La leche materna es considerada el alimento más importante y poderoso para un bebé. Su ingesta, que se remonta desde los inicios de la historia, aporta un sin fin de beneficios para su desarrollo tanto físico, como emocional. Igualmente, permite a la mujer conservar la conexión con su pequeño después que éste abandonó el vientre materno.
Además de ello, la lactancia materna posee aún más características que son poco comentadas o desconocidas para las madres; como por ejemplo que existen tres tipos diferentes de leche o que en cada toma, su sabor se percibe de una manera diferente. Estos y otros datos curiosos sobre el elixir de la vida en la siguiente nota.
Sufre las consecuencias del impacto medioambiental
El impacto que vive la sociedad postindustrial también ha influenciado en la lactancia. Según estudios, se halló que los restos químicos, como bisfemol-A o perclorato, presentes en los envases plásticos, se relacionan con el sistema hormonal de la persona, y su transmisión se puede realizar mediante la leche materna.
Tiene propiedades medicinales para los prematuros
Cuando un bebé llega al mundo semanas antes de la fecha programada para su nacimiento, termina de formarse fuera del vientre de mamá. Por tal motivo, sus posibilidades de sufrir alguna enfermedad o afección son considerables sobre todo si desarrolla problemas intestinales. Pues bien, el alimento de mamá previene su aparición y de otras complicaciones que podrían poner en riesgo la vida del niño.
La leche cambia de sabor
Según expertos, algunos alimentos que consume la madre influyen en el sabor de la leche, el lactante lo logra percibir promoviendo así una experiencia sensorial al menor de edad. En el caso de la fórmula, el sabor sigue siendo el mismo y no posee ninguna alteración.
Existen tres tipos de leche
Durante los primeros cinco días de vida de un recién nacido se genera la producción de calostro, sustancia amarillenta cuyo componente refuerza el sistema inmunológico del bebé. Entre los seis a quince días, se denomina leche de transición, que cuenta con carbohidratos y grasas; y por último está la leche madura, que dura hasta el término de la lactancia y tiene un factor nutricional.
Cada toma equivale a una entrada, segundo y postre
Este alimento es tan poderoso que cada vez sigue sorprendiendo a la ciencia y a las gestantes. Cada vez que el lactante hace lo suyo es como si estuviera ingiriendo un menú. La entrada es una leche acuosa, y ayuda a calmar su sed; el plato de fondo, que posee grasas esenciales para el pequeño; y finalmente viene el postre, que es más dulce y más amigable para las papilas del menor.