Defendiendo la moral. En la puerta de los templos de Roma, un gran cartel dice: “Las mujeres deben entrar en la casa de Dios con la cabeza cubierta y con los vestidos que les cubran todo el cuerpo. La deshonestidad en el vestir ha sido en todas partes y en todos los tiempos condenada, ofende la santidad de los templos, causa exclusión del sacrificio eucarístico, escandaliza a los fieles y provoca tremenda ira y castigo de Dios”. El aviso lleva la firma del cardenal Basilio Pompili, vicario general del Papa y ha sido recibido con mayoritario beneplácito ya que pone fin a excesos, sobre todo en verano. H.L.M.
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