden nada. El 50% de sus ventas cubre el alquiler y el 25% o 30% el pago de planillas. Hoy no tienen caja.

“Si no hay una postura decidida de apoyo, la mitad de todas ellas no resistirán a fin de año”, remarca con preocupación.

Las independientes, que se han agrupado para solicitar esta ayuda al Ministerio de Cultura, calculan que solo entre ellas se perderán entre S/6 millones y S/8 millones de facturación en un año.

Las librerías pequeñas e independientes son las que más se ven afectadas al tener las ventas paralizadas, ya que viven del día a día. Temen el quiebre de la cadena de pagos. Entre ellas, alrededor de 35 librerías, calculan que perderán entre S/6 millones a S/8 millones hasta fin de año.
Las librerías pequeñas e independientes son las que más se ven afectadas al tener las ventas paralizadas, ya que viven del día a día. Temen el quiebre de la cadena de pagos. Entre ellas, alrededor de 35 librerías, calculan que perderán entre S/6 millones a S/8 millones hasta fin de año.

Las librerías grandes, por su parte, también tienen sus propios problemas: alquileres costosos en centros comerciales y una planilla amplia. Eso les genera un gran problema de caja, apunta Vergnaud. No obstante, frente a las pequeñas, tendrán más opciones de obtener créditos.

Crisol, con 35 librerías en el país, tuvo que cerrarlas todas. Sergio Galarza, gerente general de la cadena comenta que hoy no hay venta. “El golpe va a ser muy fuerte este año”, avizora.

Desde Planeta revelan que, hasta el momento, todos los libreros con los que han conversado les han dicho que necesitarán ayuda, que van por mayores plazos para los pagos o una refinanciación, entre otros pedidos de apoyo. Y esto podría continuar.

En palabras de Jerónimo Pimentel, gerente general de Penguin Random House, la cadena de pagos ya se ha roto. “Las editoriales no están cobrando los libros ya vendidos”, ha señalado en una columna escrita en este diario.

La noticia positiva- en medio de toda esta coyuntura- es que a pesar de la incertidumbre inicial, la semana pasada se confirmó que sí se realizará la Feria Internacional del Libro en Lima. El formato, por supuesto, será distinto: una feria virtual sin precedente. El primer ensayo de este modelo inédito lo veremos con la feria de Bogotá, que iniciará el martes que viene.

La FIL 2019 rompió récords en ventas y afluencia de público. Casi 600 mil visitantes en 17 días de feria y ventas por S/20 millones. Este año, ante el avance del coronavirus y temor a las aglomeraciones, se ha visto en la necesidad de realizarse de manera virtual por primera vez en su historia.
La FIL 2019 rompió récords en ventas y afluencia de público. Casi 600 mil visitantes en 17 días de feria y ventas por S/20 millones. Este año, ante el avance del coronavirus y temor a las aglomeraciones, se ha visto en la necesidad de realizarse de manera virtual por primera vez en su historia.

Recordemos que una edición habitual de la feria del libro puede representar entre el 20% al 50% de las ventas de las librerías y editoriales independientes. Si la feria virtual logrará acercarse o igualar esas cifras es una de las grandes interrogantes.

RESPIRACIÓN ASISTIDA

El sector está en cuidados intensivos y necesita ayuda con urgencia, en eso coinciden todos los entrevistados para este informe. Willy del Pozo, presidente de la CPL, detalla que una de las primeras medidas que han planteado al Ministerio de Cultura ha sido destinar los nuevos fondos –de S/16 millones– aprobados en la Ley del libro (el año pasado por Decreto de Urgencia) para compras públicas (para bibliotecas o escuelas) a fin de que ayuden a reactivar el sector y promocionar la lectura.

Rivas, de Book Vivant, propone, junto a los otros libreros independientes, que estas compras podrían realizarse de acuerdo a las ventas que las librerías han reportado en la Sunat, para que sean equitativas. Asegura que desde la Dirección del Libro del Ministerio de Cultura han manifestado voluntad para apoyarlos.

No obstante, “estos fondos aún no se han destinado a los ministerios de Cultura y Educación, no sabemos por qué. Nos han dicho que todo está en proceso pero no hay nada concreto”, comenta Del Pozo a Día1, luego de sostener una reunión con representantes del ministerio el jueves pasado.

A su vez, en esta última conversación pidieron que ante esta situación crítica, el libro sea considerado como un producto de primera necesidad para reanudar algunas de sus actividades en la primera fase poscuarentena (mayo).

No piden abrir las librerías de manera regular pero sí que se les permita el envío por delivery de las ventas realizadas por el canal online (con todos los cuidados necesarios) y tener claridad de cuándo y con qué limitaciones se volverán a abrir los puntos de venta.

En tanto, el Ministerio de Cultura, en coordinación con los actores de la industria editorial, ha elaborado una encuesta para medir el impacto de esta crisis en cada uno de los casos. El resultado se tendrá esta semana y permitirá tener un plan de salvataje, comentan los entrevistados.

Por su parte, los libreros y editores continúan elaborando propuestas y pidiendo respuestas que los ayuden a vislumbrar cómo mantener su actividad de agentes culturales. “Tenemos que seguir en la lucha, necesitamos ser escuchados ahora y que las medidas se ejecuten pronto antes de que sea demasiado tarde”, sentencia Del Pozo. Hasta hora, asegura, no hay nada concreto. Esta semana será importante para esclarecer el panorama.

Este suplemento se comunicó en reiteradas oportunidades con el Ministerio de Cultura para conocer sus opiniones y avances pero hasta el cierre de este informe no nos dieron respuesta.

CRISIS Y OPORTUNIDAD

Durante este período de aislamiento social, las editoriales, librerías y distribuidores han visto menguadas sus operaciones. La editorial Planeta está haciendo una reducción de su plan editorial del 40% sobre lo planificado antes de la pandemia. Esto significa dejar sin trabajo a muchos proveedores de corrección de estilo, diseñadores, que el sector editorial contrata por proyecto.

“Esta situación cambió completamente nuestros planes. Tenemos que velar por nuestros 39 trabajadores, gestionar el recurso para tener la caja para ello y para responderle a matriz (en España)”, refiere Vergnaud. En esta cuarentena, continúan trabajando en contacto con los autores para los libros en marcha y ver cómo reinventarse.

Ante la imposibilidad de realizar eventos en sus librerías, estos han migrado a las redes sociales de las librerías. Un ensayo de lo que realizarán en la FIL. En el caso de Book Vivant (con un local en San Isidro) realiza sesiones de lectura para estar en contacto con su público y se asesora para robustecer su plataforma de venta online. (Foto: Facebook Book Vivant)
Ante la imposibilidad de realizar eventos en sus librerías, estos han migrado a las redes sociales de las librerías. Un ensayo de lo que realizarán en la FIL. En el caso de Book Vivant (con un local en San Isidro) realiza sesiones de lectura para estar en contacto con su público y se asesora para robustecer su plataforma de venta online. (Foto: Facebook Book Vivant)

Por el lado de la editorial SM, se prepararon para el teletrabajo cuando vieron la situación en España. Almendres, su gerente general, no se anima a dar una proyección para este año pero afirma que ante la crisis será positivo si logran mantener los puestos de trabajo (son 110 trabajadores), no se quiebra la cadena de pagos y se mantiene la compañía estable. De todos modos, adelanta, abrirían la librería infantil y juvenil en Arequipa. Ahora tiene dos, en Lima y Trujillo.

Crisol también replantea. Galarza, su gerente general, comenta que están evaluando qué proyectos permanecerán vigentes y cuáles incluirán a partir de la coyuntura.

Claramente, el panorama ha hecho que se han suspenda buena parte de los planes editoriales y la producción este año llegará a mínimos, pero no será una fatalidad, menciona Rivas de Book Vivant. De acuerdo al librero, se convierte en una oportunidad para que las librerías independientes muevan sus catálogos que no han podido tener exhibición.

“Los agentes editoriales, además, hemos tenido que acelerar nuestro pase al mundo digital, ese que se veía tan lejano”, agrega Almendres. Si bien algunas ya habían desarrollado sus plataformas de venta online, otras estaban en proceso y muchas ni habían empezado. No obstante, ante la cuarentena obligatoria, la venta a través de internet se volvió la oportunidad para generar ventas (claro, con entrega luego del 26 de abril). Y ahora que la Feria del Libro será virtual requiere mucha mayor celeridad.

Vergnaud comenta que aquellas que ya tenían su plataforma operativa han vendido unos 200 libros por semana, una venta bajita pero que ayuda.

Las editoriales también han trasladado sus charlas, presentaciones de libros entre otros eventos a sus redes sociales y web. Este año, Planeta Perú realizará estas reuniones vía online. Esto, sin duda,  requiere trabajar la transformación desde las diferentes áreas como márketing.
Las editoriales también han trasladado sus charlas, presentaciones de libros entre otros eventos a sus redes sociales y web. Este año, Planeta Perú realizará estas reuniones vía online. Esto, sin duda, requiere trabajar la transformación desde las diferentes áreas como márketing.
/ jmaresca

La transformación ya empezó en estos días de cuarentena. Planeta ha trasladado las presentaciones y conferencias de libros al mundo streaming, lo que ha permitido acceder a autores que antes no, Book Vivant ha continuado con sus eventos de lectura, charlas y lecturas en vivo, esta vez, en las redes sociales. La base de datos de sus clientes asiduos le permite tener contacto con ellos y fidelizarlos. SM también aprovecha el universo tecnológico para difundir los eventos online que realiza la editorial acá y en distintos países.

Para el gerente general de Planeta, la aceleración tecnológica no será temporal. Muchas de estas prácticas , asegura, se mantendrán. Incluso más allá a la apertura de las librerías. Es claro que la venta digital ahora no equiparará a las ventas físicas pero irá ganando terreno ante la coyuntura.

La venta a través de Internet sigue siendo un reto grande para el sector editorial, ya que muchos de sus actores lo veían lejano. Ante esta pandemia, librerías y editoriales-pese a su situación- tienen que prepararse para este salto a fin de recuperar ventas.
La venta a través de Internet sigue siendo un reto grande para el sector editorial, ya que muchos de sus actores lo veían lejano. Ante esta pandemia, librerías y editoriales-pese a su situación- tienen que prepararse para este salto a fin de recuperar ventas.
/ Yuganov Konstantin

Book Vivant, por ejemplo, no tiene una gran plataforma pero se están asesorando para crearla o adherirse a los ‘mall’ online y otras que ya existen.

Almendres sugiere que, dado este despegue tecnológico, en el caso de las pequeñas editoriales pueden juntarse entre varias y desarrollar una plataforma para que puedan vender en conjunto. Ahora tendremos que llevar el libro a casa, el escenario ha cambiado.

Como bien dice la cabeza de la editorial SM Perú, por un lado se vienen momentos oscuros y la travesía en el desierto para el sector editorial pero también se abre una oportunidad.

DATOS:

- 40 mil empleos genera el sector editorial en el Perú. Según la Cámara Peruana del Libro (CPL), esta industria genera esa cantidad de puestos de trabajo en toda la cadena de producción del libro.

- 6.202 títulos fueron registrados en todo el sector el 2017. De acuerdo a la CPL, que está actualizando su data, 4.460 de esos títulos fueron declarados por editoriales comerciales.

CAMBIOS EN LA FIL Y EXPECTATIVAS

Ante la pandemia y la disposición del Ejecutivo de suspender las actividades masivas durante este año, la edición 25 de la Feria del Libro será virtual. La CPL asegura que esto les permitirá llegar a un mayor público al que permitía el aforo de la feria y alcanzar a los lectores del interior del país. Del Pozo, de la CPL, señala que el reto será superar las casi 600 mil personas del año pasado.

Quedan tres meses para realizar la organización de la FIL y aún hay muchos temas que se irán esclareciendo poscuarentena, tales como el número de expositores (que suelen ser 180), ventas estimadas para este año ahora que se realizará online, número de actividades y cuántos días durará la feria, que mantiene su inicio el 17 de julio. Asimismo, el costo que tendrá el ingreso al evento editorial más grande del país.

La FIL busca desarrollar una plataforma robusta que permita el desarrollo de todo el evento de manera virtual y también las transacciones. Algunas de las librerías y editoriales tienen su propia plataforma desarrollada, por lo que las mantendrían en la FIL, pero otras no la han desarrollado, a quienes se les podrá brindar apoyo.

La Feria Ricardo Palma (Miraflores), cuenta el presidente de la CPL, también tendrá el mismo formato.

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¿QUÉ ES EL COVID-19?

La COVID-19 es la enfermedad infecciosa que fue descubierta en Wuhan (China) en diciembre de 2019, a raíz del brote del virus que empezó a acabar con la vida de gran cantidad de personas.

El Comité Internacional de Taxonomía de Virus designó el nombre de este nuevo coronavirus como SARS-CoV-2.

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