El bombero Gustavo Inciso lleva 92 días en una cama de hospital Almenara. Casi muere aplastado durante un incendio. (Piko Tamashiro / El Comercio)
El bombero Gustavo Inciso lleva 92 días en una cama de hospital Almenara. Casi muere aplastado durante un incendio. (Piko Tamashiro / El Comercio)
Oscar Paz Campuzano

Los vecinos pedían ayuda a gritos. Les decían a los bomberos que una anciana y su nieto no habían podido salir de esa quinta de Barrios Altos que se incendiaba. Eran casi las 7 de la noche, del 4 de setiembre del 2018, cuando Gustavo Inciso, Willy Medrano y Percy Pérez, con sus máscaras de oxígeno, una manguera y sus linternas prendidas, entraron hasta el fondo del callejón, donde el fuego se propagaba.
No encontraron a nadie. Era una falsa alarma. Entonces, emprendieron la retirada. Fue en ese momento que oyeron el ruido sorpresivo de la muerte: un techo se desplomó sobre los tres. Gustavo llevó la peor parte.

Los escombros de quincha y adobe cubrieron todo su cuerpo, desde la cabeza hasta los pies. En esa espantosa oscuridad, Gustavo pudo seguir respirando gracias a su equipo de oxígeno.“Toda la vida se me cruzó en un instante”, cuenta ahora Gustavo en una cama del hospital Almenara, de Essalud.

Los rostros de sus amigos Alonso Salas Chanduví, Raúl Lee Sánchez Torres y Eduardo Porfirio Jiménez Soriano aparecieron entre los fugaces recuerdos que lo asaltaron bajo tierra. Ellos son los tres bomberos de la Roma 2 que murieron en un incendio en El Agustino, hace dos años.

Esa noche del 19 de octubre del 2016, Gustavo cenó entre risas con Salas y Jiménez antes de que estos últimos salieran disparados a la que fue la última emergencia de sus vidas.

“A ellos les pedí que no me dejaran morir y entonces reaccioné. Comencé a moverme y a gritar: ¡Por aquí! ¡Ayuda!”, recuerda Gustavo.

Veinticinco minutos después, el bombero fue desenterrado con vida en la quinta por sus compañeros.

—Sin una pensión—
Le diagnosticaron quemaduras de segundo y tercer grado en las piernas, y una fractura en el fémur izquierdo. Estuvo a punto de perder la pierna.

Los médicos de Essalud le practicaron siete operaciones. La última fue para colocarle una placa de aluminio en el fémur, una intervención compleja que permitió devolverle el tamaño y la movilidad a la pierna herida. Hoy, en el Día del Bombero Voluntario Peruano, Gustavo cumple 92 días hospitalizado y sin poder trabajar.

Él es un trabajador independiente de 44 años, con un hijo de 19 que estudia en la universidad. Mantiene su hogar con el dinero que gana por diseñar estructuras metálicas para una empresa ubicada en Cieneguilla.

Al no tener un contrato de trabajo y no gozar de beneficios laborales, solo lo ampara el Decreto Legislativo 1260. Esta norma, entre otras cosas, le da derecho a recibir “prestaciones de salud a cargo de Essalud”, a ser incorporado al Seguro Integral de Salud (SIS) y a una pensión de gracia excepcional y temporal “en caso de incapacidad permanente o fallecimiento”.

Gustavo no tiene incapacidad permanente, sino temporal, porque de acuerdo con los informes médicos él podrá recuperar la movilidad de la pierna, pero la recuperación será lenta. Entonces, a Gustavo no le corresponde una pensión.

Bomberos interviniendo en el incendio de Las Malvinas, en el 2017. (Archivo)
Bomberos interviniendo en el incendio de Las Malvinas, en el 2017. (Archivo)

En estos tres meses sin salario, Gustavo ha tenido que apelar a sus ahorros. No sabe hasta cuándo le alcanzarán; tampoco sabe cuánto tiempo seguirá en una cama.

La Intendencia Nacional de Bomberos, entidad adscrita al Ministerio del Interior (Mininter) que creó el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski en el 2016 para liberar a los bomberos de las labores administrativas, señaló que este año siete bomberos se accidentaron en Lima y Callao.
Además de Gustavo, quedaron heridos Wilfredo Medrano, Percy Pérez, Walter Guabe (inhalación de humo y policontusiones), Jean Márquez, Benjamín Otero (policontusiones) y Cristian Collantes (fractura). Ellos recibieron atención médica y cobertura de los gastos adicionales en su tratamiento.

—Ampliar cobertura—
El inspector general del Cuerpo General de los Bomberos Voluntarios del Perú, brigadier general Duilio Nicolini Alva, dijo que “lamentablemente [el Decreto Supremo 024-2017-IN, que reglamenta el otorgamiento de la pensión de gracia excepcional y temporal para los bomberos] no aplica para Gustavo, porque este no da cobertura por incapacidad temporal”.

Nicolini dice que el Decreto Legislativo 1260 y el Decreto Supremo 024-2017-IN deben modificarse para incluir la protección financiera de los bomberos que quedan incapacitados de forma temporal en actos de servicio.

El abogado laboralista Carlos Cárdenas también considera que “sería razonable extender la cobertura para bomberos que quedan con incapacidad temporal, porque también requieren tutela de parte del Estado”.

“El bombero accidentado –dice Nicolini– tiene que seguir pagando el colegio de sus hijos, los servicios públicos, sus deudas, y todas las obligaciones en su hogar. Si hay voluntad política de parte del Mininter, esta norma podría ser modificada mañana mismo”.

Cárdenas dice que Gustavo podría beneficiarse con un cambio en la norma si, al entrar en vigencia, su incapacidad temporal continúa.
Gustavo Inciso, aún con la pierna izquierda adolorida que poco a poco comienza a mover, quiere que la próxima vez que un bombero arriesgue su vida tenga la seguridad de que si algo le pasa, el Estado no lo dejará solo. 

Mininter anuncia cambios en la ley
Luego de conocer este caso, el Ministerio del Interior reveló que propondrá en el Gabinete Ministerial modificar el D.L. 1260 para que los bomberos con incapacidad temporal accedan a una pensión.

En una comunicado enviado a El Comercio, en respuesta a este informe, el Mininter reconoció que la actual norma genera una “omisión”, que “debemos corregir”.

La propuesta de ley –señaló la entidad– la trabajarán con el Ministerio de Economía y Finanzas.

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