La presidenta de la República, Dina Boluarte, participó en un evento con las madres de las ollas comunes, donde destacó la labor de las mujeres que lideran estos espacios con recursos limitados. Sin embargo, sus declaraciones generaron controversia al afirmar que con solo S/10 es posible preparar una sopa, un plato de segundo y hasta un postre. Ante ello, El Comercio recorrió distintos mercados de Lima para conocer los precios de los principales alimentos que consumen los peruanos a diario, concluyendo que se requiere más de esa cantidad para cubrir un plan básico nutricional familiar.
De esta manera, se pudo constatar que los S/10 no son suficientes, ya que en algunos casos el monto total llega a S/23, y en otros hasta S/32. En cada mercado se intentó comprar alimentos básicos para preparar un almuerzo para una sola persona: medio kilo de arroz, una pieza pequeña de pollo para el segundo, una pieza grande para la sopa y plátanos para el postre.
En este recorrido básico no se incluyó algún tubérculo, ensalada, fideos, verduras, etc. Tampoco algún insumo para el refresco ni los aderezos indispensables para una preparación.
En primer lugar, se visitó el Mercado Las Camelas, ubicado en la cuadra 2 de la avenida Stravinski, en San Borja. Allí se verificó que medio kilo de arroz costaba S/2.40, una pieza pequeña de pollo S/2.50, una pieza grande de pollo S/6.30 y una mano de plátanos S/4. El total sumaba S/15.20, lo que representaba S/5.20 más de lo esperado.
Luego, se visitó el Mercado Número 2 de Surquillo, ubicado en la cuadra 7 de la avenida Lizardo Montero. En este mercado, se observó que medio kilo de arroz costaba S/2.30, la pieza pequeña de pollo S/2.50, la pieza grande de pollo S/10.50 y la mano de plátanos S/4. El total fue de S/19.30, es decir, S/9.30 más de lo esperado, lo que representa casi el doble.
Posteriormente, se visitó el Mercado Particular La Pólvora, ubicado en la avenida de las Américas, en La Victoria. Se comprobó que medio kilo de arroz costaba S/2.40, la pieza pequeña de pollo S/6.30, la pieza grande de pollo S/11.80 y la mano de plátanos S/3. Esto sumó un total de S/23.50, más del doble de lo esperado.
Se visitó un supermercado, ubicado en la avenida Angamos Este, en San Borja. En este caso, se verificó que 750 gramos de arroz costaban S/3.70, una pieza pequeña de pollo S/10.30, una pieza grande de pollo S/12.18 y una mano de plátanos pequeños S/6.99. El total ascendió a S/32.09, casi triplicando los S/10 planteados por la presidenta Boluarte.
En el mercado “Mujer Peruana” de Villa María del Triunfo los precios del kilo de papa oscilan entre S/1.50 y S/2 dependiendo del tipo. El kilo de cebolla se vende a S/1.50. El kilo de pollo entero se vende entre S/25 a S/30 y el kilo de carne está S/28.
En Breña, en el mercado Restauración, cuatro huevos se venden a S/2. El litro de aceite más barato se vende a S/5. Las verduras para sopa pueden costar S/2. A todas luces S/10 no alcanzan para poder hacer el mercado completo.
El fondo de la problemática
En una entrevista con El Comercio, Paola Bustamante, extitular del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), abordó la situación de la pobreza en el país, señalando que los datos actuales revelan una realidad alarmante. Según Bustamante, las personas de bajos recursos son aquellas que tienen un gasto mensual inferior a S/446, y aquellos en pobreza extrema tienen un consumo de S/251 o menos al mes. “Los pobres extremos son aquellos hogares que no pueden cubrir siquiera la canasta básica de alimentos”, explicó.
La exministra detalló con cifras la gravedad de la situación. En un hogar de cuatro personas, el monto mensual de S/251 se traduce en apenas S/33.50 al día, lo que significa que cada miembro de la familia tendría solo S/8.40 diarios para cubrir las tres comidas del día. “Esto es lo mínimo necesario para subsistir”, señaló Bustamante, resaltando que este escenario se da en hogares que viven en condiciones de extrema pobreza.
Además, destacó la vulnerabilidad de los niños pequeños, quienes necesitan, al menos, cinco comidas al día para un adecuado desarrollo. “Los niños deben recibir una alimentación más frecuente y nutritiva, algo que no es posible con el monto que algunos tienen para alimentarse”, subrayó Bustamante. En su opinión, las declaraciones de la mandataria normalizan la falta de acceso a alimentos básicos. “No es cierto lo que dice la presidenta, S/10 no son suficientes para una alimentación adecuada”, afirmó.
Para Bustamante, el gobierno tiene la responsabilidad de asegurar que los hogares en situación de pobreza y pobreza extrema cuenten con suficientes recursos para acceder a una alimentación adecuada. Sin embargo, subrayó que el apoyo alimentario no debe ser el único enfoque. “No podemos quedarnos solo en la entrega de alimentos, es crucial pensar en cómo estos hogares pueden salir de la pobreza, y la única manera de lograrlo es generando empleo y oportunidades”, concluyó.
Por su parte, Carolina Trivelli, exministra de Desarrollo e Inclusión Social del Perú, precisó a El Comercio la alta línea de pobreza extrema que afecta a millones de peruanos. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), para el año 2023, la línea de pobreza extrema se sitúa en S/251 por persona al mes, cifra que refleja el costo mínimo necesario para la canasta alimentaria. “Si una familia gasta menos de eso en comida, significa que no está logrando cubrir la cantidad mínima de calorías necesarias para sobrevivir”, explicó.
Trivelli calificó las afirmaciones de la mandataria como “imposibles”, señalando que S/10 al día, lo que suma S/300 al mes, no es suficiente para una alimentación adecuada. “Lo que está diciendo la presidenta es algo totalmente inviable”, subrayó.
Reconoció que ha habido ciertos avances en la lucha contra la inflación y la mejora de la situación alimentaria en el país. Sin embargo, destacó que aún queda un largo camino por recorrer. “Necesitamos que las personas logren recuperar mayores ingresos para poder mejorar su capacidad de consumo”, afirmó. En su opinión, la clave para aliviar la pobreza y la falta de acceso a alimentos es aumentar los ingresos de las familias, lo cual solo se puede lograr con más empleo o mejores remuneraciones. “Las familias no tienen suficiente con lo que ganan, es crucial incrementar sus ingresos”, concluyó.