Las andas del Señor de los Milagros son las bases que sostienen a esta venerada imagen. Su renovación con el paso de los siglos ha hecho que adquieran un valor histórico, artístico y religioso incalculable.
LEER TAMBIÉN: Señor de los Milagros: ¿Cuándo sale la procesión, a qué hora y cuáles son los desvíos del tránsito?
La primera de ellas data de 1687, época en la que solo se necesitaban ocho personas para cargar la estructura, en ese entonces, de madera. Sobre ella era colocada la imagen, que a su vez era rodeada por un arco de plata.
Vladimir Velásquez, director del Proyecto Lima Antigua, contó a El Comercio que con motivo del centenario de la Independencia del Perú, en 1921, se decidió cambiar las andas de madera por unas de plata. Su inauguración recién se realizó el 15 de octubre de 1922.
“Se propuso construir unas andas nuevas entre los años 1919 y 1920 para que puedan presentarse en el centenario de la Independencia. Sin embargo, hubo un cierto retraso y se terminó en 1922. El objetivo era que de alguna manera la imagen del Cristo Morado se engalane, engrandezca”, indicó.
Para la ceremonia de inauguración, celebrada una mañana de domingo, se habían mandado a acuñar medallas de oro y plata, pequeñas, de 3 cm de diámetro. Estas fueron obsequiadas a personalidades de la época y de la hermandad del Señor de los Milagros.
“Es en la plazuela de las Nazarenas que se realizó esta ceremonia. Fue llevada a cabo por el arzobispo de la época, Emilio Lison. Uno de los padrino fue el presidente Augusto B. Leguía y una señora llamada Juana Olaechea de Sanders”, señaló Velásquez.
Culminada la ceremonia, en la cual se dio una especie de bendición a las nuevas andas, la sagrada imagen salió en procesión con dirección a la Plaza Mayor de Lima.
Características
Las nuevas andas, utilizadas hasta la actualidad, fueron diseñadas por el escultor y pintor Leonardo Jáuregui. Su base está hecha de madera con cuatro patas y las cuatro varas en roble de Guayaquil.
Su principal motivo escultórico son los ángeles - luminarias que ocupan las esquinas. Fueron diseñados por el dominico fray Rosario Zárate. El trabajo de orfebrería fue realizado por Manuel T. Mercado y los maestros plateros Manuel y Otoniel Alva, Manuel Benalcázar, Vicente Alcántara, Emilio Lizárraga e Hipólito Gálvez.
Se utilizaron unos 450 kilos de plata fina procedentes de donaciones y la fundición de muchos exvotos o ‘milagros’. El peso total de estas andas oscilaba alrededor de los 990 kilos, por lo que se necesitaban a 32 hermanos cargadores para levantarla.
En 1962 se hicieron algunas reformas como el forrado en plata de la parte alta de la base de madera. Con el paso de los años, el peso de la estructura fue aumentando a medida que se incorporaron reflectores, baterías, nuevas varas y adornos de oro y plata con fina pedrería que le dedicaban sus fieles.
Las andas nunca han sido pesadas estando armadas, sino por partes. dando un total aproximado de 1.200 kilos. Si el peso fuera distribuido uniformemente, cada cargador llevaría sobre sus hombros unos 35 a 37 kilos. Para moverla se necesitan 34 hermanos cargadores.
Preparación
Las Madres Nazarenas son las encargadas de ‘vestir’ las imágenes con las ofrendas donadas por los fieles. Dos semanas antes de la primera salida del Cristo de Pachacamilla del monasterio de las Nazarenas hacia el santuario, los Patrones de Andas comienzan a armarlas. Unas seis personas son las encargadas de este trabajo y son nombradas por las Madres Nazarenas Carmelitas Descalzas.
El proceso se inicia con la limpieza de las piezas de plata y luego con su fijación. Así las andas quedan listas para que las sagradas imágenes del Señor de los Milagros y de la Virgen de la Nube sean ubicadas en la parte alta, sobre la tarima superior. Como los lienzos y los marcos de plata pesan más de 200 kilos se utiliza un dispositivo electrónico para levantarlos sin peligro.
Los 34 primeros cargadores que levantarán las andas son elegidos por las Madres Nazarenas entre los benefactores y amigos del monasterio. Antes de iniciar la procesión, el arzobispo de Lima eleva una oración e inciensa las sagradas imágenes.
Al mediodía el patrón de andas golpea con un martillo la campana de acero cromada que está en medio de las varas centrales. Esta señal indica a los cargadores que deben colocarse bajo las varas. Al escucharse un segundo golpe, todos se ponen de pie alzando las andas. Al abrirse las puertas del monasterio, la banda de músicos interpreta la “Marcha de banderas”. Así comienza la procesión.
En las primeras procesiones no había un grupo de cargadores y las andas eran portadas por los vecinos de Pachacamilla y fieles.
Cargadores de la sagrada imagen
El 2 de noviembre de 1878 se constituyó la Hermandad de Cargadores y Sahumadores del Señor de los Milagros integrada por hombres y mujeres. Sería en 1920 cuando adquirió personalidad jurídica y en 1955 tuvo el reconocimiento eclesiástico. En la actualidad, la Hermandad del Señor de los Milagros de Nazarenas está conformada por unos 4.700 miembros, entre cargadores, sahumadoras, cantoras y honorarios.
La procesión se conduce bajo la responsabilidad del ‘Mayordomo General’ quien dispone cómo se efectúan los homenajes y verifica los tiempos. Los cargadores, quienes son la mayoría de miembros, conforman las cuadrillas que están compuestas por un máximo de 200 hermanos cada una. Las cuadrillas son dirigidas por un capataz.
El equipo de cargadores reciben un nombre de acuerdo a su ubicación: los esquineros, que se ubican en las varas de los extremos, y los templadores, que se colocan en las dos varas centrales. Los auxiliares son 10 y se sitúan a cada lado de las andas. El capataz se pone al frente y golpea la campana con el martillo para indicar el momento de levantarlas o bajarlas.
Para alzar las andas, se hace sonar dos veces la campana. Después del primer toque se da la voz “armen” y los cargadores colocan el hombro bajo las varas para levantarlas al segundo toque de martillo. Antes de bajar las andas se da la voz “firmes”, que sirve para detener la marcha. Luego se aguarda el toque de martillo para realizar el descenso.