Fue la última en enterarse que había sido la elegida. A sus 82 años, alejada de los círculos parisinos y desconectada del mundo, la escritora Annie Ernaux (Normandía, 1940) no estaba pendiente del teléfono ayer por la mañana. Como admitió el portavoz del Comité del Nobel, nadie en Estocolmo fue capaz de contactarse con ella antes de anunciar públicamente su elección con el premio de Literatura de este año. Es la mujer número 17 en obtener el galardón en sus 121 años de historia.
Fue por la insistencia de la prensa que Ernaux acusó recibo. En declaraciones a la televisión sueca, ella aseguró, aún sin creer la noticia del todo, que el galardón resultaba para ella un honor y una responsabilidad porque “le obliga a dar testimonio con precisión y con justicia sobre el mundo”.
Y vaya si la escritora gala ha dado testimonio de vida. El jurado de la Academia Sueca justifica el galardón a la escritora francesa “por el coraje y la agudeza clínica con la que desvela las raíces, el distanciamiento y las restricciones colectivas de la memoria personal”. Veamos: en “Pura pasión”, habla descaradamente del sexo masculino en la relación de una mujer culta, divorciada, y económicamente independiente, con un diplomático de un país de Europa del Este; en “El lugar”, analiza los complejos y prejuicios de la clase obrera y su deseo por ascender a la educada burguesía urbana. En “La vergüenza”, Ernaux cuenta cómo su padre quiso matar a su madre, una tarde de domingo, cuando ella era una niña. En “El acontecimiento”, escribe sobre su primer embarazo y la certeza de que no quería traer aquella criatura al mundo, dando detallada cuenta de su aborto clandestino. Adaptada al cine el año pasado por la realizadora Audrey Diwan, “El acontecimiento” se encuentra actualmente en la plataforma de HBO Max.
En su obra, la francesa “revela la agonía de la experiencia de clase” y describe emociones como “la vergüenza, la humillación, los celos o la incapacidad de ver quién eres”, con lo que ha logrado “algo admirable y duradero”, recalcó la Academia Sueca.
Grecia Cáceres, escritora peruana radicada en París, confiesa la gran felicidad experimentada ante la noticia de la nueva Nobel. “Su escritura viene excavando, desde ‘La place’ en 1986, en la memoria. a la vez personal y común, de las mujeres de su generación. Ella expresa las dificultades de su construcción humana y la lucha por un lugar en un mundo hostil”, afirma.
Para Cáceres, esta hostilidad no radica solo al provenir de la clase popular, de un pequeño pueblo de Normandía, con padres que no tenían ninguna relación con la vida intelectual, sino también por hablar de experiencias fundamentalmente femeninas, inspiradas en la maternidad y la crianza, del amor de la pareja, de la familia, con un lenguaje crudo pero fruto de un trabajo muy sutil de escritura.
“El lector se encuentra en una situación difícil ante sus textos. Se le obliga a tomar posición ante lo que lee. En su último libro, “Pura Pasión”, que ha tenido muchísimo éxito en Francia, habla de su relación amorosa con un hombre mucho más joven. Se puede decir que casi todas las experiencias de una mujer en la segunda mitad del siglo XX están en su obra, con esa visión a la vez sociológica y literaria que la caracteriza”, explica.
Asimismo, Cáceres recuerda la hermosa y larga relación epistolar que la escritora Nobel sostuvo con su colega peruana Patricia de Souza, cuando ya esta última estaba enferma de cáncer. Antes de morir, en octubre de 2019, Ernaux siempre le dio ánimos. “Lamentablemente no se pudieron conocer, pero que se admiraban mutuamente”, comenta.
En efecto, Patricia de Souza, conocedora en profundidad de la obra de la francesa, escribiría en una crítica sobre su libro “Memoria de Chica”, publicada en la web “Las Criticas” dirigida por Nataly Villena, comentaría: “Ni Duras, ni Beauvoir, ni Colette, han hablado desde una clase inferior a la clase media alta, ni con tanto detalle, ni con tanta obsesión”.
Por su parte, Ernaux dedica palabras muy tiernas en el prólogo de “Lointain Pérou”, libro de De Souza publicado póstumamente en París. “Estoy leyendo el libro de Patricia, con el corazón apretado ante un estado de profundidad, de sensibilidad hacia el mundo, hacia todo lo que le queda tenue y le duele. Es muy hermoso”, escribió.
Las traducciones de los libros de Ernaux al castellano no han sido especialmente abundantes en nuestro medio. En 2015 se quedó sin editor en España, y un sello pequeño, Cabaret Voltaire, se dedicó a editarla solo en la península. Mas tarde, el sello Tusquets adquirió los derechos para nuestra región, pero los nuevos títulos no habían llegado a nuestro país antes del premio. Felizmente, la editorial ha confirmado que cuatro títulos suyos, “Pura Pasión”, “El lugar”, “la verguenza” y “El acontecimiento”, arribarán en breve a librerías locales.
“La literatura ha sido un cuchillo para ir en busca de las cosas”, ha declarado a la prensa la actual Nobel de Literatura, una mujer que devuelve la gloria a la literatura francesa, (el país más premiado con 16 ganadores) pero que especialmente glorifica a la libertad de la propia escritura, en donde mujeres y hombres pueden identificarse con sus misterios, sus miserias y su sufrimiento tan íntimo.
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