Dígale genio o maestro. Dígale loco, también. Temperamental. Llámelo el hombre de negro, cerebro o virtuoso. Todo eso vale para referirse a Ritchie Blackmore, uno de los más grandes guitarristas en la historia del rock. (Para nuestro gusto, el mejor, seguido de Jimmy Page de Led Zeppelin). Hoy tenemos el placer de ofrecerle este pequeño homenaje, a modo de saludo y reverencia por sus 70 años: Richard Hugh Blackmore vino al mundo el 14 de abril de 1945, en Weston-super-Mare, Somerset, Inglaterra.
La genialidad de Blackmore se hizo conocida en Gran Bretaña, desde muy temprana edad. Sobre todo por su velocidad: en los primeros años sesenta no había guitarristas que recorrieran el diapasón con tal agilidad, lo que le permitió ser convocado por diversas bandas que pugnaban por buscarse un sitio preferencial entre muchas otras.
Pero no fue hasta que formara Deep Purple, en la segunda mitad de esa década, cuando el camino a la gloria empezaría a abrírsele. Primero, rebotando el rock psicodélico reinante en la época, con la primera formación del grupo (incluidos Rod Evans en la voz y Nick Simper en el bajo). Fueron tres discos, entre 1968 y 1969, y un puñado de canciones que empezaron a hacer que mucha gente volteara la atención a ellos. Podríamos mencionar desde “Hush” hasta “Lalena” (cover de Donovan), pasando por “Mandrake Root”, “Kentucky Woman” y versiones de los Beatles, como “Help!” y “We Can Work it Out”.
“Hush” - Deep Purple (del álbum “Shades of Deep Purple”, 1968)
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La gloria llegaría en la década del setenta, luego de que la banda se desprendiera de Evans y Simper, quienes fueron reemplazados por Ian Gillan y Roger Glover, respectivamente. Con ellos, Ritchie Blackmore desarrolló sus nuevas inquietudes, aquellas que tenían que ver con su amor por la música clásica, más exactamente, por las escalas barrocas. En ese sentido, fue un innovador, fue de los primeros en acercar lo clásico al rock. Pero también endureció su sonido e hizo que Deep Purple se convirtiera en una de las bandas básicas del hard rock.
Hubo excelentes discos como “In Rock” (1970) y “Machine Head” (1972); pero no todo era ideal: la relación entre el genial guitarrista y Ian Gillan nunca fue buena, más eran los desencuentros. Pese a ello, los conciertos de Deep Purple se hicieron memorables por las improvisaciones y los juegos escénicos: Blackmore era un especialista en salirse del libreto y en hacer show (habría que preguntar cuántas guitarras Fender Stratocaster ha roto en conciertos). El álbum en vivo “Made in Japan” (1972) es una ineludible pieza de colección.
Con esta formación, la banda creó himnos excepcionales como “Child in Time”, “Speed King”, “Black Night”, “Smoke on the Water”, “Highway Star”, “Lazy”, entre muchos más.
“Smoke On the Water” - Deep Purple (del álbum “Machine Head”, 1972)
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Las fricciones entre Blackmore y Gillan se hicieron insostenibles y derivaron en la salida del cantante (lo acompañó Glover). Así, una tercera encarnación de Deep Purple se hizo necesaria, con la inclusión de Glenn Hughes (bajo y voz) y David Coverdale (voz). Dos discos de buena factura aparecieron en las tiendas, ambos en 1974: “Burn” y “Stormbringer”; aunque Ritchie Blackmore no estaba a gusto con la orientación estética que tomaba la banda, debido a los aportes de Hughes influenciados por ritmos como el soul y el funk. Así, Blackmore se despidió de Deep Purple a fines del 74.
“Burn” - Deep Purple (del álbum “Burn”, 1974)
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A partir de 1975, Ritchie Blackmore emprende un nuevo camino, al frente de la banda Rainbow, la cual incluyó en el inicio al gran Ronnie James Dio en la parte vocal. En esta banda, el guitarrista tuvo absoluta libertad para hacer la música que le viniera en gana y logró estupendos discos, entre los cuales destacan con nitidez “Rainbow Rising” (1976) y “Long Live Rock and Roll” (1978). Temas épicos, a veces grandilocuentes, con letras de aura mitológica, fueron su marca registrada, sin dejar de lado el rock and roll.
De esta etapa destacan canciones como “Man On the Silver Mountain”, “Catch the Rainbow”, “Stargazer”, “Long Live Rock and Roll” y la velocísima “Kill the King”, entre muchas más.
“Stargazer” - Rainbow (del álbum “Rainbow Rising”, 1976)
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Tras la salida de Ronnie James Dio de Rainbow, Blackmore incorpora a Graham Bonnet como cantante, con el que lanzan solo un disco: “Down to Earth” (1979). Acto seguido, llega a ocupar la plaza de cantante Joe Lynn Turner, cuyos pasos previos estuvieron en una banda llamada Fandango. Con Turner, Blackmore siente que puede hacer su música más accesible, acercarla al AOR (album oriented rock). Y así sucede: los tres discos que grabaron suenan mucho más amigables con la radio: “Difficult to Cure” (1981), “Straight Between the Eyes” (1982) y “Bent Out of Shape” (1983).
Podríamos nombrar canciones como “I Surrender”, “Stone Cold”, “Street of Dreams”, entre las que tuvieron generosa exposición mediática.
“I Surrender” - Rainbow (del álbum “Difficult to Cure”, 1981)
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Los días de esta primera etapa de Rainbow culminaron cuando los integrantes de la formación clásica de Deep Purple decidieron reunirse. Aquello fue todo un acontecimiento y no fue para menos, el disco con el que volvieron fue una gran obra. “Perfect Strangers” (1984). La magia seguía intacta. El siguiente álbum no tuvo igual repercusión y, además, volvieron las asperezas entre Blackmore y Gillan, lo cual derivó en la salida del vocalista. Lo reemplaza Turner, con el que graban un buen disco, llamado “Slaves and Masters” (1990).
Sin embargo, Gillan se da una nueva oportunidad con la banda y regresa a la alineación. Graban “The Battle Rages On” (1993), luego del cual, quien decide largarlo todo es Blackmore. Su lugar es ocupado por Steve Morse, ex guitarrista de Kansas.
“Perfect Strangers” - Deep Purple (del álbum “Perfect Strangers”, 1984)
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Luego de abandonar por segunda vez Deep Purple, Blackmore decide echar a andar de nuevo Rainbow; esta vez con una nueva formación, la cual incluyó a Doogie White en la voz principal. Solo lanzan “Stranger in Us All” (1995), un trabajo brillante que lamentablemente pasa algo inadvertido por surgir en una época dominada por otros estilos del rock, como el grunge.
Tras este breve chispazo, Ritchie Blackmore decide tomar un giro absoluto: alejarse del hard rock para abrazar la música barroca y renacentista. Arma el proyecto Blackmore's Night (junto con su esposa Candice Night), toca en castillos, se viste de trovador medieval y parece encontrar un nicho definitivo, pues hasta la fecha continúa con él.
“Under a Violet Moon” - Blackmore's Night (del álbum “Under a Violet Moon”, 1999)
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DATOS CURIOSOS:
- Por pura rebeldía, ante el acostumbrado desenfreno que se da entre los músicos de rock, Ritchie Blackmore decidió no consumir drogas jamás. Y así se ha mantenido.
- Ritchie Blackmore es considerado un hombre extraño, de muy pocas palabras, ensimismado y excéntrico. Pese a ello, le gustaba mucho hacer bromas pesadas a sus compañeros de banda. Una de sus víctimas preferidas fue Roger Glover.
- Estando ya en Rainbow, en el backstage de un concierto, Blackmore le pegó a David Coverdale (por entonces ya al frente de su propia banda, Whitesnake). El cantante venía hablando mal de Rainbow y tuvo la mala idea de aparecer en el concierto e ingresar al backstage, donde siguió criticando al grupo de Blackmore. Luego del puñetazo, ambos rodaron por el piso, hasta que fueron separados.
- Ritchie Blackmore se hizo muy fan de ABBA. Al punto de que el cuarteto sueco fue su principal inspiración para bajar un poco los decibeles y acercarse al AOR, durante la época ochentera de Rainbow. Es más, estuvo a punto de hacer un proyecto en sociedad con Agnetha Fältskog (la rubia cantante de ABBA), pero no se concretó.
- La banda favorita de Richie Blackmore es Jethro Tull.