La crisis poselectoral en Venezuela sigue entrampada con un régimen que desoye las acusaciones de fraude y se niega a mostrar las actas de votación, y una oposición que defiende las pruebas de la abrumadora victoria de Edmundo González Urrutia mientras no hay certeza de que una transición política esté cerca. Si bien la mayoría de países democráticos ha cerrado filas con la oposición, Brasil y Colombia mantienen sus esfuerzos de mediación con Nicolás Maduro, aunque las salidas que han planteado hasta ahora no han caído bien para ninguna de las partes enfrentadas.
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El presidente brasileño, Luis Inácio Lula da Silva, sugirió en los últimos días que una solución a la crisis podría ser la formación de un Gobierno de coalición que integre miembros del chavismo y de la oposición. La otra alternativa que planteó es la celebración de nuevas elecciones, idea que también respaldó su par colombiano, Gustavo Petro.
“A la oposición no le gustó la idea que dije, de que Maduro todavía tiene seis meses de mandato y podría convocar unas nuevas elecciones. A Maduro tampoco le gustó”, admitió Lula este viernes 16 en una entrevista radial en que subió el tono respecto a Maduro, un viejo aliado al que acusó de dirigir un “régimen desagradable” con “sesgo autoritario”.
En medio de un clima de tensión y represión en Venezuela en el que se han registrado 25 muertos y más de 2.400 detenidos desde las elecciones del 28 de julio, la líder opositora María Corina Machado consideró la propuesta de repetir elecciones como “una falta de respeto” y enfatizó que la única solución es que Maduro acepte una “transición”.
Maduro, por su parte, ha seguido haciendo oídos sordos a los clamores y ofrecimientos de la oposición y ha enfatizado que “los conflictos que hay en Venezuela (...) se resuelven entre los venezolanos”.
“Las salidas planteadas significan la negación de la gente que votó contra el régimen. En Venezuela no existe ninguna ley que diga que hay una segunda vuelta, en Venezuela la ley establece que el que saque la mayoría absoluta gana”, dice a El Comercio Maibort Petit, periodista y analista política venezolana radicada en Nueva York.
El Consejo Nacional Electoral (CNE), señalado de ser leal al chavismo, declaró a Maduro ganador de los comicios con el 52% de los votos. Tras 19 días de las presidenciales, el CNE aún no publica los resultados detallados y actas electorales debido a lo que asegura fue un “ataque ciberterrorista”. Maduro pidió al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) “certificar” la elección, un proceso que se encuentra en fase de peritaje.
En tanto, la principal coalición opositora insiste en la victoria de González Urrutia, según el “83,5 %” de las actas que alega haber obtenido a través de testigos y miembros de mesa en las elecciones. Los informes del Centro Carter y del Panel de Expertos de la ONU han coincidido en denunciar que la proclamación de Maduro como ganador se realizó sin sustento.
“Le permitiría ganar tiempo a Maduro”
Si bien Petro y Lula han reconocido que hace falta transparencia en la difusión oficial de resultados y han redoblado los esfuerzos para convencer a Maduro de ceder, lo cierto es que hasta ahora no parece que puedan influir en el régimen ni que su mediación sea efectiva.
Lula ha afirmado que no puede darle credibilidad ni a la data de la oposición ni a la del régimen hasta que ambas no se comparen, mientras ha ido chocando cada vez más con Maduro, a la vez que también se aleja de la oposición.
Para Maibort Petit, los planteamientos hechos por Brasil y Colombia conforman un mecanismo que le permitiría al régimen “ganar tiempo”.
“Repetir elecciones le da al régimen la posibilidad de oxigenarse, de blanquear cualquier tipo de mecanismo para hacer otro fraude en el sistema electoral electrónico y también le da el margen para reacomodarse. Eso la oposición no lo puede permitir porque el régimen abusa del lobby que tiene en la comunidad internacional y de sus aliados estratégicos que no solamente son China, Rusia, Irán, Bielorrusia, Turquía, Camboya, etc. Aquí hay más aliados, incluso en Estados Unidos”, señala.
Explica que eso será visible el sábado, jornada en la que María Corina Machado encabezará una marcha de apoyo a los resultados a favor de la oposición en todas partes del mundo, incluyendo a Estados Unidos. “Al saber eso, el régimen inmediatamente convocó a una marcha aquí en Nueva York y en muchos lugares de Estados Unidos. Y a nivel mundial, la izquierda en todas sus versiones convocó una marcha para contrarrestar a la oposición”, apunta.
Además, considera la experta, es sumamente importante entender que realizar nuevas elecciones permitiría que se de una situación muy distinta a la que se dio el 28 de julio porque la ciudadanía “tiene el pánico” de ser testigo de mesa porque muchos de quienes cumplieron ese rol en estos últimos comicios ahora están perseguidos, en el exilio o en la cárcel acusados de terrorismo enfrentando penas de 45 años, mientras pasan sus días en la cárcel de Tocorón, denunciada como un centro de torturas.
“Entonces no vamos a tener gente para ir a cuidar los votos. María Corina preparó a los llamados ‘comanditos’, que fueron trabajando, fueron preparándose, fueron entrenados para el 28 de julio. No hay ningún mecanismo para que eso se vuelva a repetir y para que la oposición vuelva a tener ese despliegue”, apunta.
Luis Parada, comerciante venezolano y representante del partido opositor Voluntad Popular en el Perú, se pronuncia en la misma línea y asegura que pasar la página de lo que pasó el 28 de julio sería irrespetuoso con la democracia y con los venezolanos “que arriesgaron tanto, que arriesgaron sus vidas”.
“Hoy hay más de 2.000 presos torturados en Venezuela y que vengan a pretender convocar de nuevo las elecciones sin que se investigue firmemente lo que sucedió la última jornada electoral es seguirle el juego a la dictadura porque los venezolanos salimos a votar, tenemos las pruebas de los resultados de ese día. Bajo ninguna circunstancia podríamos estar de acuerdo con esa propuesta”, dice a este Diario.
En estos días, el gobierno de Argentina se pronunció en contra de celebrar nuevas elecciones, mientras que el de Chile afirmó que “la transparencia y la integridad en los resultados electorales son fundamentales para proteger la democracia en la región”.
En este contexto, Parada considera que los países que han intentado mediar no pudieron lograr un plan de trabajo y ya pasó el tiempo. “Creo que sus aportes quedan meras intenciones. Sus últimas declaraciones no han sido de un aporte significativo. Creo que más que ofrecer una solución distinta deberían ayudar a que el proceso electoral sea verificable y que lo que sucedió el 28 de julio pueda salir a la luz pública. La comunidad internacional debe presionar para que el CNE muestre las actas, porque si el CNE hizo una proclamación es porque tiene las actas”, apunta.
Polémica propuesta de Petro
En la búsqueda de salidas, Gustavo Petro también sugirió el jueves 15 otra alternativa para Venezuela: la creación de un “frente nacional” como el que hubo en Colombia en el siglo XX y que logró un consenso entre liberales y conservadores. En el país llanero, la medida, que sería “transitoria”, se traduciría en que el régimen y la oposición se turnaran el poder mientras se alcanza la “solución definitiva”.
De Nicolás Maduro depende una solución política para Venezuela que lleve paz y prosperidad a su pueblo.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) August 15, 2024
La experiencia del Frente Nacional colombiano es una experiencia que usada transitoriamente puede ayudar a la solución definitiva.
El diario colombiano “El Tiempo” destaca que hasta el jueves, la posición de Colombia se había mantenido en el diálogo con todos los interesados en el proceso electoral del país vecino y seguimiento respetando siempre su autonomía.
El medio explica que la nueva propuesta de Petro sobre un “frente Nacional” en Venezuela hace referencia a los años 1958 a 1974, cuando un acuerdo entre el Partido Liberal y el Partido Conservador se dividió el poder por ese periodo con el objetivo de restaurar la democracia en Colombia luego del golpe de Estado de 1953.
“Eso es una burla porque Petro sabe perfectamente que el régimen es una unidad cívico-militar y no va a haber ningún tipo de mecanismo que le permita a la oposición gobernar con una fuerza armada que está entregada y es leal al régimen. Así que creo que es una burla para los venezolanos que están en contra del régimen y que son la mayoría”, considera Maibort Petit.
En la misma línea, Parada afirma que la propuesta de Petro se resume en esta idea: “Es como si se planteara que el premio de consolación por haber ganado sea integrar un gobierno con Nicolás Maduro y ponernos a la altura de un criminal de lesa humanidad”. Recuerda que hoy se están persiguiendo a las familias más humildes, por lo que poner a la oposición en el mismo nivel no es una posición muy seria.
Petro, quien ha sido duramente criticado por su planteamiento por la clase política colombiana, también se refirió a favor del levantamiento de sanciones contra Venezuela y planteó la “amnistía general nacional e internacional” y “garantías totales a la acción política”.
Para Maibort Petit, el mandatario colombiano “ha estado haciendo el papel de una especie de canciller a favor de Nicolás Maduro porque tienen acuerdos estratégicos fundamentales”.
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