“Hoy en día estoy vendiendo 60% más de lo que vendía antes”, sostiene Bernales.
“Hoy en día estoy vendiendo 60% más de lo que vendía antes”, sostiene Bernales.
Lorely Requejo

Su padre le dejó el mejor capital para iniciar su : el talento para las ventas. Un talento que, según cuenta Ricardo Bernales, lo convirtió en el mejor vendedor de una campaña de seguros de vida del Banco de Crédito del Perú. Con ello, y sumado a un capital de US$4.000, fundó la pollería El Pollón en Tacna cuando tenía 23 años. Ahora la marca es representada por Comercial Consorcio Nikoc, cuya gerencia general recae en él.

“Lo primero que busqué fue una muy buena receta. Si mi pollo gustaba, de hecho, que la gente iba a regresar”, recuerda. “Mil dólares me costó mi receta. Hasta el día de hoy tengo ese papel guardado en mi caja fuerte y que fue el éxito de mi negocio”, añade.

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Aunque el era su producto estrella, Bernales compartió su protagonismo al empujar las ventas de su negocio en una jornada que se extendía durante todo el día: desde las siete de la mañana hasta las 11 de la noche, allá por 1997. “En la puerta de mi local, yo mismo ofrecía mi pollo”, comenta el empresario, mientras recuerda que competía junto a tres pollerías más en la Ciudad Heroica.

El día a día y la calidad del producto ofrecido posicionaron a El Pollón como una de las pollerías más concurridas de Tacna en solo tres años. “El peruano apunta más a la gastronomía porque entiende más el negocio y aparte tenemos una buena base”, resalta.

EXPANSIÓN

Años después, con el objetivo de expandir no solo su negocio, sino también la cultura gastronómica del país, Bernales vio una oportunidad a 45 minutos, en la frontera con Arica, en Chile. “Cuando llegué allá, no había una sola pollería que vendiera el pollo como lo vendíamos en Tacna: con sus papas, ensalada y gaseosa. El combo”, dice. “Sabía que eso iba a ser un ‘boom’ allá”, agrega. A la fecha, cuenta con siete locales en el país sureño.

Con una experiencia de 24 años en el rubro, el empresario revela que continúa aprendiendo todos los días. Ello le permite mejorar la eficiencia de su negocio, por ejemplo, con la adquisición de máquinas para freír papas.

Otra de las oportunidades que supo aprovechar el empresario es la demanda del servicio de delivery dado el contexto de pandemia por COVID-19, una apuesta que no vio con buenos ojos hasta llegado el 2020.

“Hoy en día estoy vendiendo 60% más de lo que vendía antes”, sostiene.

En vista de los logros alcanzados, Bernales recibió entusiasmado la noticia del Premio Líderes Empresariales del Cambio (LEC), el cual le motiva a seguir apostando por difundir la cultura culinaria del pollo a la brasa.

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