En cuanto los ecuatorianos Mónica y Raúl supieron que iban a ser padres lo tuvieron claro, viajarían a Estados Unidos cuando llegara el momento de dar a luz pensando en que su hija tendrá más oportunidades en el futuro como estadounidense.
"Decidimos ir a Miami porque pensamos en el futuro de nuestra hija. Pensamos que cuando ella crezca va a tener más puertas abiertas para estudiar, para acceder a un mejor trabajo y ser una mejor profesional", explicó a BBC Mundo Mónica Gordon, una psicóloga ecuatoriana de 34 años que ejerce en su país.
Todo bebé nacido en territorio de Estados Unidos tiene derecho a la ciudadanía estadounidense sin discriminar la nacionalidad o la condición migratoria sus padres.
Al igual que Mónica, madres latinoamericanas con cierto nivel económico, deciden viajar a ciudades como Miami, en Florida, o El Paso, en Texas, durante el último trimestre del embarazo donde reciben atención médica personalizada que contratan desde sus países.
Es lo que se conoce como "turismo de partos" y que ha estado en el centro del debate político estadounidense en las últimas semanas a raíz de las críticas expresadas por el precandidato republicano Donald Trump.
[El Centro de Estudios sobre Inmigración calcula que anualmente se dan unos 36.000 casos de "turismo de parto"]. Foto cedida por "TenermibebenMiami"
Nacionalidad estadounidense
Siendo estadounidense la niña no tendrá trabas en el futuro para trabajar en el país y tendrá las mismas ventajas que cualquier otro estudiante estadounidense a la hora de solicitar una plaza en la universidad.
Mónica Gordon subraya que "EE.UU. es uno de los países que tiene mayor entrada para otros países, las puertas se le abren mucho más a un ciudadano de EE.UU. que de otro país".
Además, en su caso, temerosa de "tantas negligencias que se escuchan acá" dice que quería dar a luz con otras comodidades como anestesia epidural.
Derecho cuestionado
La enmienda 14 de la Constitución de EE.UU. que consagra la nacionalidad a toda persona nacido en el territorio del país, ha sido periódicamente cuestionada por ciertos grupos políticos que consideran que fomenta la inmigración ilegal.
La familia Salazar señala que su intención no era quedarse en Estados Unidos sino darle más oportunidades a la pequeña Maddison, que nació en mayo en Miami.
La opción de tener un hijo en EE.UU. ha abierto un nicho de mercado.
Las familias con cierto nivel económico recurren a servicios como "Tener mi bebé en Miami" donde cuentan con paquetes que incluyen la atención médica durante los últimos meses de embarazo y las primeras semanas del vida del bebé.
El doctor Wladimir Lorentz, brasileño con 17 años de experiencia como pediatra en Miami, lanzó este sitio de internet para dar asistencia a mujeres brasileñas y otras latinoamericanas que buscan estas prestaciones en su propio idioma.
"Este tipo de población ya venía por cuenta propia, lo que hice fue organizar la información para que tengan una persona para atenderlos y tenga acceso al soporte necesario cuando estén aquí", explica a BBC Mundo.
Lorentz asegura que solo presta servicios médicos y no da paquetes completos que incluyen alojamiento, como lo hacen otras agencias que, a su juicio, "abusan" del desconocimiento del funcionamiento del país para cobrar elevadas cifras.
"Yo no tengo ningún interés financiero en la estadía de ellos aquí, en transporte, nada, yo solo tengo información de cosas que pueden necesitar cuando estén en este país".
El costo de sus servicios van de los US$9.840 por parto vaginal o si es por cesárea asciende a US$11.390. Esto incluye exámenes de la madre, anestesia epidural, gastos del hospital y atención pediátrica al bebé. "Seguimos rigurosamente la legislación y todos nuestros profesionales son certificados".
"Completamente legal"
Rodolfo Gámez, portavoz "Doctores para ti", una clínica que ofrece estos servicios en El Paso, Texas, defiende que dar a luz en EE.UU. siendo extranjero es "completamente legal".
"Ninguno de nuestros pacientes es un inmigrante ilegal, que parece que es la polémica ahora. Confunden el 'turismo de maternidad' con la gente que entra de manera ilegal para tener sus bebés aquí".
Su clínica pide la documentación para comprobar que entraron al país de manera legal y sus pacientes pueden acreditar en la frontera que tienen solvencia económica pagando de antemano los servicios que van a recibir.
En este caso US$5.450 dólares por parto vaginal y US$7.065 por parto por cesárea.
En 2014 las pacientes de su clínica fueron procedentes de México (41%), Venezuela (22%), Nigeria (16%) e Irlanda (6%).
El obstetra colombiano Ernesto Cárdenas de Bayshore Womens Healthcare, que trabaja también en Miami, señala que sabe que algunas mujeres dan a luz en EE.UU. por la nacionalidad pero "hay muchas pacientes que vienen legítimamente porque los servicios médicos en EE.UU son superiores a los de su país".
En los últimos tres años, por ejemplo, ha notado un incremento de las pacientes procedentes de Venezuela "donde hay problemas de seguridad y las personas de altos ingresos están bajo ciertas presiones por lo que prefieren terminar su embarazo de manera tranquila".
Entre sus pacientes latinoamericanas hay además mujeres procedentes de Colombia, Brasil y ha visto algún caso de Ecuador y Chile.
¿Cuántas madres?
Es difícil cuantificar las mujeres que vienen a Estados Unidos a dar a luz a para conseguir la nacionalidad estadounidense para sus bebés.
El Centro de Estudios sobre Inmigración (CIS por sus siglas en inglés) calcula que anualmente se dan unos 36.000 casos de "turismo de parto", una cifra que sale de comparar los datos del número de madres extranjeras que dieron a luz en comparación con las registradas en el censo.
"Algunas vienen con visas de turista y algunas simplemente cruzan andando la frontera", explicó a BBC Mundo Jon Feere, experto en asuntos legales del CIS.
Su procedencia: China, Rusia, Turquía, Nigeria, México y otros países de Latinoamérica como Venezuela, Colombia y Brasil.
Feere cree "que mientras el turismo internacional se convierte en algo más accesible veremos un incremento del 'turismo de partos'".
Habitualmente esta práctica se asoció a personas de altos recursos, pero según el experto ya "no es algo limitado solo a los ricos" y padres de "clase media" también se están planteando esta opción pero "es muy difícil de calcular" puesto que el gobierno federal no lo registra.
Repetir experiencia
En Ecuador, Mónica Gordon sabe de otras conocidas de su entorno que también han hecho lo mismo.
La psicóloga está al tanto de las declaraciones del aspirante republicano a la candidatura presidencial Donald Trump contra la 14 enmienda pero "espero que todo siga como hasta ahora", confiesa.
Y si tuviera otro hijo lo tiene claro: "no lo dudaría, regresaría a Miami".