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Perú-Petro deja que Altamesa se vaya del país sin honrar deudas ni fianza bancaria por US$60 millones, ¿qué implicancias tiene?
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Malestar ha causado en el sector hidrocarburos la forma en la cual Perú-Petro ha manejado el caso de Altamesa Energy Perú, ex socio de Petro-Perú en el desarrollo del lote 192 (Loreto) que hizo noticia a inicios de año por abandonar este proyecto de forma intempestiva tras declararse en insolvencia.

Y es que la agencia de hidrocarburos ha decidido eximir a la petrolera canadiense de todas las penalidades derivadas de su incumplimiento contractual, incluyendo la no ejecución de su fianza bancaria por US$26,3 millones.
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Esto a través de una decisión gerencial por la cual designa a Petro-Perú como garante corporativo de la huidiza petrolera, transfiriéndole todos sus pasivos y obligaciones.
De esta manera, Altamesa puede irse del país ‘libre de polvo y paja’, a pesar de su indecorosa conducta, pues no solo abandonó a sus propios trabajadores en medio de la selva, sino que salió del país debiendo más de US$33 millones a proveedores locales y comunales
Pero eso no es lo único grave. Y es que existe un informe legal, solicitado por Perú-Petro al estudio Fernández Heraud & Sánchez, que estipula claramente que Petro-Perú no puede ser garante corporativo de Altamesa.
Y es que, por definición, un garante es un ‘tercero’ que se compromete a pagar o a cumplir con la obligación de un deudor si este no lo hace.
En ese sentido, el informe (al que este Diario tuvo acceso) precisa que Petro-Perú, en su condición de contratista, es un deudor “solidariamente responsable, conjuntamente con Altamesa Perú, por los incumplimientos del contrato de licencia”.

Ello, debido a que, “frente al Estado y frente a Perú-Petro”, ambas empresas constituyen un solo contratista conformado por dos personas jurídicas que “no responden de manera independiente y separada por sus obligaciones contractuales”.
Por tanto, el informe remarca que Petro-Perú “no puede presentarse como garante corporativo de sí mismo”, más aún, cuando se trata de un “deudor que ha incumplido”.
En consecuencia, concluye que Perú-Petro está facultado para ejecutar el íntegro de la fianza bancaria y para resolver el contrato del lote 192 “de pleno derecho”.
POSICIÓN DE PERÚ-PETRO
Nada de eso, sin embargo, es lo que ha hecho la agencia estatal.
Por el contrario, esta ha decidido seguir el parecer de un segundo estudio de abogados “sugerido por Petro-Perú”, a decir de las fuentes consultadas para este artículo.
Este otro informe, elaborado por Legal Partners, sí justifica la designación de la petrolera estatal como garante corporativo de Altamesa.

El resultado es que la petrolera canadiense se irá del país sin recibir ninguna penalización, y que Petro-Perú podrá continuar administrando el lote 192 hasta encontrar a otro socio estratégico, el cual sería, presumiblemente la peruana Upland Oil & Gas, empresa ya inició su proceso de calificación ante Perú-Petro.
Consultada sobre estos temas, Perú-Petro respondió con una nota de prensa en donde señala que la designación Petro-Perú como garante corporativo de Altamesa se realizó en “estricto cumplimiento del Reglamento de Calificación (D.S N° 029-2021-EM)."
“Perú-Petro reafirma el estricto cumplimiento de las normas vigentes en todos sus procesos, los mismos que son supervisados de manera permanente por el Órgano de Control Institucional de la Contraloría General de la República“, manifestó.
Añadió que la garantía corporativa de Altamesa se mantiene vigente, lo mismo que las fianzas que avalan el programa mínimo de trabajo del lote 192.
Finalmente, manifestó que no ha dejado ir a Altamesa del país porque la transferencia de su pasivos y obligaciones a Petro-Perú aún debe “ser aprobada mediante la promulgación de un Decreto Supremo por parte del Poder Ejecutivo”.
Los especialistas consultados para este informe anotan, sin embargo, que la petrolera canadiense ya se fue sin pedirle permiso a Perú-Petro, al punto que ha cerrado sus oficinas y despedido a todo su personal desde hace varios meses atrás.
Nota: Un día después de la publicación de este artículo, Perú-Petro envió a El Comercio una carta aclaratoria, más extensa y detallada que la nota de prensa con la que contestó nuestras interrogantes. El documento de dos páginas refuta varias afirmaciones nuestras por considerar que se trata de “afirmaciones inexactas que no se ajustan a la verdad, afectando la imagen y reputación de nuestra Entidad”. A requerimiento de la agencia de hidrocarburos, cumplimos con publicar el texto en su totalidad.












