Este término del lenguaje marinero, de origen portugués, designaba el bajo de piedra que forma capas o filos y que suele hallarse a la entrada de los puertos. Laja pasó al habla común con diversas extensiones de sentido en el Perú y casi toda la América hispana, donde significa ‘losa, piedra natural plana, generalmente pizarrosa y cortante’. Hoy las lajas son muy apreciadas para revestir fachadas, levantar paredes o cercas y pavimentar espacios abiertos.