Sesenta días hábiles son los que, preliminarmente, tendrá la comisión instalada por el Ejecutivo para la elaboración de un plan de reforma y fortalecimiento de EsSalud. El Ministerio de Trabajo, mediante resolución ministerial, aprobó esta comisión que estará integrada por actores laborales, empresariales y del Ejecutivo.
Es en ese marco que, desde la Confiep, se considera prioritario definir las medidas que permitan dotar de estabilidad y gobernanza técnica a EsSalud. Fue durante CADE Ejecutivos 2022 que Óscar Caipo, presidente de dicho gremio, adelantó a El Comercio que en dos semanas se presentaría un proyecto de ley que toca dichos temas.
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“Vamos a recuperar Essalud y vamos a ir con una propuesta legislativa. Vamos a alcanzarles [a los trabajadores] una propuesta que ya hemos preparado en los últimos días y esperamos ir juntos, que es lo que hemos acordado hoy, al Congreso para que eso pueda promulgarse y se haga efectiva”, explicó durante la cumbre en Paracas.
Para César E. Chaname, miembro del consejo directivo de EsSalud en representación de los empleadores por parte de Confiep, lograr una gobernanza más técnica es vital para apostar por futuras reformas. “Lo que se enfatizó en CADE tiene que ser lo que más rápidamente se tenga que resolver. Más aún si surge del acuerdo de dos terceras partes que componen EsSalud: los trabajadores y los empleadores”, agregó.
Óscar Caipo, presidente de la Confiep, manifestó desde CADE Ejecutivos 2022 que esperan generar, en las próximas semanas, un espacio de diálogo alternativo entre trabajadores y empleadores. Ello en vista de alcanzar acuerdos en materia laboral que permitan beneficiar, en conjunto, a trabajadores y empleadores a favor de la salud.
Chaname recordó que ya en el 2018 se había planteado la necesidad de plantear una reforma de la gobernanza de EsSalud, el financiamiento de la seguridad social y la separación de roles entre financiador, asegurador y prestador.
Sobre esto último, Virginia Baffigo, expresidenta de EsSalud, opinó que se requiere dicha separación para cumplir con la normativa de salud en general. “En todo sistema previsional hay una institución administradora del fondo que debe preocuparse de proveer los recursos a las instituciones prestadoras. En EsSalud esto no se ve con mucha claridad, pero se tiene que transitar a este estadío”, aseveró y dijo que solo así se podría apuntar a ampliar la cobertura.
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Situación de EsSalud
Con datos al tercer trimestre del 2022, EsSalud atiende a más de 12 millones de asegurados lo cual equivale al 36% de todo el país. El 90,1% es asegurado regular, mientras que el 6% es asegurado bajo el régimen agrario, 0,2% bajo seguro potestativo y 3,7% mediante otras coberturas.
Respecto al tercer trimestre del 2021, los activos de EsSalud totalizaron S/ 13.573 millones: disminuyeron en 3%, debido al menor ingreso disponible, principalmente en cuentas corrientes y a plazos, menor cobranza pendiente por devolución de las detracciones del MEF entre otros.
En tanto, los ingresos operativos fueron de S/ 10.379 millones, de los cuales S/9.913 millones representan a las aportaciones de los asegurados.
“En EsSalud, el 70% del financiamiento parte del sector de trabajadores y empleadores. Del sector privado. Por tanto, tenemos una voz legítima para pedir que haya un modelo de gobierno que permita estabilidad. Con una comisión, podremos trabajar muchos otros temas, pero el modelo de gestión es fundamental”, opinó César E. Chaname.
Financiamiento
Uno de los principales problemas que enfrenta EsSalud se centra en su situación financiera y el nivel de aportaciones frente a la totalidad de asegurados. Es por ello que para Virginia Baffigo resulta fundamental que, en la comisión planteada para la reforma, se ponga en discusión un incremento en la aportación que a la fecha representa el 9% de la remuneración mensual.
“Los estudios actuariales señalan que, en el mediano plazo, se debe hacer un ajuste en la tasa de aporte. Porque ese 9% no está siendo suficiente para la cobertura. La solución podría ser que el Estado aporte también una parte a manera de un subsidio para aquellos trabajadores que, teniendo un salario bajo, tienen una contribución baja”, afirmó.
Baffigo puso como ejemplo el caso de un trabajador bajo salario mínimo. “Un trabajador bajo una remuneración mínima vital aporta menos de S/100 mensuales para la cobertura de su titular y derechohabiente. Cobertura que, además, no se limita a los aspectos de salud sino que también con prestaciones sociales y económicas”, dijo.
En tanto, para Chaname, definir un incremento o modificaciones al sistema de aportación debe pasar por un nuevo estudio actuarial independiente. “Se requiere un estudio actuarial transparente que nos diga no a los trabajadores, sino al Estado y trabajadores cuál es el porcentaje que permite el financiamiento de prestaciones de calidad”, acotó y reiteró que, para ello, se requiere una gobernanza técnica.
Obligaciones son personal laboral
Una realidad que enfrenta el sector público a la que EsSalud no está exenta es la demanda de los trabajadores y sindicatos para el pase de su régimen actual al del Decreto Legislativo 728. A la fecha, existe un dictamen en el Congreso aprobado en la comisión de Trabajo para que los trabajadores CAS pasen al régimen de la actividad privada.
Según data reportada ante Fonafe, la fuerza laboral de EsSalud al III Trimestre del 2022 fue de 61.273 trabajadores, de los cuales 49.490 estuvieron representados por trabajadores en planilla bajo los regímenes de las Leyes N° 276 y 728 y 11,783 por trabajadores contratados bajo el régimen de Contratación Administrativa de Servicios (CAS). Es decir, de aprobarse la medida, se crearía una contingencia presupuestal importante por las mayores obligaciones laborales con cerca de12 mil trabajadores.
Para Baffigo, este punto también debe ser atendible en el marco de la comisión. No obstante, este debe considerar el compromiso del trabajador por un servicio eficiente. “El sector salud y la seguridad social utiliza de manera intensiva la mano de obra que es altamente calificada. Si queremos prestar un adecuado servicio a los usuarios, el beneficio también debe hacer partícipe a los trabajadores. Considero que la política salarial de los trabajadores de la seguridad social no debería ser tan fragmentada. Es natural que los trabajadores CAS quisieran llegar a la actividad privada. Se les puede ofrecer mejoras de su régimen laboral a cambio de que, en contraparte, exista una dedicación y compromiso de servicio humanizado”, aseveró.