Tras años alejado del Perú, Kevin Johansen nos visita este 4 y 5 de octubre como parte de su gira por su nuevo disco “Tú ve”, un álbum poblado de ‘covers’ que paradójicamente es uno de sus trabajos más personales hasta la fecha, donde el cantante argentino-estadounidense interpreta algunas de las canciones que más lo han tocado en su vida acompañado de artistas de la talla de David Byrne, Jorge Drexler, Natalia Lafourcade, entre muchos otros.
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A solo unos días del espectáculo que lo llevará nuevamente al escenario del Gran Teatro Nacional, el cancionista - término preferido por el propio Johansen – nos habló no solo de su nuevo disco, sino también su secreto para mantener fresca su música, su admiración por el género urbano y si existe la posibilidad de un reencuentro para la banda de su juventud, Instrucción Cívica.
—Me ocurrió algo curioso antes de esta entrevista y es que me la ofrecieron el mismo día que vi que salías como portada de nuestra publicación hermana Somos. Me he estado rompiendo la cabeza pensando cómo no repetir preguntas, por lo que haré trampa y te preguntaré, ¿cómo haces para no caer en los caminos ya antes recorridos?
Mira, es una línea delgada. Porque, por un lado, ya después de un tramo de carrera, se supone que hay un sonido que es el que te ha llevado a tener una trayectoria interesante y que te ha ido bien con lo que has mostrado. Entonces, yo siempre digo que el hecho creativo es tocar un nervio propio para tocar uno ajeno, ¿no? También te podría decir que siempre he sido como bastante exigente conmigo mismo de no copiar, de ser lo más original posible, aunque a su vez creo que los artistas debemos ser permeables y debemos recibir las influencias ineludibles que hay y elegir las que nos gustan más, aunque luego poniendo nuestra propia impronta.
Recientemente hablé con un colega tuyo que me preguntaba cómo hacía para cantar nuevas canciones cuando el público quiere escuchar los éxitos de siempre. Y la verdad es que a mí, por suerte, lo que me sucede es que no me aburro de las canciones que por ahí la gente pide mucho como “Anoche soñé contigo”, “Guacamole” o “Desde que te perdí”. Te digo que como cantautor y como cancionista - sobre todo me gusta más ese término- me parece que es súper importante recordar que los artistas, sean grandes o pequeños, si tienen un manojo de cuatro o cinco temas que la gente recuerde, ya es un milagro. *Risas* Ya es una suerte mía que hay que agradecer cuando la gente me pide repetidamente alguna canción, porque he logrado tocar un nervio amplio, ¿no?
—Y con esto justamente entramos al nuevo disco “Tú ve”, un álbum algo introspectivo que vuelve a grabar varias canciones de tu historia, aunque dándoles un nuevo sonido con las colaboraciones. ¿Es la idea del disco el renovarse viendo al pasado?
Sí, y a su vez, sentir que una buena canción siempre es nueva, nunca envejece. Y esto también es un manojo de canciones que me han atravesado. Es mi primer disco prácticamente de ‘covers’, porque hay ocho versiones de otros autores y apenas tres mías, así que fue un ejercicio en ese sentido de mirar hacia adentro. Es, a su vez, un disco que habla mucho de mí a pesar de ser un álbum de temas de otros, porque todas las canciones que fueron seleccionadas me han influenciado profundamente.
—Y ciertamente también es un disco que suena diferente a lo que estamos acostumbrados. Por ejemplo el tema “Tú ves”, el que le da nombre al disco, adquiere una dimensión completamente distinta gracias a la voz de Natalia Lafourcade, convirtiendo un monólogo en un diálogo. ¿Por qué elegiste este tema para darle nombre al disco?
Bueno, fue una canción que salió justo en la prepandemia con el disco “Algo Ritmos”, un tema que no fue ni de corte de difusión ni tuvo un videoclip, y la verdad es que siempre tuve ganas de que hubiera sido más preponderante, entonces era como su revancha. Fue muy interesante, porque cuando fui a grabar con Natalia a su casa en México tenía pensado que cantaríamos “El advertido” de Violeta Parra, pero ella me dijo que quería cantar una canción mía y que la eligiera yo. No sé, vi algo ahí que me parece era esa vuelta que mencionabas, de cómo una voz de mujer cantándola le daba otro sabor, otro ‘feeling’. Lo mismo pasó con “Desde Que Te Perdí”, donde la voz de Silvia Pérez Cruz también la cambia de lo genérico, de lo que se presupone, que es la pérdida cantada solamente desde la perspectiva del género masculino.
—¿Qué otra cosa te parece que distingue al disco?
Yo creo que lo que tiene el disco en general, hablando de sus temas, es que hay muchas traducciones. Está “Last Night I Was Dreaming With You”, originalmente “Anoche soñé contigo”, que la canta David Byrne en inglés. “Oración al tiempo”, originalmente en portugués, la traduje también al castellano, mientras que “El cielo” es de la canción de Talking Heads y David Byrne “Heaven”.
También hay una suerte de ‘traducciones musicales’, como por ejemplo el transformar “Perfect Day” de Lou Reed en una zamba con zeta también fue interesante. Y también hay traducciones de la letra y musicales en la versión candombe ríoplatense de “Suzanne” por Leonard Cohen junto a (Jorge) Drexler. Hay una frase que me gusta mucho que dice que la música es el primer idioma y eso lo muestra el hecho en que hay millones de personas que aman los Beatles, pero que no entienden ni una palabra de lo que están diciendo. Eso no importa, porque se enamoraron de la música.
—¿Cómo se decidió qué ‘covers’ incluir en el disco?
En el caso de la versión candombe de “Suzanne” de Leonard Cohen, surgió de que Juan Campodónico - productor del disco - vio que Jorge (Drexler) cantaba esta canción con un rasguido muy sutil de candombe durante unas fiestas entre familias y amigos que hacíamos en el náutico de San Vicente en Galicia, donde nos juntábamos a tomar un vino e interpretar temas de Caetano, Violeta Parra, Chabuca Granda, entre otros.
Después, afortunadamente, también se enamoró de un par de ideas mías como la de hacer la versión zamba de “Perfect Day” o una versión muy particular de “El Tungue Lé” de Eduardo Mateo junto a Rubén Rada. Así que el disco está lleno de pequeños hallazgo y pequeños guiños de las versiones donde, quizás inconscientemente, yo quería mostrar que una buena estructura de la canción, una buena ‘arquitectura’, es irrompible. Se puede transformar en un edificio art déco o en uno neo clásico y se sostiene.
—¿Hubo alguna canción, algún ‘cover’, que se quedó fuera del disco, como la versión de “You Won’t See Me” de los Beatles que sacaste recientemente en redes sociales?
*Risas* Bueno, yo tengo varias versiones de los Beatles, tengo esa versión bossa nova que subí de “You Won’t See Me” y también tengo una versión chacarera que queda muy bien de “We Can Work It Out”, también de Lennon y McCartney. Pero la verdad es que hay muchas, muchas versiones que tranquilamente podría haber un volumen dos de “Tú ve”. Hay cientos de canciones que a uno lo marcan, como otra que traduje titulada “16 Toneladas” (“16 Tons”), una canción del año 47 que es casi un manifiesto comunista gringo sobre los mineros de carbón. Y me pareció interesantísimo traducirla a pesar de que ya ha sido adaptada al castellano, ya que la tradujemás ‘argentinamente’,
Un poco lo que hablamos con Campodónico cuando arrancamos la producción es que él tenía muchas ganas de que el disco tuviera pocos elementos, pero un sonido grande. Algo parecido a cuando Rick Rubin grabó a Johnny Cash, con pocas cosas y con el énfasis en la voz de Johnny.
—Es un regresar a lo más básico de lo que significa Kevin Johansen.
Sí, total.
—Una de las colaboraciones más interesantes es la que ya mencionaste con David Byrne. ¿Cómo se dio?
Siempre cuento que soy muy pudoroso con mis ídolos. Sabía que David Byrne me había visto tocar alguna vez en Nueva York, donde me había venido a saludar muy amablemente. Pero bueno, siempre uno está como en ‘awe’ (admirando), ya que para mí David Byrne, Caetano Veloso, Charly García, son seres como de otro planeta que respeto mucho. Así que en realidad fue Juan Campodónico y los representantes quienes se animaron primero escribirle y él muy amorosamente hizo una devolución por mail que decía 20 canciones de Kevin Johansen - KJ puso - que amaba. Y después empezamos a darle vueltas a que proponerle.
Yo solía cantar “Anoche soñé contigo” en casa y decía “how nice is it to dream” como en inglés, pensando a mí mismo que en algún momento iba a traducirla. Y entonces llegó el momento y la verdad que David recogió el guante, porque enseguida hizo tres o cuatro correcciones de las letras fabulosas para que él también pudiera fluir con la letra y darle ese toque suyo.
—Una de tus últimas entrevistas con El Comercio fue el año 2019, cuando lanzaste “Algo Ritmos”. En esa época también comentabas tu interés por el reggaetón y tu experiencia con uno de sus precursores, el dancehall jamaiquino, hace 30 años en Nueva York.
Tal cual.
—Mi pregunta es ¿has pensado en una colaboración o un ‘cover’ con algo relacionado con el género urbano?
Seguro que en algún momento surgirá. O sea, tiene que estar el tema y la búsqueda. En este momento estoy haciendo un nuevo disco de temas propios que seguramente saldrá el año que viene y capaz que alguna aparición de música urbana habrá. Pero no es algo que yo escuche demasiado, ¿no? Yo escucho otro tipo de música, aunque por supuesto que tengo hijos de 14 y de 18 que están al tanto y me muestran lo último del género.
Sí, como mencionabas, yo hace 30 años viví una década en Nueva York donde escuchaba los primeros dancehall jamaiquinos, que es como el padre del reggaetón. La música urbana tiene un montón de riqueza, así como el hip hop. Ya desde pequeño, cuando yo vivía en San Francisco, los chicos del en el recreo rapeaban “Your mama, your daddy, your greasy granny, got a hole in her panty, got a big behind like a Frankenstein, going beep-beep-beep down Sesame Street”. Entonces, digamos, que es algo que está en la cultura, es algo que está ahí, súper presente.
—Hay algo que admires de la música urbana
Me parece alucinante lo que hacen cuando improvisan con las letras y con las rimas y con las métricas, yo no lo podría hacer. O sea, lo puedo escribir y puedo armarlo, pero sería como intentar armar un cubo de Rubik en mi mente el encontrar la forma de rimar en el momento.
Además, yo amo los géneros y cómo se cristalizan. Como observador que soy, me encanta cuando nace un género, porque uno se pregunta de dónde salió, porque no salen de la nada. En realidad, viene siendo primo hermano, primo lejano, de muchos géneros que se van tras tocando hasta que sale el trap. O sale el reguetón, este hijo este legítimo del dancehall jamaiquino, latinizado.
—Claro, y quién sabe cómo va a evolucionar. Quizás vamos a tener un reggaetón k-pop de aquí a unos años.
Sí, o uno más folclórico, como tan sabiamente han hecho bandas como Calle 13, que han juntado los géneros para hacer letras super profundas y que sus fiestas también sean una forma de protesta, algo en lo que yo creo mucho. Hablando también con Aldo Asenjo, vocalista de Chico Trujillo, él nos decía que la canción de protesta chilena era muy conocida por ser muy triste y solemne, pero en realidad había muchas canciones folclóricas de su país super entretenidas, divertidas, luminosas y fiesteras que también eran de protesta. Eso mismo se ve en el Perú con los ritmos afroperuanos, que también tienen crítica social, o en la samba brasileña, el tango y hasta en las canciones del estadounidense Cole Porter, quien en una frase te pintaba la época.
Siempre digo que para mí hay tres elementos fundamentales para una buena canción o show que son, primero, el emocionar; segundo, el llevar al público a una reflexión a través de la letra o una melodía y, tercero, el que muevan la patita y se levanten. Porque el baile me parece que es algo súper humano, es la forma más primitiva de interpretar música, porque el cuerpo es nuestro primer instrumento.
—Adentrándonos más aún en tu pasado y tus comienzos en la banda Instrucción Cívica ahí en los 80s. ¿Hay alguna posibilidad de que se vuelvan a cantar estos temas?
Sí. Hace unos años este estuvo por acá Julián Benjamín, mi copiloto ahí de Instrucción Cívica y gran amigo de la primaria y la secundaria de mis primeros años acá en Buenos Aires. Él está viviendo en España y estábamos ahí flirteando con la idea de hacer como una regrabación de los temas más preponderantes de la banda para darles un toque nuevo. Yo creo que estaría bueno, porque también lo que tenía Instrucción Cívica era un desparpajo muy particular y teníamos canciones de protesta. De hecho, teníamos un disco que se llamaba “Obediencia debida” y hablaba también de los desaparecidos en Argentina de un modo muy surrealista, pero también tocaba la observación social de lo que era salir de la dictadura hacia la democracia en mi país en los años 80.
Hay como varios temas que tienen mucha fuerza como “País de cadáveres”, “Atravesándome la sien” o “Seguro que va a caer” que quizás nosotros éramos un poco jovencitos y no la vimos del todo. Nos fuimos cada uno por su lado al poco tiempo de sacar esos dos discos, yo me fui para Nueva York donde estaba como encontrándome a mí mismo y Julián también tuvo sus cosas, pero siempre seguimos hermanos y nos adoramos, así que ojalá que en algún momento podamos este hacer algún homenaje a mi banda maldita favorita.
—Finalizando con la pregunta usual, ¿qué puede esperar tus fans de los conciertos este 4 y 5 de octubre?
Siempre es un gustazo volver al Perú. Mi primer concierto fuera de Argentina, mi primer show internacional, fue en Lima y Arequipa con Instrucción Cívica. Esa fue la primera experiencia de sentirme interpretado por un público, de sentir que cantaban mis letras, así que tengo un cariño inmenso con el público peruano y en este show voy a darme el gusto de compartir una vez más con ustedes. Por supuesto que no solo les voy a tirar todo el disco nuevo por la cabeza, que apenas son 11 canciones, sino que vamos a compartir temas de todo el repertorio de la historia de Kevin Johansen, así que bueno, pidan lo que quieran.
Kevin Johansen se presenta este 4 y 5 de octubre en el Gran Teatro Nacional como parte de su tour “Tú ve” 2022.
Entradas disponibles en Joinnus aquí.
Experiencia única
Asimismo, una nueva experiencia para suscriptores se suma a El Comercio. Esta vez cinco miembros de nuestra comunidad y amantes de la música podrán vivir un momento único e inolvidable junto al cantante argentino-estadounidense Kevin Johansen que combina el rock y pop en un estilo “Des-Generado”.
El evento se realizará el miércoles 5 de octubre a las 11:30 a.m. en el hotel Iberostar, ubicado en Malecón 28 de julio 385, Miraflores. Si quieres ser uno de los ganadores, solo debes REGISTRARTE AQUÍ y completar el formulario con tus datos. Recuerda que para participar tu suscripción a El Comercio debe estar activa.
El sorteo se realizará el martes 4 de octubre. Si eres uno de los afortunados ganadores, recibirás ese mismo día un correo y llamada de confirmación.