Un fuerte despliegue policial intervino este viernes en el centro de Santiago, Chile, para dispersar a cientos de estudiantes de secundaria que se manifestaron por cuarto día consecutivo.
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Durante toda la jornada se convocaron marchas en la Alameda y la Avenida Providencia, dos de las principales vías del centro de la capital, y evasiones masivas en el Metro de Santiago.
Los jóvenes llegaron hasta el sector de Plaza Baquedano, epicentro de las protestas del estallido social de 2019, para reclamar demandas que van desde la mejora de las condiciones para estudiar hasta una nueva asamblea constituyente, luego del triunfo del “rechazo” en el plebiscito constitucional del domingo.
“La educación es revolución”, “Por un nuevo proceso constituyente” o “Dignidad” fueron algunos de los lemas exhibidos en carteles y pancartas durante la protesta, convocada por la Coordinadora de Secundaria Revolucionaria (CSR) y otras organizaciones estudiantiles anticapitalistas y de la izquierda.
Los estudiantes exigen “condiciones mínimas para estudiar”, mejor acceso a internet, mejores infraestructuras, transporte gratuito, prácticas y herramientas pagadas y aseguradas, un acceso universal a la universidad, educación sexual integral y la derogación de la “ley aula segura”.
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Carabineros intervino en varios momentos de la jornada con vehículos lanza-agua y gas pimienta. Poco antes de las 6 de la tarde, cuando estaba prevista una convocatoria más masiva en Plaza Baquedano, la Policía desalojó a los manifestantes que habían llegado previamente al lugar, con las marchas de primera hora de la tarde.
La intervención policial y los enfrentamientos de los jóvenes con Carabineros se prolongaron más de una hora en la Plaza Baquedano y sus alrededores.
SEMANA DE PROTESTAS
El martes, grupos de jóvenes se movilizaron por el centro de la ciudad para exigir la convocatoria de una asamblea constituyente que dé continuidad al proceso tras el triunfo del rechazo en el plebiscito constitucional del pasado domingo.
El miércoles la protesta fue un llamamiento a ocupar las estaciones de metro y obligó a cerrar algunas de ellas e interrumpir el flujo regular de trenes en el centro de la capital, como ocurrió el 18 de octubre de 2019, en una jornada que marcó el inicio del estallido social, la protesta más multitudinaria de la democracia chilena.
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En distintas estaciones se vieron estudiantes de secundaria sentados al borde del andén, saltando torniquetes y manifestándose al interior de las estaciones.
El jueves, la marcha intentó llegar al Palacio de La Moneda con intención de alcanzar el Ministerio de Educación, al que no pudieron llegar por la presencia de Carabineros, que acabó interviniendo.
La nueva ministra de Interior, Carolina Tohá, y el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, han presentado hasta ahora 6 querellas por alteración al orden público y hechos de violencia.