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La Municipalidad de Miraflores expresó su disconformidad con el proyecto del paso a desnivel o by-pass en el cruce de las avenidas Arequipa y Aramburú promovido por la Municipalidad de Lima.
Tal como lo hizo la comuna de San Isidro –y que propició un enfrentamiento entre los alcaldes Manuel Velarde y Luis Castañeda Lossio–, la gestión del burgomaestre Jorge Muñoz detalló el impacto negativo que ocasionaría la obra.
Por ejemplo, cuestionan que el by-pass no forme parte de un Plan Integral de Movilidad Urbana, que genere problemas de inseguridad vial, afectando a los peatones, y que elimine dos paraderos de transporte público del Corredor Azul sobre la avenida Arequipa.
“Si bien propondría un supuesto alivio al tráfico que se produce en la intersección de las avenidas Arequipa y Aramburú, trasladará este mismo problema a las cuadras adyacentes donde se generarán grandes cuellos de botella”, señalaron en un comunicado.
También señalan que en su construcción se eliminarían alrededor de 600 metros de áreas verdes, “sacrificando más de 100 árboles de más de 30 años de antigüedad”.
“Si bien propondría un supuesto alivio al tráfico que se produce en la intersección de las avenidas Arequipa y Aramburú, trasladará este mismo problema a las cuadras adyacentes donde se generarán grandes cuellos de botella.
Por tal motivo, la Municipalidad de Miraflores lamentó que el proyecto del by-pass no haya sido consultado ni consensuado con los vecinos ni con los alcaldes de los distritos que serán impactados por dicha obra. En ese sentido, propone establecer una Mesa de Trabajo con la comuna metropolitana que incluya a San Isidro “para buscar de manera conjunta, una verdadera solución al problema del tráfico”.
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