El Perú pasó del puesto 50 al 54 en el Ránking de Competitividad Mundial 2015 y se ubicó en la zaga de los 61 países que analiza el IMD (Institute for Management Development).
Este notorio retroceso en la lista que mide la competitividad de las naciones, evidencia que hay una urgente tarea pendiente por resolver tanto en el desempeño económico, como en la eficiencia del gobierno, en los negocios y la infraestructura del país, pilares que mide el IMD y en los que el Perú ha descendido.
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"Estamos en las últimas posiciones de América Latina y próximos a salir del grupo de los 60 mejores países del mundo", advirtió el director de Centrum Futuro, Percy Marquina.
Entonces, ¿qué hacer para retomar la senda de la competitividad? Para el directivo, se necesita liderazgo, visión estratégica, coherencia en el actuar y un propósito común que guíe las decisiones en esta materia.
"Si no se toman en este momento decisiones estratégicas que hagan cambios dramáticos en lo que es la gestión de la competitividad en el país, podríamos estar en lo que hemos denominado 'crónica de un colapso anunciado'", sostuvo.
Esta dolorosa frase solo marca aún más los riesgos de posponer decisiones que eleven la competitividad del país. "Estaremos desapareciendo del mapa, dejaremos de ser competitivos y eso, lo único que acarreará es falta de bienestar para nuestra comunidad. Necesitamos urgentemente un cambio de actitud, reformas institucionales que promuevan dramáticamente, de una forma distinta y coherente, la competitividad a nivel nacional", sentenció.
