El Centro de Lima volvió a ser zona focal del conflicto suscitado el sábado pasado, cuando cientos de manifestantes se enfrentaron a la Policía Nacional del Perú (PNP) en el marco de las protestas en contra del gobierno de Dina Boluarte. El cruce de las avenidas Nicolás de Piérola y Abancay fue el punto de mayor violencia y fue en esta última avenida donde falleció Víctor Santisteban Yacsavilca.
Durante los enfrentamientos, vándalos destruyeron bermas y veredas con la finalidad de obtener objetos contundentes que pudieran ser lanzados a la policía. También se dañaron árboles y señalización, elementos que fueron usados para atacar a los agentes del orden y protegerse de las lacrimógenas y perdigones.
En conversación con El Comercio, Roberto Pérez, gerente de servicios a la ciudad de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML), reveló que las brigadas de limpieza recogieron hasta 25 toneladas de escombros durante la madrugada del domingo 29.
El funcionario añadió que los daños ocasionados durante la tarde del sábado se contabilizan por encima de los 100 mil soles. En total, desde inicios de enero, se estiman perjuicios por un 1.4 millones de soles. “Poco a poco, están destruyendo la ciudad”, expresó.
Pérez explicó que nueve rejas de la MML fueron afectadas el sábado, así como 300 metros cuadrados de sardinel, 40 árboles, señalética y un semáforo del cruce de las avenidas Abancay con Nicolás de Piérola. También se registraron hasta 800 metros lineales de grafiti. El gerente indicó que los puntos más afectados son el cruce mencionado y la intersección de la avenida Abancay con el jirón Leticia. “Parecía como si hubiera habido una catástrofe”, refirió el funcionario al describir esta última zona.
Según reportó la MML, desde enero de este año se han dañado cinco kilómetros cuadrados de áreas verdes, 75 papeleras, 100 árboles, 100 postes ornamentales y luminarios, 40 bolardos, 30 bancas ornamentales, 800 metros lineales de bermas centrales, 80 metros de veredas adoquinadas y 8 tapas de buzón. En este tiempo, se han recogido de alrededor de 200 toneladas de piedras, desmonte y residuos sólidos, además de registrarse 2,500 metros de pintas.
Fotos: Hugo Curotto
El funcionario aclaró que la Municipalidad solo está limpiando los espacios públicos y realizando mantenimiento preventivo debido a la constancia de los enfrentamientos en la capital. Refirió que, una vez terminen las protestas, la reparación de los espacios públicos dañados durará alrededor de cuatro meses.
Daños en la Corte Superior de Justicia
Durante los actos vandálicos se atacó a la Corte Superior de Justicia, ubicada justo cruce de las avenidas Nicolás de Piérola y Abancay. En conferencia de prensa, el presidente del Poder Judicial, Javier Arévalo, informó que algunas ventanas de la sede habían sido destruidas, al igual que las gradas del ingreso principal.
El representante del Poder Judicial reiteró su pedido a la presidenta Dina Boluarte de reforzar la seguridad de las sedes judiciales, las cuales han sido víctimas de múltiples actos vandálicos en diferentes provincias del país. Arévalo añadió que se podría utilizar el apoyo de las Fuerzas Armadas para dicho resguardo.
Planean declarar el Centro de Lima como zona intangible
Rafael López Aliaga, alcalde de Lima, anunció este domingo que se declarará el Centro Histórico de Lima como zona intangible. Esto con el fin de proteger dicha zona de los actos vandálicos que vienen suscitando en la capital durante las manifestaciones. Además, el burgomaestre enfatizó en que las plazas San Martín y Dos de Mayo también estarán bajo esta condición.
Roberto Pérez precisó que la iniciativa se establecerá en el denominado Damero de Pizarro, con el fin de “ayudar a proteger el patrimonio”. El funcionario alegó que, a pesar de declararse intangible, “no se restringirá el tránsito peatonal, ni vehicular, ni la protesta pacífica”.
Respecto a esto, el urbanista Aldo Facho Dede aclaró a El Comercio que esta iniciativa podría generar más problemas que soluciones. Las zonas intangibles son espacios protegidos de excepcional importancia cultural y biológica, en donde existen restricciones sobre su uso.
"El Centro Histórico de Lima es Patrimonio Mundial y cuenta con un reglamento especial que determina qué se puede hacer y que no en los espacios públicos y edificaciones"
“Este concepto implica, en su definición, que el espacio intangible no se puede tocar. Para hacer efectiva su condición se debe reglamentar y ello implica importantes restricciones a las actividades, intervenciones y construcciones”, mencionó el experto.
“El Centro Histórico de Lima es Patrimonio Mundial y cuenta con un reglamento especial que determina qué se puede hacer y que no en los espacios públicos y edificaciones. Este reglamento es bastante detallado y limitante, dado que busca preservar la condición de patrimonio del conjunto urbano sobre cualquier otro interés”, esclareció el urbanista.
Finalmente, Facho Dede agregó que la turba de manifestantes no evitaría protestar en el Centro de Lima por ser declarada zona intangible.