Por qué los niños podrían sufrir de cataratas

Según información revelada en un medio de comunicación europeo, la probabilidad de que un niño sufra de cataratas es posible; y esta enfermedad ocular no solo se restringe a personas cuyas edades sobrepasan los 60 como se suele pensar en su mayoría. En esta nota te contaremos por qué los menores de edad también son propensos a sufrir de este mal que podría perjudicar su salud física y emocional, entre otra información que debes conocer al respecto.

POR QUÉ LOS NIÑOS PODRÍAN SUFRIR DE CATARATAS

Aunque pueda sonar extraño, algunos niños y niñas pueden llegar a sufrir cataratas pese a que esta enfermedad se presenta en edades avanzadas. El especialista Joaquín Fernández, director médico de Qvision, Unidad de Oftalmología del Hospital Vithas Almería, hace referencia a este mal en una entrevista para Europa Press.

“La prevalencia aumenta con la edad, alcanzando más de un 70% de la población mayor de 70-75 años, siendo más prevalente en mujeres que en hombres. Sin embargo, la prevalencia media de cataratas en niños es de aproximadamente 1,03 de cada 10.000″, indica el especialista.

Según indica, estas aparecen como consecuencia de otras enfermedades como la diabetes mellitus, o de manera secundaria a patologías oculares, como el glaucoma de ángulo cerrado, la miopía magna, o la uveítis anterior crónica.

“También pueden producirse a causa de un traumatismo ocular, debido a exposiciones altas de ciertos tipos de radiación, o ser fruto de tratamientos prolongados con corticoesteroides”, agrega Joaquín Fernández, director médico de Qvision, Unidad de Oftalmología del Hospital Vithas Almería.

Otras de las razones es la exposición a la luz solar; el tabaquismo; el consumo de alcohol; enfermedades sistémicas como la diabetes y las enfermedades metabólicas; enfermedades oculares, tipo glaucoma de ángulo cerrado, miopía magna y uveítis anterior crónica; antecedentes familiares; y tratamiento crónico con corticoides.

QUÉ SON LAS CATARATAS

Según información de Mayo Clinic, una catarata es una opacidad del cristalino, normalmente transparente, del ojo. Para las personas que tienen cataratas, ver a través de cristalinos opacos es algo parecido a mirar a través de una ventana escarchada o empañada. La visión nublada que causan las cataratas puede hacer que resulte más difícil leer, conducir un auto (especialmente de noche) o ver la expresión de la cara de un amigo.

La mayoría de las cataratas se desarrollan lentamente y no alteran la vista desde el principio. Pero, con el tiempo, las cataratas acabarán interfiriendo en la visión.

Al principio, una iluminación más intensa y unos anteojos pueden servir para hacer frente a las cataratas, pero si el deterioro de la visión interfiere en tus actividades habituales, es posible que necesites una cirugía de cataratas. Afortunadamente, la cirugía de cataratas es un procedimiento generalmente seguro y eficaz.

Los signos y síntomas de las cataratas incluyen los siguientes:

• Visión nublada, borrosa o tenue
• Aumento de la dificultad con la visión por la noche
• Sensibilidad a la luz y al resplandor
• Necesidad de una luz más brillante para leer y para otras actividades
• Ver halos alrededor de las luces
• Cambios frecuentes en los anteojos o lentes de contacto recetados
• Decoloración o amarillamiento de los colores
• Visión doble en un solo ojo

Al principio, la nubosidad en la visión causada por una catarata puede afectar solo una pequeña parte del cristalino del ojo y es posible que no te des cuenta de la pérdida de visión. A medida que la catarata crece, nubla más el cristalino y distorsiona la luz que pasa a través del cristalino. Esto puede provocar síntomas más notorios.