La generación de empleo es una tarea aún pendiente, ¿cómo va hasta ahora?

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Tras el brutal impacto inicial, el mercado laboral ha seguido una curva de recuperación, aunque todavía con cifras dispares y con un empleo informal que se ha recuperado a mayor velocidad que el formal.

De acuerdo a INEI, la tasa de empleo informal creció 3,7% en el último año (desde octubre 2020), llegando al 78,2% de la población, esto es que afecta a más de 9 millones de peruanos, a septiembre de este año. Aunque hay algunas luces si vemos solo septiembre de este año, en base a la última data del Banco Central de Reserva (BCR): el número de puestos de trabajo formales superó en 1,7% al mismo mes del 2019 en el país, el empleo sigue erosionado.

En la capital, aún hay 515.700 peruanos en activa búsqueda de trabajo, un 71% más que el 2019, según el último informe de empleo de INEI (de julio a septiembre) en la capital. La tasa de desempleo, además, es de 10% de la PEA y casi duplica la que se tenía antes de la crisis, afirma Luis Miguel Castilla, director de Videnza Consultores y exministro de Economía.

Ante este escenario, no sorprende que el 57% de peruanos considere que la generación de empleo adecuado y la reactivación económica son las prioridades en las que se debería enfocar el gobierno de Pedro Castillo, de acuerdo a la última encuesta realizada por Ipsos para El Comercio, el mes pasado.

¿Las políticas laborales anunciadas hasta el momento son suficientes para la creación de puestos de trabajo adecuados? Para impulsar el empleo , las propuestas y anuncios se han centrado en la creación de empleo temporal y el desarrollo de obras públicas, con lo que el gobierno estima generar 1 millón de puestos en su primer año.

“Más allá de ser poco realista, los programas de empleo temporal son importantes en tiempos de crisis, pero son paliativos y no resuelven nuestros problemas estructurales”, sostuvo Paola del Carpio, coordinadora de investigación de REDES.

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Percy Alache, director del área laboral de PwC, coincide y agrega que las medidas que ha dado el gobierno son insuficientes y confusas. Un ejemplo fue el anuncio del aumento del sueldo mínimo –cuando presentó su balance de 100 días de gestión en Ayacucho–, que al final será un “aumento temporal” como efecto de la entrega del anunciado subsidio de S/70.

El exministro Castilla comenta que las dos apuestas de este Gobierno para crecer más en el 2022 van por infraestructura pública y minería. No obstante, en el primer caso, indica que casi no hay nuevos proyectos de obra pública, más allá de los que ya están en curso. Y en el segundo, si bien hay un entorno positivo por los precios internacionales de los metales, los cambios en el marco tributario podrían ser considerados gravosos.

Por su parte, Del Carpio comentó que no se ha puesto énfasis en la principal fuente de empleo de calidad y largo plazo: la inversión privada. Esta representa ocho de cada 10 soles invertidos en el país y es sensible a los discursos contradictorios.

“Dada la incertidumbre política y económica, las empresas están esperando los anuncios del gobierno para tomar medidas [de contratación o inversión]”, agrega Alache.

Castilla y Alache coinciden en que un aumento arbitrario del sueldo mínimo –que ha vuelto a estar en los planes, como confirmó el viernes el titular del MEF, Pedro Francke–podría generar efectos adversos a los deseados: más informalidad y desempleo.

Para Alache, uno de los ejes principales para crear mayor empleo adecuado está en acelerar el proceso de formalización. Lo que se lograría al fomentar inversión, destrabar proyectos, acceso a la seguridad social y cambios normativos. Empezando por revisar el de las micro y pequeñas empresas.

También recomienda ver incentivos para promover el empleo joven y darle mayor énfasis a programas como Trabaja Perú o Jóvenes productivos.

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Por su parte, Castilla comenta que no ve una propuesta coherente, pero se debería mirar mucho más a sectores intensivos en mano de obra como vivienda (a través de colocaciones de MiVivienda), así como servicios, manufactura e infraestructura, que también han sido muy golpeados. “La bondad de estos sectores es que son multiplicadores a corto plazo y son claves. Otro sector que podría ayudar [a generar más puestos de empleo] es el sector industrial y la agroexportación”, anota.

En tanto, Alache agrega que también será importante que por el lado de los privados se promuevan alianzas de la gran empresa con la micro y pequeña empresa como proveedoras.

Aunque no se anima a estimar cuándo se recuperará el empleo adecuado en el país, indica que en base al panorama actual cualquier mejora va a terminar de calentar el segundo semestre del 2022, si es que no hay efectos políticos adversos.

Y, como menciona Del Carpio, en su análisis de los 100 días de Castillo en materia de empleo, crecer es crucial, pero sin atender los problemas estructurales, millones de peruanos seguirán desprotegidos.

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