Esta publicación editada por el ICPNA da cuenta de la muestra que reunió más de treinta años de producción de Margarita Checa (Lima, 1950) y permite al lector seguir de cerca los cambios experimentados en la trayectoria de la artista a través de una visión panorámica de su obra, desde sus primeros dibujos hasta sus esculturas en madera y bronce.
En gran parte del contenido de este libro, encontramos fotos de exposición que presentó el ICPNA entre los meses de setiembre, octubre y noviembre del 2013, que estuvo bajo la curaduría de Luis Eduardo Wuffarden. Se exhibió por primera vez una visión panorámica de la trayectoria de Margarita Checa, una de las escultoras más notables de su generación. A través de una rigurosa selección, la muestra abarcó sus primeros dibujos, claramente influidos por Cristina Gálvez, hasta sus creaciones escultóricas más recientes, en las que demuestra un admirable dominio de la talla en madera y el trabajo en bronce.
Checa ha desarrollado su trabajo por cuatro décadas, y ha participado en exposiciones colectivas e individuales en América Latina y los Estados Unidos. Sus indagaciones estéticas, se centran en el cuerpo, tema con el que plasma la esencia de ser humano a través de un lenguaje universal que va desde lo prehispánico a lo oriental.
En el catálogo observamos su trabajo intenso con la madera de los árboles combinándolas con otros materiales como bronce, plata y astas de toro, destaca por el fino acabado que revela su versatilidad y destreza técnica.
Luis Eduardo Wuffarden anota: “Margarita Checa se encuentra hoy en la plenitud de sus medios y el reconocimiento creciente de su obra escultórica tiende a proyectarse en un contexto latinoamericano. La antológica que presentó en el ICPNA es una primera visión panorámica de su trabajo, el cual estuvo marcado desde el comienzo por un irrenunciable apego a la representación figurativa. De este modo, Checa se distingue dentro de una generación mayoritariamente anclada en los lenguajes abstractos”
Margarita Checa Arias-Schreiber (Lima, 1950) estudió en la Pontificia Universidad Católica del Perú PUCP (1972 – 1979); y en el taller de Cristina Gálvez (1975-1980), bajo la dirección de Leslie Lee (1984-1985). Colaboró con Tilsa Tsuchiya en la fundición de sus últimas esculturas. Entre 1982 y 1992 dirigió el Taller de Cristina Gálvez y, entre 1992 y 1993, fue profesora de dibujo en la Escuela Corriente Alterna. Posteriormente, trabajó en un taller privado de escultura en San José de Costa Rica (1993 y 1995).