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Al amanecer del 7 de octubre del 2023, Hamás disparó una lluvia de cohetes sobre el sur de Israel, en lo que era el inicio de la denominada “Operación Diluvio de Al-Aqsa”, que incluía una invasión terrestre sorpresiva a través de la frontera con Gaza. A 5 kilómetros, miles de jóvenes disfrutaban en ese momento del festival de música electrónica Nova, que se realizaba cerca del kibutz Re’im, en el desierto de Negev. Poco tiempo después, cientos de militantes armados, vestidos con uniformes militares y utilizando motocicletas, camionetas y parapentes con motor, rodearon el recinto y abrieron fuego de manera indiscriminada contra las personas que intentaban escapar. Los terroristas asesinaron a 378 personas y secuestraron a 44. Hoy el lugar es el epicentro del duelo y un memorial en homenaje a las víctimas al que acuden a diario miles de personas.
La fiesta, que iba del 6 al 7 de octubre, fue la más grande que había hecho la comunidad de Nova en toda su historia. Esta vez se realizó en un lugar rodeado de árboles, campos de cultivo y una autopista. No había nada más cerca.
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Cuando comenzó la masacre, en el sitio había 3.500 personas, principalmente jóvenes. Además de cientos que trabajaban para la organización en el bar, en la seguridad, como paramédicos, etc.

El Comercio estuvo en el memorial, que es de libre ingreso y donde se pueden ver fotografías de las víctimas, acompañadas de breves reseñas y banderas israelíes. Este consta de tres partes: el bar, los contenedores de basura y el lugar de la fiesta.
El bar donde fueron asesinadas 17 personas


El bar ha sido reconstruido para los visitantes. Ahora en sus paredes interiores y exteriores hay fotografías de quienes murieron en el lugar y de cómo quedó tras el ataque.
Fue el primer sitio al que llegaron las fuerzas militares de Israel y paramédicos tras la masacre en Nova.
No encontraron a ningún sobreviviente en el bar. En el suelo había 17 cadáveres de personas que buscaron esconderese entre las neveras y refrigeradoras pero que fueron encontradas y asesinadas por Hamás.

Dos de las víctimas eran Noam Efraim, un dj de 24 años que fue asesinado junto a su novia Noa Englander, de 24. “Murieron abrazados”, según la familia del joven.
Otra imagen que está en el bar es la de Jenny Nisimboim, de 32 años, instructora de gimnasio que había llegado al festival el 6 de octubre y pasó la noche allí con su primo, Ilan Moshe Yaakov, y su amiga, Mai Itzhaki, quienes también murieron en el ataque de Hamás.

Nisimboim llamó a su exesposo poco después de que los terroristas se infiltraran en el festival. Ella estaba cerca de su carro preparándose para abandonar el lugar, pero huyó y se escondió en el bar.
Poco después de las 9 de la mañana, ella escribió para decir que habían “bloqueado el bar con refrigeradores” en un intento de evitar que los terroristas que deambulaban por el sitio los encontraran. La última vez que se supo de Nisimboim fue alrededor de las 9:45 am.
Su cuerpo fue identificado cinco días despúes de la masacre.
Los contenedores de basura donde la gente se escondió


La segunda parte del memorial son los contenedores gigantes de basura, que miden unos 10 metros de largo por 3 de ancho, donde muchos jóvenes se escondieron durante el ataque. Había dos en el festival.
Estos también contienen las historias y fotos de quienes murieron y sobrevivieron escondidos.
Los terroristas atacaron los contenedores en dos oleadas. El primer grupo disparó desde afuera, pero no buscó en el interior. Las personas que estaban adentro pensaron que quizá ya se habían salvado. Pero en la segunda ola los militantes ingresaron en los contenedores y asesinaron a mansalva.
En el contenedor que visitamos Hamás mató a 9 personas. En sus paredes están las fotos de las víctimas. También hay imágenes de los mensajes y las transmisiones en video que hicieron a sus familias pidiendo ayuda.

Una de las historias que se cuenta en el contenedor es la de Amit Levy, de 22 años y quien fue a la fiesta con su hermana gemela Shani y con dos amigas. Cuando llegaron los terroristas, las cuatro se escondieron en el contenedor.
Durante el ataque, Amit y Shani conversaron con su papá por el grupo de WhatsApp familiar.
A las 8:28 de la mañana ellas escribieron para decirle que hay francotiradores.
A las 8:33 el papá les contestó: “Solamente avísenme que todo está bien”.
Ellas le respondieron: “Nos estamos cuidando”. No dijeron nada más durante casi 40 minutos.
A las 9:03 el papá les escribió “¿qué pasa?“.
A las 9:14 le contestaron: “Papá, estamos aquí en disparos, están disparando, pronto van a llegar a nosotros, habla con el ejército”.
A las 9:15 el papá les dijo: “Quédense al resguardo”.
A las 10:18 el papá les escribió “niñas”. Ellas no contestaron.
A las 11:28 el papá les volvió a escribir “niñas”.
A las 11:39 le contestaron: ”Papá, en un segundo nos matan".
Luego, un disparo mató a Amit Levy. Su hermana, Shani, vio que el terrorista seguía cerca buscando a quién asesinar, y tomó la decisión de esconderse debajo del cuerpo de su hermana, y así salvó su vida.
El sitio de la fiesta

El tercer lugar del memorial es la zona principal de la fiesta, donde están las fotos de todas las personas que fueron asesinadas o secuestradas ese 7 de octubre.

Una de las fotos es la de Elyakim Libman, de 23 años. Él estaba trabajando como guardia de seguridad de la fiesta. Según los testigos, cuando comenzaron a llegar los terroristas él decidió quedarse para ayudar. Socorría a personas heridas y las llevaba hasta una ambulancia que estaba en la parte de atrás. En un momento ya no regresó.
Inicialmente las autoridades concluyeron que había sido secuestrado y llevado a Gaza
Por siete meses se pensó que esa era su situación, hasta que la mamá de Elyakim escribió una carta donde decía: “¿Dónde estás? ¿Qué eres? ¿Estás completo y vivo o eres huesos y cenizas? ¿Extrañas, sobrevives o nos ves desde arriba? ¿Tienes miedo? ¿Te mandamos energías o rezamos por la elevación de tu alma? No sé si imaginar tu regreso o rezar para que al menos tengamos una prueba de que queda algo de ti para enterrar y que no estás ahí (refiriéndose a Gaza) congelándote de frío”.
Horas después de conocerse la carta, el Instituto de Medicina Forense de Israel le comunicó a la familia que Elyakim había sido asesinado el mismo 7 de octubre. Su cuerpo estaba tan afectado por la forma en la que lo mataron que lo habían enterrado junto a otra persona y no se habían dado cuenta de que se trataba de dos individuos.
En el memorial de Elyakim la familia escribió: “Después de 210 días de esperanza, oraciones y expectativa, recibimos la noticia de que fuiste asesinado y que fuiste enterrado con totras personas. Elyakim, no te escapaste para protegerte a ti mismo, sino que entregaste tu alma para ayudar a otros”.

Eynab Elkayam Levy, de 32 años, fue a la fiesta con su esposo Or Levy. Dejaron a su hijo con su abuelo. Estaban llegando a Nova cuando empezó el ataque de Hamás, por lo que decidieron ir a esconderse en uno de los refugios que estaban en la autopista.
En ese refugio Hamás arrojó un total de 8 granadas, siete fueron devueltas por un joven, mientras que la última explotó adentro y causó la muerte de Eynab y de otras personas.
Su marido sobrevivió, pero fue tomado como rehén por Hamás y llevado a Gaza. Lo liberaron el 8 de febrero del 2025, después de 491 días de cautiverio.
Nuestro guía Gabriel Chocron, cofundador de Conexión Israel y quien fue portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, asegura que quien lideró el ataque al refugio donde murió Eynab es un trabajador de la Agencia de Naciones Unidas para la Población Refugiada de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA). “Tenemos fotos de él liderando el ataque, sabemos su nombre. Además, aparece en los videos que los mismos terroristas grabaron y divulgaron”.

El memorial se ha convertido en uno de los sitios más visitados de Israel. A diario, miles de personas, incluyendo familiares, sobrevivientes, delegaciones escolares, visitantes internacionales y autoridades, llegan para rendir homenaje. Además, se organizan actos conmemorativos, ceremonias religiosas y también encuentros comunitarios en los que se comparten testimonios y se plantan árboles.









