Hace 50 años, el 18 de setiembre de 1967, falleció el coleccionista y filántropo Pedro de Osma Gildemeister. Su pasión por el arte peruano lo llevó a dedicarse por más de 30 años a recopilar una exquisita compilación compuesta por las más variadas piezas de arte virreinal, especialmente pertenecientes al barroco andino. Tras su muerte, se formó la Fundación Pedro y Angélica de Osma Gildemeister, con el fin de conservar y exhibir las obras de su propiedad. Así, en julio de 1988 se inauguró el Museo Pedro de Osma en la mansión de estilo francés que solía ser la residencia de verano de la familia, en el distrito de Barranco.
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