Acostumbrado a ganar, Donald Trump no pudo ocultar su enojo cuando este jueves 30 se convirtió en el primer expresidente de Estados Unidos condenado en un juicio penal. El histórico veredicto, anunciado por un jurado popular de Nueva York, implica también que, por primera vez, uno de los dos partidos más grandes del país tendrá como candidato a la Casa Blanca a una persona declarada delincuente.
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El exmandatario, la carta republicana para los comicios de noviembre, fue declarado culpable de los 34 cargos que enfrentaba por delitos graves de falsificación de registros comerciales para ocultar un escándalo sexual que podría haber obstaculizado su campaña del 2016 para la Casa Blanca. Específicamente, el exabogado de Trump, Michael Cohen, pagó un total de 130.000 dólares a la actriz porno Stormy Daniels para silenciar una supuesta relación sexual ocurrida en el 2006.
Con la decisión del jurado, el caso entró a una nueva e inédita fase en la que Trump podría ser condenado a prisión, a libertad condicional, a arresto domiciliario o a recibir una multa. La sentencia está en manos del juez instructor Juan Merchán, quien ha fijado el 11 de julio como fecha para su veredicto.
“Soy un hombre inocente”, dijo Trump a los periodistas, al prometer que el “verdadero veredicto” lo darían los votantes el 5 de noviembre. Tachó el juicio de “amañado” y lo consideró una “vergüenza”. Es casi seguro que apelará el fallo, un proceso que podría tardar meses y coincidiría con el último tramo de la campaña electoral en la que el magnate competirá con el actual mandatario Joe Biden.
El fallo abre un escenario político inexplorado en el que destacan preguntas sobre el futuro de la candidatura de Trump. El Comercio conversó al respecto con la politóloga María Puerta Riera, profesora de Gobierno Americano en el Valencia College de Orlando, y la doctora Nevena Trajkov, presidenta del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Jacksonville, Florida.
1. ¿Se esperaba que Trump fuera declarado culpable? ¿Qué significa esta condena para Estados Unidos?
María Puerta: Era muy difícil saber de antemano cuál iba a ser la decisión en un juicio de este calibre. Había mucha incertidumbre, sobre todo porque eran 34 cargos muy complejos. Hay un cargo que es grave, que es el de la falsificación de documentos, pero lo más importante era que la ley en el estado de Nueva York castiga hacer eso con fines electorales. Realmente ahí estaba la dificultad de probar el caso. Había dudas sobre si era posible que la fiscalía presentara un caso tan sólido como para que el jurado pudiera conectar que la falsificación de los documentos no se dio para ocultar la relación extramatrimonial, sino para evitar que el electorado conociera eso y se afectaran sus posibilidades de ganar la presidencia en el 2016. Es la primera vez que un exgobernante y candidato a la presidencia es no solamente acusado, sino además juzgado y encontrado culpable de todos los cargos.
Nevena Trajkov: Los testimonios y pruebas aportados en el transcurso del juicio fueron perjudiciales para Trump, en particular los de su exabogado Michael Cohen. Cuando los miembros del jurado entraron en deliberación y pidieron que se volviera a examinar el testimonio sobre la conversación en la Torre Trump en la que Trump y su equipo orquestaron cómo se movería el dinero para pagar a Daniels, ello fue una señal de que la decisión del jurado se centraría en gran medida en ese momento.
Parece que el expresidente está creando una narrativa según la cual las elecciones de noviembre estarán amañadas en su contra, convirtiéndolo en una suerte de mártir. Aún más perjudiciales son los comentarios de Trump sobre la integridad del sistema judicial estadounidense. Es importante recordar que cuando se juzga a una persona en Estados Unidos, los abogados de ambas partes deben aprobar a cada miembro del jurado. Esta práctica produce un jurado objetivo compuesto por individuos frente a los que ambas partes están de acuerdo, lo que significa que su veredicto proviene de una lente neutral. Trump y los republicanos no hacen hincapié en este hecho porque no sirve a sus intereses electorales o narrativas de campaña. Desde un punto de vista crítico, el ataque inmediato de Trump y del Partido Republicano al jurado y al sistema judicial es peligroso para la democracia.
2. ¿Qué sigue ahora en el juicio? ¿Qué probabilidades hay de que Trump vaya a prisión?
María Puerta: El juez dijo que habrá una sentencia en julio. Hay opiniones encontradas. Algunos expertos afirman que como Trump no tiene antecedentes penales, pues no va a ser objeto de una sentencia muy rigurosa. Además, por el tipo de delito tampoco hablanmos de sentencias extensas. Pero no sabemos cómo el juez va a decidir. Otros expertos insisten en que la misma naturaleza del delito, que toma ribetes electorales, y la actitud del acusado durante el juicio son agravantes que el juez va a considerar a la hora de emitir su sentencia.
En el juicio civil contra Trump por abuso sexual, el jurado decidió el monto que tendría que pagarle a quien lo acusó del abuso. En este caso, el juez es quien va a decidir la pena, si lo sentencia a cárcel o no, porque el juez tiene discrecionalidad, entonces, hay quienes opinan que quizás pueda hacer algo como casa por cárcel, sentencia reducida, pero aún no hay claridad en cuanto a lo que hará.
Nevena Trajkov: El juez de este caso ha dicho en repetidas ocasiones que no quiere enviar a Trump a la cárcel. Cuando el exjefe de Estado fue declarado en desacato, el juez dejó clara esta postura. Merchán también ha hecho numerosas declaraciones diciendo que entiende perfectamente el peso de este juicio y el significado de una sentencia de prisión. Dicho esto, el estado de Nueva York permite a los jueces una amplia variedad de opciones de sentencia, y la decisión del juez puede ir desde una multa hasta la libertad condicional o la prisión, máximo por cuatro años por este delito. El juez, habiendo expresado su comprensión de la importancia del proceso, tratará de encontrar una sentencia que logre un equilibrio entre lo que es mejor para Estados Unidos y un castigo apropiado que no muestre favoritismo o perjuicio extremo hacia Trump.
3. ¿Qué consecuencias tendrá la condena en la campaña electoral? ¿Perjudicará o no a Trump?
María Puerta: No creo que esta condena perjudique políticamente a Trump. Es decir, con su electorado de base, que es la gente de su partido, difícilmente esto vaya a generar un cambio de opinión, porque el que ya decidió que votará por Trump, votará por él. Antes Trump ya había sido encontrado culpable de abuso sexual, aun cuando no fue un juicio criminal ni implicó algo más allá de la reparación de los daños civiles. Ese caso no era poca cosa y no afectó su aceptación en su base electoral. Lo que no sabemos es cómo van a votar los independientes. Quizás no dé tiempo a una apelación de parte de Trump, pero yo dudo que esto mueva mucho al electorado de base del Partido Republicano. Es posible que haya algo de cambio, pero tampoco lo veo como algo significativo en el electorado independiente.
Nevena Trajkov: Aunque la convicción pueda motivar a su base, es importante señalar que no son mayoría en Estados Unidos. Casi el 43% de los estadounidenses se identifica ahora como votantes independientes, mientras que solo el 27% se identifican como demócratas y otro 27% como republicanos. En estados indecisos como Michigan, Florida, Pensilvania y Nevada vemos que los independientes son aproximadamente un tercio del electorado. En los estados con primarias abiertas, muchos independientes votaron a Nikki Haley. De los independientes que votaron a Trump, tengo la impresión de que una parte de ellos no votará en noviembre, lo que podría dar una ventaja a los demócratas. Los independientes son un grupo crítico a observar en estos estados indecisos.
4. Trump puede presentarse a las elecciones pese a haber sido declarado culpable ¿Qué viene para él en esta situación sin precedentes?
María Puerta: Trump puede postular y seguir en carrera. La Constitución no dice absolutamente nada acerca de las convicciones. Ese es el problema. Hay un vacío en la Constitución, en los requisitos para ser presidente no dice que debe ser una persona que no tenga convicciones de esta naturaleza. No lo dice explícitamente. No existe una prohibición expresa para que él sea candidato. De cara a lo que viene, Estados Unidos podría enfrentar un escenario más inédito aún. Si él gana la presidencia y lo condenan a prisión, no sabemos qué pueda pasar.
Nevena Trajkov: La Constitución de EE.UU. establece una lista muy corta de requisitos: 35 años, ser ciudadano natural y haber vivido en Estados Unidos al menos 14 años. Así que, técnicamente, Trump puede presentarse a presidente. Es importante señalar que, en Estados Unidos, el gobierno federal no determina las leyes electorales, sino los estados individualmente. Por ejemplo, Florida gestiona sus propias elecciones y tiene su propio conjunto de leyes electorales. Según la Constitución del estado, ahora que Trump es un delincuente convicto, no podrá votar, aunque todavía puede presentarse a las elecciones presidenciales.
Recientemente, Colorado intentó eliminar a Donald Trump de la papeleta electoral, pero el Tribunal Supremo anuló esa medida, diciendo que, si bien los estados gestionan sus propias elecciones, no pueden eliminar a los candidatos de la papeleta, negando opciones a sus ciudadanos. Se trata de un caso importante, ya que sienta el precedente de que todos los estados deben incluir a Trump en sus papeletas electorales.
Dado que el caso de Trump se presentó ante un tribunal del Estado de Nueva York, aunque sea elegido, no puede indultarse a sí mismo, ya que el indulto presidencial está reservado a las condenas federales. Esto significa que si el juez condena a Trump a prisión y el republicano es elegido presidente, Trump podría potencialmente ser presidente en prisión. En este caso, se habla de invocar la 25ª Enmienda, por la que el Congreso destituye al presidente porque es incapaz de cumplir con sus obligaciones, elevando al vicepresidente a la presidencia. Esto, sin embargo, requeriría la cooperación del vicepresidente elegido por Trump.