El caso de una escolar de 16 años que aprovecha la luz del alumbrado público para realizar sus tareas, de noche, en plena calle y con el apoyo de sus familiares, ha conmovido a toda la ciudad de Chimbote, en la región Áncash.
Es así como Priscila Bravo, estudiante de cuarto de secundaria del colegio estatal San Pedro, trata de salir adelante y cumplir con sus obligaciones escolares, pese a las adversidades que ella y su familia afrontan en la actualidad.
Según un informe de TV Perú Noticias, la humilde casa de Priscila, ubicada en el pueblo joven Miraflores, no cuenta con energía eléctrica debido a una deuda.
Además, y por si fuera poco, esta resultó afectada por las intensas lluvias registradas en su ciudad durante el mes de marzo.
Priscila se vale de una mesa, un pequeño banco y sus útiles escolares, los cuales saca a la vereda de su casa para realizar sus tareas escolares.
Pese a los complicados momentos que le tocan vivir a su corta edad, en los que se incluye la muerte de su padre, la joven se esfuerza a diario para concretar a futuro su máximo anhelo: ser abogada.
La familia de Priscila espera que la empresa eléctrica le otorgue facilidades para cumplir con sus pagos pendientes y así puedan restituirle el fluido eléctrico.
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