No importa la edad que uno tenga, es imposible no tener sentimientos encontrados cuando te rompen el corazón. En la adolescencia –la etapa en la que todo se experimenta y se cree con intensidad– una ruptura puede sentirse como si el mundo se fuera a acabar. Por lo tanto, es importante saber, como padres, cómo abordar el tema de una manera atenta y oportuna y encontrar el balance entre respetar su espacio personal y darle el apoyo emocional que en esos momentos necesita.
“Las rupturas amorosas pueden ser experiencias difíciles y dolorosas, especialmente para los jóvenes que están experimentando estas emociones por primera vez. Es importante brindarle a tu hijo un espacio seguro para expresar sus emociones y procesar la situación. Anímalo a hablar sobre cómo se siente, para que así logre exteriorizar su duelo, valide sus emociones sin minimizar su dolor” estableció Edgar Joel Flores, psicoterapeuta y Presidente de la Asociación Peruana de Investigación y Asesoría Psicológica (ASPIAP).
El primer amor adolescente
La adolescencia es una etapa de desarrollo emocional y social en la que los jóvenes comienzan a explorar sus necesidades afectivas y sexuales haciendo uso -muchas veces- de canales románticos y pasionales. Si bien algunos pueden mostrar interés en las interacciones románticas desde una edad temprana, es más común que las primeras relaciones amorosas surjan en la adolescencia, generalmente a partir de los 13 o 14 años. “Esto coincide con los cambios hormonales propios de la etapa, la búsqueda de mayor independencia y un incremento en la interacción social fuera del ámbito familiar. Sin embargo, es importante recordar que cada individuo es único y que cada adolescente o joven puede experimentar estas etapas de desarrollo de manera diferente”, aclaró el Presidente de la ASPIAP.
De todos modos, Antonella Galli, psicoterapeuta de la Clínica Ricardo Palma, destacó que también es posible que los chicos empiecen a hablar de ‘enamoraditos’ o ‘noviecitos’ antes de los 13 años. “En la actualidad, entre los diez u once años, los niños ya empiezan a tener sus primeros gustos amorosos. Aunque suelan ser muy cambiantes y no durar mucho, es importante interesarse por sus emociones y no excluirlos”, indicó la experta.
“Como padres, si nuestro hijo/a tiene su primera relación amorosa, es fundamental estar atentos a cualquier cambio significativo en su comportamiento o estado de ánimo que pueda indicar problemas con su enamorado/a. Estos cambios pueden manifestarse de distintas maneras, como aislamiento social, variaciones en los hábitos de sueño, expresiones de tristeza, dejadez en la alimentación y ansiedad. Asimismo, debemos prestar atención a posibles signos de abuso, como el control excesivo por parte de la pareja, lo que puede desencadenar violencia física o emocional”, resaltó Flores.
En relación a ello, Antonella Galli añadió a la lista el desempeño escolar, puesto que las repentinas malas calificaciones o los problemas en la escuela también pueden ser un llamado de atención para que los padres noten que algo está sucediendo en el universo emocional de su hijo o hija.
Como padres, ¿qué podemos hacer durante el primer rompimiento?
- Empatiza con la situación
A un adolescente le es difícil tener el control de sus propias emociones, por lo que este tipo de episodios lo dejan desorientado y sin saber cómo afrontarlo. Lo más probable es que se muestre triste e irritable durante los primeros días. “En aquellos momentos, es importante entenderlos, nunca minimizarlos y darles la importancia que ellos y sus emociones merecen. Él tiene que ser consciente de que sus sentimientos son válidos. Si al chico o chica le incomoda hablar de sus pensamientos con sus padres o familiares, podemos recomendarle expresarse en un papel escribiendo sus pensamientos”, destacó Galli.
- Comunicación asertiva
Mantener la comunicación y cultivar la confianza con los adolescentes del hogar dará apertura a que cuando tenga un problema – como en este caso– recurra a ti para contarte lo ocurrido. Escúchalo sin interrumpirlo mientras te cuenta su versión de los hechos Una vez que termine, si está abierto a recibir un consejo, debemos procurar ser empáticos y proponer alternativas que lo ayuden a mitigar su pena.
“Cuando te comuniques con tu hijo sobre su relación, asegúrate de hacerlo desde un lugar de empatía y comprensión. Escucha activamente sus preocupaciones y valida sus sentimientos, incluso si no estás de acuerdo con sus decisiones”, aconsejó Flores.
- No hables mal de la o el ‘ex’
Muchas veces, cuando vemos que la persona que queremos está sufriendo por causa de otra personas no reparamos en hacer comentarios críticos y severos sobre aquel o aquella. En este caso, lo mejor es no enfocarnos en terceros y darle la prioridad solo al afectado para evitar caer la polarización y encender más los ánimos.
Además, mostrar una negativa sobre su ahora ex pareja, cuando en un principio recibió tu aceptación, le dará al adolescente la sensación de que fue engañado, por lo que la relación de confianza se verá perjudicada.
- Respetar su privacidad
En palabras de Edgar Joel Flores, la privacidad es crucial para construir una relación de confianza con los adolescentes. Aunque pueda ser tentador querer estar al tanto de todos los aspectos de su vida, es vital establecer límites claros y respetar su espacio personal. “Esto significa no fisgonear en sus mensajes, redes sociales o diario personal sin su consentimiento”, especificó el especialista.
En cambio, fomentar una comunicación abierta y honesta es la mejor opción. De esta manera, el adolescente se sentirá cómodo compartiendo sus emociones sin sentirse juzgado o atacado. “Lo peor que podemos hacer es fastidiarlo frente a la familia o los amigos. Eso solo generará que se sientan avergonzados de sus emociones”, aseveró Galli.
- Busca ayuda profesional
Si han pasado alrededor de seis meses y notas que tu adolescente continúa sin ánimo, triste y su rendimiento en clases o en talleres se han visto afectados, se podría tratar de un problema más serio. Lo ideal en este escenario es acudir a un psicólogo para que pueda ayudarlo. “Como padres, es natural preocuparnos por el bienestar de nuestros hijos, incluyendo su universo emocional, especialmente cuando experimentan sus primera relaciones amorosas. Es así como Teresa, la madre de Takeshi, muy preocupada llegó a consulta porque su hijo adolescente, luego de su primera ruptura, presentaba un estado de ánimo por debajo del suelo, lleno de tristeza, aislamiento social y pensamientos negativos sobre sí mismo”, testificó Flores.
“Ella me comentaba que las frases más constantes de su hijo eran ‘A mí nadie me quiere’, ¿No existe el amor para mí' y ‘Ya no volveré a enamorarme otra vez’. En momentos como esos, la preocupación de los padres es inevitable, por lo que la búsqueda de ayuda especializada es una gran opción para orientar mejor a los chicos”, añadió el experto.
¿Mi hijo realmente quiere ‘estar solo’ después de su primera ruptura?
“Muchas veces, cuando queremos acercarnos a los chicos, lo primero que nos dicen es ‘¡déjame! ¡quiero estar solo?’. Sin embargo, es muy común que digan algo, pero piensen otra cosa. En casos así, recordemos que acompañarlos en el proceso no siempre es necesariamente hablar una y otra vez sobre el tema, sino simplemente estar con él. Pueden ver una película o una serie”, sostuvo la psicoterapeuta de la Clínica Ricardo Palma.
En ese sentido, Edgar Joel Flores recomendó animar a los chicos a mantenerse conectados con sus amigos y las actividades que disfruten para ayudarlos a distraerse y recuperarse emocionalmente. “Debemos dejarle en claro que tiene un familia que lo apoya y lo acompaña en cada problema que atraviese”, agregó el psicólogo.
“Debido a la propia inexperiencia de un adolescente, recuerda que el apoyo y la guía comprensiva de los padres es clave. Si no te quiere a su lado físicamente, trata de estar presente con algunas acciones, como un abrazo o compartir algo que disfrute mucho o algún detalle que le haga sentir tu amor incondicional”, añadió Lorena Planas Podestá, psicóloga y Coordinadora de Progreso Académico Satisfactorio de la Universidad San Ignacio de Loyola
La situación no siempre será lineal, pues habrán días buenos y días malos. Es posible que cuando el joven recién se esté recuperando, llegue a casa con la noticia de que su ex enamorada ya tiene una nueva pareja. “En situaciones así, debemos recalcarles que el dolor es pasajero y que todo, poco a poco, se queda en el pasado”, concluyó Galli.
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