Ayer por la mañana se volvió a registrar otro aniego en la avenida Los Próceres. Se pudo controlar en dos horas. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
Ayer por la mañana se volvió a registrar otro aniego en la avenida Los Próceres. Se pudo controlar en dos horas. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
Lourdes Fernández Calvo

El hijo de 6 años de Amparo Yanqque Huamaní no quiere hablar. Se ha quedado en silencio desde que vio a su mamá morir la noche del último lunes. “Está mudo, no entiende lo que ha pasado”, cuenta Amilcar Espinoza, el esposo de Amparo. 

Luego del aniego registrado el domingo por la obstrucción en la red de alcantarillado del colector Canto Grande, en San Juan de Lurigancho (SJL), varias zonas del distrito se quedaron sin agua potable. Una de ellas es el asentamiento humano Las Terrazas, donde Amparo Yanqque, de 43 años, vivía con sus tres hijos y su esposo. 

La tragedia se cuenta como una cadena de sucesos que se pudieron evitar. Tras el corte de agua, Amparo y las cerca de 50 familias que viven en la falda de un cerro tuvieron que cargar baldes de hasta 15 litros de agua (en cada mano) y subirlos por una empinada escalera de piedra (hecha por ellos mismos) para llegar a sus casas. 

A las 7 de la noche del lunes, Amparo logró subir los más de 40 escalones con los baldes llenos, pero en el último, a dos metros de llegar a su casa, se resbaló, cayó y se golpeó la cabeza con un ladrillo. Pese al dolor, la familia tiene que seguir cargando agua por el mismo camino. “El alcalde ha llegado y se ha comprometido a apoyarnos, pero nosotros queremos que Sedapal responda por esto”, dijo Espinoza. 

Bajando el cerro, en la Av. José Carlos Mariátegui, familias enteras forman una larga cola en uno de los 53 puntos que Sedapal ha instalado para abastecer de agua potable a los vecinos durante la emergencia. Baldes de aceite, ollas, tinas, botellas. Los vecinos utilizan todo lo que sirva para almacenar agua. “Empezamos a hacer cola a las 6 de la mañana y recién podemos llegar arriba a mi casa a las 11”, cuenta Lorenza Caira, otra vecina de Las Terrazas. 

—Otra vez—

Cuando empezaban a creer que lo peor había pasado, los vecinos de la urbanización Los Jardines despertaron ayer con el ambiente hediondo que los sorprendió el domingo último. Nuevamente, se registró un aniego a la altura de la cuadra 12 de la Av. Los Próceres. Las calles volvieron a inundarse de aguas servidas y los vecinos tuvieron que improvisar costales de arena para evitar que sus casas volvieran a inundarse. La emergencia se controló luego de un par de horas con ayuda de personal de Sedapal, Indeci, el Ejército y de trabajadores de limpieza del municipio. 

El presidente de Sedapal, Jorge Bustamante, explicó que el nuevo aniego se produjo como consecuencia de la fuerte descarga de aguas residuales por el uso concentrado del agua potable distribuida en el distrito.

“La población ha acumulado agua y la ha utilizado toda junta en el mismo tiempo ocasionando que el nivel del agua [de desagüe] subiera y que se desbordara por aproximadamente una hora”, precisó.

Bustamante indicó que buscarán distribuir el agua en menos cantidades en algunas zonas del distrito, pero no descartó que otro desborde de agua residual se repita.

El ministro de Vivienda, Javier Piqué, quien también llegó a la zona, pidió a los vecinos restringir al mínimo el uso de agua potable. “Si hay mucho flujo de desagüe, los técnicos no podrán solucionar el atoro que inició todo el problema”, dijo. 

Precisó que hasta el momento hay 120 actas de viviendas revisadas, a las cuales se les resarcirá el dinero por los objetos que perdieron por la inundación.

Hasta el miércoles, el presidente Martín Vizcarra informó que habría 1.500 personas afectadas y unas 800 casas dañadas por las aguas de desagüe.  

—En emergencia—

La Defensoría del Pueblo precisó ayer que todos los vecinos de San Juan de Lurigancho (más de un millón) están afectados. Algunos por el aniego, otros por falta de agua o por el corte de vías. Por ello, solicitó al Ejecutivo que el distrito sea declarado en estado de emergencia por desastre.

Por la tarde, el ministro de Defensa, José Huerta Torres, manifestó que la zona afectada por el aniego será declarada en emergencia. “Ya se ha formulado el trámite correspondiente ante la PCM [Presidencia del Consejo de Ministros]”, declaró. 

Explicó que esta declaración permitirá que todos los sectores del gobierno puedan participar en las labores de limpieza, fumigación y reparación de viviendas e infraestructura.

Agregó que hoy se empezará a distribuir alimentos a los afectados que temporalmente son alojados en hoteles. 

—Se pudo prevenir—

El Ejecutivo creó ayer la comisión sectorial encargada de determinar las causas técnicas de la rotura del colector que ocasionó el aniego. 

Para el vocero del Colegio de Ingenieros de Lima, Néstor Huamán, lo que se necesita es que Sedapal haga un inventario de los puntos críticos del sistema de alcantarillado de la ciudad para evitar estas emergencias. “Es necesario que las obras públicas se hagan en base a eso para evitar los riesgos”, indicó. 

En tanto, el presidente de Capeco, Enrique Espinosa, opinó que lo sucedido en San Juan de Lurigancho ya se había alertado con anticipación debido a que Sedapal no cuenta con recursos para realizar el mantenimiento de las redes de alcantarillado de la ciudad.

Contenido sugerido

Contenido GEC