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Reubicar a los palestinos y convertir Rafah en una “ciudad humanitaria”: las polémicas propuestas de Israel a la crisis en la franja de Gaza
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A principios de esta semana el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu afirmó estar “cerca de encontrar a varios países” dispuestos a acoger a los palestinos que deseen abandonar la franja de Gaza, pocas horas después de que su ministro de Defensa, Israel Katz, anunciara que existe un plan para convertir a la ciudad de Rafah en una “ciudad humanitaria” a la que enviarían a unos 600 mil palestinos.
Se teme que ambos anuncios socaven las negociaciones reanudadas el domingo 6 entre las delegaciones de Israel y Hamas en Qatar para intentar alcanzar un alto al fuego de 60 días.
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El anuncio de Netanyahu se produjo durante una rueda de prensa previa a una cena en la Casa Blanca donde discutió con el presidente estadounidense, Donald Trump, los detalles de la propuesta de tregua.
Ante la pregunta de si sigue vigente su propuesta de reubicar a los gazatíes fuera de la franja, Trump cedió la palabra a Netanyahu, quien declaró: “Si la gente quiere quedarse, puede quedarse; pero si quiere irse, debe poder hacerlo”.
“Estamos trabajando muy de cerca con Estados Unidos para encontrar países que estén dispuestos a hacer realidad lo que siempre dicen: que quieren dar a los palestinos un futuro mejor. Creo que estamos cerca de lograrlo con varios países”, afirmó Netanyahu.
Trump añadió que han encontrado “una gran cooperación por parte de los países vecinos” de Israel, sin mencionar cuáles son.

“Lo paradójico es que por primera vez en más de 20 años desde que Hamas llegó a la franja de Gaza, tanto Trump como Netanyahu le están proponiendo a la población gazatí que pueda elegir libremente qué hacer, si quieren quedarse en la franja o si quieren salir de ella. Y también lo que están haciendo es abrir el juego a nivel regional, sobre todo con los países sunitas, para que puedan acoger a sus hermanos gazatíes que están sufriendo una verdadera crisis dentro de la franja”, comenta a El Comercio el internacionalista especializado en Medio Oriente Ilan Buzny.
En el pasado, los países árabes vecinos han rechazado esta clase de iniciativas calificándolas como intentos de limpieza étnica y denunciando que imposibilitaría la futura creación de un Estado palestino.

Para Buzny, quien también es presidente del centro de diplomacia pública Basilea, este tipo de críticas pasan por alto “que el 7 de octubre (del 2023), Hamas dejó materializado su deseo y su visión respecto al Estado palestino. Construir un estado palestino sobre el estado israelí asesinando a mansalva no parece ser la respuesta de la creación de dos estados. Pero si todo esto termina con una idea de un gobierno palestino, civil, que nada tenga que ver con Hamas, respaldado por Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, acaso Egipto y otras potencias sunitas, yo creo que eso reaviva a futuro una oportunidad de poder hablar de dos estados para dos pueblos”.
Desde los atentados del 7 de octubre, Jordania, Egipto, Arabia Saudita y la Liga Árabe se han pronunciado rechazando “categóricamente” la opción de recibir refugiados gazatíes argumentando que se trataría de una reingeniería poblacional.
Buzny considera que la recepción de más de 2 mil niños y adultos mayores enfermos por parte de dichos países durante la guerra mantendría viva esta opción, aunque cabe resaltar que dichos casos se trataron de evacuaciones puntuales coordinadas con organismos específicos, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) u organizaciones humanitarias.
- Ciudad humanitaria -
La otra propuesta, lanzada por el ministro Katz, contempla un plan para establecer una nueva “ciudad humanitaria”, como la denominó, en las ruinas de la urbe de Rafah, en el extremo sur de la franja, donde pretende concentrar a unos 600.000 gazatíes.
Qatar fue uno de los primeros actores regionales en rechazar firmemente esta opción y aclarar que no forma parte de la ronda de conversaciones que se está llevando a cabo en Doha.
“No estamos participando oficialmente en conversaciones sobre dicho plan. Hemos escuchado declaraciones similares de otros funcionarios israelíes en el pasado, y hemos declarado claramente nuestra oposición a cualquier reubicación forzosa de palestinos o a cualquier reubicación de palestinos fuera de su territorio”, aseguró en una comparecencia ante los medios el portavoz del Ministerio de Exteriores qatarí, Majed al Ansari.

Por lo tanto, en Qatar “nos oponemos firmemente a cualquier reubicación de ese tipo, a cualquier idea de deportación o traslado de personas fuera de sus tierras. Y pedimos a la comunidad internacional que nos apoye en esto”, aseveró.
Alon Pinkas, analista y ex alto diplomático israelí, calificó el plan anunciado por Katz como "inviable e impracticable, sin siquiera entrar en la depravación moral de obligar a un millón de personas desoladas a vivir en un campo de internamiento de facto“, informó The Guardian.
Además, el experto israelí aseguró que el ministro “tiende a hacer declaraciones exageradas, infundadas y desestabilizadoras“, aunque advirtió que no se podría descartar la intención del gobierno de realizarlo citando dos estudios que se habrían realizado para evaluar los costos de ”reubicar" a palestinos dentro de Gaza y sobre los que informó la semana pasada The Financial Times.
“A primera vista, noto un plan que va a ser riesgoso, que va a demandar evidentemente mucha coordinación de las fuerzas de seguridad de Israel con las organizaciones de ayuda humanitaria para que puedan proveer lo que los gazatíes necesitan. Incluso va a representar un desafío a nivel estratégico también. Porque chequear una por una a las personas que ingresan a esa zona humanitaria va a demandar mucho tiempo”, comenta Buzny.
“Ahora, si eso le garantiza a la población gazatí que no van a entrar infiltrados de Hamas, que no van a ser utilizados como escudos humanos, y que van a poder empezar a vivir en un lugar lejos de las atrocidades a las que Hamas los expone, parece ser en lo inmediato, en un corto plazo, algo transitorio que puede llegar a funcionar. Siempre y cuando sea transitorio y para el corto plazo”, agrega el analista.

Buzny asegura que la principal intención detrás de estos planes es la de dejar a Hamas sin influencia sobre la población civil palestina en Gaza. “Lo que está sucediendo y lo que vemos en estos últimos días es que terroristas de Hamas atacaron varios hogares con bombas que se están explotando a distancia y cuando el ejército israelí entra a revisar esas estructuras, son detonadas y por eso están muriendo muchos soldados. La creación de una zona humanitaria en el sur de la franja busca garantizar que los ciudadanos que están ahí no sean terroristas, quitarle el control de la población a Hamas y cuidarlos de Hamas”, señala.
Sin embargo, es inevitable temer que esta seguidilla de declaraciones pueda tener efectos devastadores sobre unas conversaciones naturalmente complicadas en Doha. El analista asegura que el efecto será mínimo y que “lo trascendido es que entre un 80% y 90% del acuerdo ya está cerrado para liberar a los secuestrados durante el cese al fuego temporal de 60 días. La gran discusión está en cómo ponerle fin a la guerra y el famoso día después en la franja”.
“Pero todo en el Medio Oriente cambia muy rápido y corremos con la desventaja de quedar desactualizados con el correr de las horas”, finaliza Buzny.










