Daniel Urresti dice que puede reducir en 30 minutos el tiempo de viaje de los limeños, quienes actualmente invierten hasta dos horas y media para ir y regresar a sus trabajos o centros de estudios. ¿Es posible hacer esto en una ciudad donde cada año ingresan 150.000 autos nuevos a sus calles?
Para escuchar sus propuestas y hacerlo vivir en carne propia la congestión que afecta a diario a los ciudadanos, la campaña #NoTePases de El Comercio decidió sentarlo al volante. El viaje comenzó en Jesús María el último martes a las 9:00 a.m. El candidato de Podemos Perú puso primera marcha y arrancó hablando de su principal arma de batalla: un programa denominado Tránsito Rápido.
“Consta de cuatro puntos. El primero es señalizar toda la ciudad. Segundo, colocar cuatro mil semáforos sincronizados. El tercero consiste en rediseñar cerca de 600 intersecciones viales que son cuellos de botella. La cuarta medida es hacer que el tránsito de carga pesada y los ómnibus interprovinciales circulen en Lima de 9 p.m. a 6 a.m.”, dijo Urresti, mientras manejaba hacia el Cercado de Lima.
Para el abogado Luis Quispe Candia, presidente de la ONG Luz Ámbar y experto en materia vial, la promesa de reducir en media hora el tiempo de viaje no se cumpliría, debido a que las soluciones que propone no enfrentan las causas básicas de la congestión.
“La demora en los tiempos de viaje existe porque no tenemos un sistema de transporte público eficiente. El Metropolitano, los corredores y el metro de Lima solo cubren 1 de los 16 millones de viajes que se realizan al día. El resto lo hacen combis y coasters”, señaló.
El especialista añadió que, como estos últimos servicios son deficientes, surgen como alternativa los taxis colectivos o los taxis baratos que han hecho crecer el parque automotor en los últimos años.
—Más depósitos—
A las 9:45 a.m. y atorados en la plaza Grau, el militar en retiro dijo que es urgente habilitar nuevos espacios como depósitos para los vehículos con orden de captura (los siete depósitos municipales no tienen capacidad para albergar más autos).
Sin embargo, algunas propuestas de Urresti parecían contradecirse con las que están en su plan de gobierno. El candidato explicó que la prioridad en el transporte es el peatón, seguido de la bicicleta, el transporte público y el vehículo particular. Según observó El Comercio, de las 21 propuestas viales de su plan de gobierno ninguna alude a los peatones y solo una menciona la necesidad de integrar las ciclovías.
Para Urresti, la informalidad en el transporte es otro problema que quiere solucionar. Él responsabiliza a la supuesta corrupción que promueven los inspectores municipales. “Cuando estuve contra los mineros ilegales en la selva, los puse contra las cuerdas”, señaló el ex ministro del Interior. Si fuera alcalde, ¿a quién pondría contra las cuerdas?, le preguntamos. “A todo el que no obedezca las normas”, respondió. Pero él es uno de los que, precisamente, no cumplen las normas: luego de dos horas al volante con este Diario, descubrimos que manejaba con la licencia vencida.