Apps de taxi
Apps de taxi

Las últimas denuncias por agresión y robos a bordo de nos llevan a analizar algunos factores importantes que debe tener en cuenta un pasajero si opta por este tipo de servicio.

Buena parte de los usuarios cree que una app de taxi es garantía de seguridad y responsabilidad; sin embargo, existen vacíos legales y desconocimiento que podrían terminar perjudicándolos. 

1. No son empresas de transporte
Uber, Taxi Beat e Easy Taxi no son empresas de transporte. No tienen una flota de taxis ni de autos particulares, pues solo son aplicaciones de celular que une a un pasajero con un conductor, es decir, interconecta a una persona con un vehículo libre y a un usuario que necesita trasladarse a un determinado lugar. Algunas de estas empresas han optado por quitar la palabra "taxi" de sus nombres: Easy Taxi ahora es Easy, Taxibeat es Beat.

2. No pueden ser fiscalizados como taxis
Los choferes de apps que circulan en Lima no pueden ser fácilmente fiscalizados porque cumplen una figura de “conductor privado” y sus vehículos, de los que son propietarios, no están identificados como taxis. “Uber no nos exige nada a los conductores porque no soy taxista, sino conductor privado”, dice un conductor de esta app. Aunque digan que no son taxistas, en la práctica es un servicio de transporte que debe ser regulado. Mientras no lo sea, sería un servicio de transporte informal. Para la abogada Mariana Alegre, coordinadora del observatorio Lima Cómo Vamos, los taxis por app “no son formales, pero dan un servicio que necesitamos por la seguridad que garantizan”.

3. Conductores no son empleados
Los conductores de las apps de taxi legalmente no son trabajadores de la empresa, sino únicamente usuarios que utilizan la aplicación para conseguir pasajeros. Eso quiere decir que no figuran en la planilla de empleados de las compañías. Luego de su inscripción, según estas apps, pasan por un filtro para recién ser llamados ‘usuarios conductores’. Todo ello explica por qué hay conductores que trabajan con más de dos aplicaciones a la vez.

4. Choferes no tienen obligación de usar SOAT para taxi
Por la misma falta de regulación municipal, y debido a que no están inscritos como taxis, los conductores de esta aplicación podrían circular sin un SOAT para servicio de transporte urbano, y tras un accidente esto podría terminar perjudicando a los pasajeros. 

5. El conductor está tan en riesgo como el pasajero
Una gran cantidad de taxistas también denuncian ser víctimas de robos y agresiones, y la aplicación tampoco está obligada a intervenir. Eso se debe a que los choferes no están en planilla pues no son trabajadores de la empresa. Las app de taxi solo conectan un pasajero con un chofer que tiene el vehículo libre. Solo el sistema de Uber le permite al conductor calificar al pasajero con una puntuación negativa en caso de falta de pago o mal comportamiento, y Uber se encarga de sancionarlo. 

6. La seguridad no está garantizada
Tomar una de estas unidades obtenidas por un taxi de app no hace que el pasajero esté menos propenso a sufrir un robo en una ciudad tan insegura como Lima. Varias de estas aplicaciones confían en los documentos registrales que el conductor les da sobre él y el vehículo, al momento de inscribirse en el servicio. La única ventaja es que las apps proporcionan información sobre los conductores, como su rostro y su nombre.

7. Los conductores no cobran un salario
Los choferes que usan estas aplicaciones para obtener pasajeros no pagan un monto mensual a la empresa, sino una comisión por viaje que va desde el 12% hasta el 25%. Esta comisión es aplicada por la empresa de apps por el servicio de interconexión que le brinda al chofer para conseguir un pasajero que necesita trasladarse. 

8. Las autoridades buscan maneras de fiscalizarlos
​Los municipios de Lima y Callao tratan de enfrentar la informalidad que, en la práctica, tienen estos vehículos al no tener SOAT para taxis y no tener a conductores vinculados a la empresa. Hace unos meses, la Gerencia de Transporte de Lima reconoció a El Comercio la dificultad para controlar la informalidad en el servicio. “Las normas son del 2013, cuando todavía no existían estas aplicaciones, pero eso no indica que los que la usen sean formales”, dice Álvaro Castro, gerente de transporte de Lima. “Por ahora estamos velando que la norma se cumpla. Además, estamos generando que los trámites para autorizar el servicio se agilicen”, añade. En el caso del Callao, se conoce que también realizan redadas inopinadas para 'pescar' y sancionar a los que no tengan SOAT ni permiso municipal para hacer taxi. 

9. Hay un proyecto en marcha
En junio del 2017, el congresista de Fuerza Popular, Miguel Elías Ávalos, presentó un proyecto de ley que busca regular el servicio de taxi que se brinda a través de aplicaciones para smartphones en Perú. La iniciativa legal N° 1505/2016-CR tiene como fin asegurar la legalidad del servicio que brindan empresas como Uber, Taxibeat, Easytaxi, Cabify y Gaima App, las más populares del mercado.

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