En Venezuela, los Reyes Magos atravesaron este miércoles, 6 de diciembre, el principal cementerio público del país para llevar la alegría de sus colores y regalos a más de 80 niños de una comunidad olvidada en la que los recibieron con los pies descalzos y sonrisas eufóricas.
Ni siquiera las cruces, lápidas, coronas de flores y todo el mármol gris del Cementerio General del Sur apagaban los colores de las capas de los tres Reyes Magos que caminaron, junto a un grupo de voluntarios, parte de las 240 hectáreas del lugar para llegar a Barrio Nuevo, una comunidad del oeste de Caracas que se estableció dentro de los linderos de este camposanto.
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Bajo el sol de mediodía y cargando con su vestuario, coronas y bolsas de donativos, Melchor, Gaspar y Baltasar cruzaron tumbas y remontaron un empinado camino de tierra para poder llegar hasta los pequeños de esta barriada, que se agruparon en el espacio de una cancha que está siendo restaurada gracias al apoyo de líderes comunitarios de la zona.
EL AGREDECIMIENTO, EL REY
Aunque los voluntarios calificaron como “poco” lo que llevaban, la ropa usada en buen estado, las golosinas y los panes que compartieron con los vecinos fue tan importante para ellos que muchos lo agradecieron con lágrimas, tal como lo hizo Gloria Moreno, una residente de Barrio Nuevo que trabaja por su comunidad.
“Somos bendecidos, de verdad que sí”, dijo Moreno a Efe con la voz trémula por la emoción. Para ella, que ha vivido toda la vida en esta zona donde los caminos son de tierra y las casas de cartón, madera y láminas de zinc, cualquier apoyo es importante.
Los Reyes Magos dispusieron de dos mesas en las que distribuyeron ropa y dulces que fueron entregando a cada uno de los niños que corría hacía ellos cuando le correspondía su turno.
Antes, hicieron una pequeña caminata por las calles del sector para saludar a los adultos e invitar a los más pequeños a sumarse a la jornada.
Irvin Daniel Pacheco, uno de los Reyes Magos, celebró la emoción de la comunidad y el recibimiento que les dieron. Para él, tras dos años haciendo recorridos como uno de los míticos personajes, lo más importante es la ilusión y la ayuda que aportan a los niños.
“Poquito a poco hicimos algo para poder traerle una sonrisa a esos muchachos y que sea un día agradable el día de los Reyes”, dijo Pacheco a Efe, y aseguró que mientras tenga vida seguirá siendo uno de los magos para los niños venezolanos.
LOS OLVIDADOS
“Estoy aquí como desde los cuatro años, nací aquí, he vivido toda mi vida aquí con mi mamá, mis hermanos. Hemos vivido cosas muy malas y muy buenas y de verdad es un barrio que necesita como ayuda, amor. Somos como los olvidados”, es la descripción que Moreno hace de su comunidad.
La líder comunitaria aseguró que en la zona viven alrededor de 140 familias y unos 100 niños de cero a 12 años que tienen muchas necesidades y que no cuentan con apoyo de ninguna instancia gubernamental, pese a habitar en terreno que corresponde al camposanto caraqueño.
“No tenemos ayuda de nada, pero nosotros mismos trabajamos”, apuntó Moreno, quien sueña con que se construya allí una guardería, una casa cultural y un comedor para su comunidad.
El abandono en el que dicen encontrarse es la causa por la que en Barrio Nuevo valoran iniciativas como la visita de los Reyes Magos, impulsada por Angelo Rangel, uno de los líderes de la zona de El Cementerio, en Caracas.
Rangel explicó a Efe que procuran hacer un “trabajo mancomunado” con los vecinos y que por ello todas las donaciones entregadas fueron recolectadas entre habitantes de zonas cercanas a el cementerio que, pese a las dificultades que atraviesan también en sus hogares, ofrecen ayuda a otros.
“No es solo que la comunidad nos está ayudando, sino que es parte del trabajo que estamos haciendo, parte del trabajo es que no nos volvamos ciegos ante nuestra realidad que está allí”, indicó Rangel.
Y aunque admite que este tipo de visitas no marcan una diferencia importante ante las dificultades que enfrentan las familias venezolanas, Rangel y todos los voluntarios que hoy usaron la excusa del Día de Reyes para visitar a los niños necesitados, coinciden en que volverán para ayudar.
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