Bayer, la compañía químico-farmacéutica que cuenta con tres divisiones de negocios –entre ellos una cartera agrícola donde produce productos como pesticidas y abonos– anunció sus nuevos planes en Perú y sus perspectivas para este 2021, un año que aún es impactado por la pandemia del COVID-19.
Precisamente, sobre el sector agro, El Comercio conversó con María Elisa Monroy, directora comercial de la división agrícola Crop Science para Países Andinos, Centroamérica y el Caribe de la firma.
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—¿Cuál es la mirada de Bayer en territorio latinoamericano?
Todo el sector de Latinoamérica es el polo de crecimiento de la empresa en cuanto al sector agrícola. Tenemos conocimiento por encima del promedio de la empresa en el sector por países tan grandes como Brasil –que tienen una representatividad importante–, pero también por países como Perú con su agroindustria –que con las cifras recientes que tiene, ya se han recuperado de una caída que iba llevando–. Tenemos [también] países más pequeños como Guatemala, Costa Rica y Colombia donde hay motor muy importante para que se genere ese crecimiento de una manera sostenible y que nos permita realmente a empresas como nosotros llevar la vanguardia en esa producción sostenible que se está necesitando para la creciente población del mundo. Vemos muy positivo el aspecto para Latinoamérica.
—Pese a los avances que se han registrado en los últimos años, precisamente hablando del sector agro, ¿qué deficiencias observan?
Los retos más importantes son la productividad y hacer más exitosos a nuestros clientes dentro de un entorno sostenible. [Lo que la] sociedad está buscando es eso: alimentos sanos y sostenibles que puedan llegar a la mesa de cada uno de nosotros, tanto en el campo como en la ciudad. Ese es el principal compromiso que Bayer ha hecho a nivel mundial con aportes específicos que son reducir en 30% el efecto del gas invernadero –reducción del impacto del agro en cuanto a esos temas– e impactar positivamente en la vida de más de 100 millones de pequeños agricultores alrededor del mundo. El 50% mercado peruano [lo conforman] las grandes exportadoras, pero el 50% restante son agricultores de maíz, arroz, papa de la sierra, etc.
—Cumplir este desafío requerirá, además, sumar más esfuerzos. ¿Cómo se puede integrar el sector público con el privado para alcanzar estos objetivos?
Ese punto es clave para la digitalización de las empresas y la transformación digital de la que tanto hablamos. Eso va de la mano con que haya cobertura de datos e Internet a través de los países, para que las herramientas que brindamos –de poder predecir enfermedades y recetas únicas para cada predio– permita optimizar hacia la agricultura sostenible. Que esta data se pueda recibir y se democratice para todos depende de que se amplíe la cobertura de telecomunicaciones.
También tenemos otro tipo de alianzas; por ejemplo, con el centro internacional de la papa: este año estamos invirtiendo más de 50.000 euros para trabajar junto a agricultores en un mejor manejo de las prácticas agrícolas, transferencia del conocimiento e igualmente buscar investigar juntos. [Ello] para proteger el cultivo versus nuevas plagas y enfermedades que se presentan de una manera más sustentable para aquellos agricultores de papa, en su mayoría, pequeños. Trabajamos de la mano de varias instituciones.
—¿Cómo alcanzar esta digitalización?
Entre Colombia, Ecuador y Perú se usa 1,3 celulares por persona, lo que hace ver que la cobertura es cada vez mayor y ha mejorado. Lo importante es que nosotros vayamos dando los servicios que vamos a ir proveyendo a un mayor número de agricultores, porque ellos así están haciendo esta conversión digital. Incluso con todo lo de la pandemia vimos que se aceleró muchísimo.
Para poner un ejemplo, desde que comenzó la pandemia a noviembre, impactamos un millón de agricultores en los webinars que dimos sobre diferentes cultivos para grandes exportadores y pequeños agricultores. Tuvimos un millón de usuarios únicos que pudimos afectar positivamente en temas de conocimiento, transferencias de información, manejo de plagas y mejores prácticas de exportación. Creemos que esto lo aceleró [la pandemia] y que, con el apoyo de Gobierno y de la empresa privada, vamos a lograr que ese conocimiento se democratice muchísimo más rápido y llevarle estas herramientas a un mayor número de clientes. Hay espacio por recorrer y hay lugares distantes donde es más complicado, pero pienso que lo principal es empezar a llevar esta información para luego, digamos que, exponencialmente vayan creciendo nuestros usuarios.
—Teniendo en cuenta que operan en un sector que provee de alimentos a la sociedad, ¿cómo visualizan sus desafíos en medio de la pandemia?
Siendo base de la alimentación –el sector en donde estamos– era aún más importante el rol que jugamos dentro de la pandemia: que nuestros clientes pudieran continuar produciendo y que contaran con nuestros insumos. Hicimos un esfuerzo extraordinario en el tema del abastecimiento para mantener siempre nuestros productos a la disponibilidad de nuestros clientes y ellos se fueron adaptando cin los protocolos de bioseguridad: tanto las empresas que venden los productos como los mismos productores. Debido a su trabajo se podía dar alimentación al resto de personas que permanecía encerrado en diferentes sitios de los país. Creo que se hizo muy importante el rol de la agricultura y creo que traer eso a la luz es muy importante para que continuemos invirtiendo en programas de capacitación y desarrollo, en cómo podemos producir más. Todo eso se hizo posible a través de los temas virtuales, lo que antes pensábamos remoto. Incluso, sabemos que hoy es algo viable realizar el lanzamiento de un producto [vía digital]. Creo que es muy positivo para la transformación digital del sector. Realmente, [la pandemia] nos aceleró a todos de forma positiva.
—Ante este contexto, ¿evaluarán la inclusión de nuevas tecnologías? ¿En qué herramientas están trabajando?
En el 2021 vamos a iniciar pruebas para drones, que creemos que es una tecnología que apoya mucho a la sostenibilidad del campo porque hay más precisión en la aplicación y se utiliza menos agua cuando realizas las aplicaciones. Igualmente, al ser los drones cargados por batería, se utiliza menos emisión a diferencia de los tractores u otro tipo de equipos. Estamos abordando diferentes soluciones que puedan ayudar al productor a tener más certeza en su cultivo y a mejorar el rendimiento. Esos son los pilares en donde la empresa está impulsando sus inversiones a nivel global y en Latinoamérica.
—¿Qué otras oportunidades observan en el sector?
Un tema importante es que la forma cómo interactúas con tus clientes también cambió un poco. Algunas veces, en eventos masivos, las personas por temor o duda prefieren no preguntar. El tema de tener una pantalla y chat ha tenido aspectos positivos porque la gente se atreve a hacer más preguntas. Hemos encontrado cosas positivas que nos han permitido darle a los clientes una experiencia mucho mejor y poderlo acompañar, a través de la pantalla, de una forma muy cercana. Eso ha sido muy interesante.
—Se ha visto también una mayor participación de mujeres en el sector.
Es un porcentaje de participación de mujeres que ha ido creciendo. Creemos que hay todavía un camino por recorrer desde la data que tenemos. Muchas veces no hay data tan actualizada para saber si las mujeres están empezando a liderar temas administrativos agrícolas dentro de los fundos, dentro de su rol del sector agrícola.
Vemos en cuanto a las empresas unos pasos grandes e importantes al respecto, y en el campo también, pero creemos que hay espacio. Ejemplos: la remuneración de las mujeres aún es un porcentaje menor a lo esperado y la informalidad. Tenemos muchas mujeres que están activamente trabajando en el campo, sin embargo no reciben una remuneración activa por su trabajo. Creemos que hay opciones para igualar [el salario] en el sector. Las mujeres que pertenecemos a esta actividad tenemos una responsabilidad grande en vivir esta diversidad e ir abriendo el camino para las personas que vienen. Necesitamos espacios para hablar de la importancia, diversidad y nuevas ideas en el manejo del campo y agricultura.
—Otro punto a tratar en cuanto al sector es el impulso a las exportaciones. Al respecto, ¿han emprendido alguna iniciativa?
En el Perú es relevante por la excelente vocación importadora que tiene el país: hoy vemos que son líderes en cultivos de arándanos, paltas, uva y espárragos. Creemos que se ha hecho un camino muy favorable. Estamos capacitando constantemente a nuestros clientes, dándoles herramientas para el proceso agroexportador. Lo que hacemos es construir esta serie de información y a través de nuestros equipos de mercadeo darla a conocer a la mayor cantidad de nuestros clientes para mantenerlos actualizados. Más allá de productos, buscamos apoyarlos como socios y solucionarles los principales retos que tienen en el sector agroexportador.
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