Conforme van pasando los días, más nos acercamos a una de las temporadas más especiales y esperadas de todo el año: el verano. Durante estos casi tres meses es posible disfrutar de más horas durante el día, largas jornadas de playa y piscina y, lo mejor de todo, es la época perfecta para planificar las tan anheladas vacaciones.
Pero, ¿qué ocurre si es que hace meses atrás el test de embarazo ha marcado positivo? Atravesar la gestación -sobre todo el último trimestre- se convierte en un dolor de cabeza para las embarazadas, más aun para quienes tienen programas actividades. Una de sus principales preocupaciones es el cuidado de la piel, una zona que mayormente se ve afectada por la revolución hormonal, ello, sumando las inclemencias del sol podrían traer resultados poco amigables.
Sin embargo, con los cuidados esenciales, esto no debería ocasionarte un conflicto. En la siguiente nota te damos las pautas para proteger tu dermis y no perderte una de las temporadas más divertidas de todo el año. ¡Toma nota!
La hidratación es indispensable
Durante la gestación, la producción sebácea de las hormonas subrrenales y tiroideas se altera, por lo que la piel tiende a resecarse con mayor facilidad; en el verano, el problema puede tener mayor repercusión. Una forma de lidiar con su impacto es bebiendo al menos dos litros de agua sola durante el día. Esto permitirá que te mantengas hidratad, lo cual se notará en tu piel. Evita las bebidas azucaradas o gasificadas, ya que aumentan la sed e influyen en la obesidad.
Evita la hora punta
Existe un rango horario durante el día en el que la radiación ultravioleta se manifiesta en su máxima expresión, suele ocurrir entre el mediodía y las 16:00 horas. Evita exponerte directamente al son en las horas mencionadas, de preferencia realiza tus actividades recreativas o pendientes durante la mañana o al caer la tarde. De este modo evitarás dañar tu dermis.
Usa protección solar
Los expertos recomiendan emplear un bloqueador con Factor de Protección Solar no menor de 90, colócalo en el rostro y en las zonas de tu cuerpo que estarán expuestas al exterior. Con ello vas a prevenir la aparición de manchas oscuras y enrojecimiento pronunciado.
Alimentación balanceada
Una mujer embarazada debe mantener un equilibrio en su alimentación, incluye alimentos ricos en antioxidantes, como lo son las fresas, las mandarinas, las naranjas, la zanahoria, la lecha, el pepinillo, la sandía, entre otros.