Abby Ardiles

Narcotraficantes brasileños han encontrado en la frontera amazónica del Perú una gran oportunidad de negocio ilícito. En la actualidad, han generado una guerra por el control territorial de los cultivos de hoja de coca y la producción de pasta básica. Las principales bandas criminales han sido identificadas como el Comando Vermelho (CV) y el Primer Comando de la Capital (PCC), ambas cuentan con varias décadas de funcionamiento; sin embargo, según información policial recientemente han incursionado en el tráfico ilícito de drogas.

La Dirección Antidrogas (Dirandro) de la Policía Nacional del Perú ha señalado que el CV no cuenta con la típica estructura piramidal de las organizaciones criminales. Es decir, no tienen un solo líder, sino diversos para cada zona y tipo de delito en el que incursionen. Ellos también se dedican a la trata y tráfico de personas, extorsiones, secuestros, sicariato, entre otros.

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“Cobraron mayor fuerza (el CV) a raíz que incursionaron en el narcotráfico porque ciertamente les genera mayores ganancias”, declaró el general PNP José Ludeña, jefe de la Dirandro.

En el trapecio amazónico donde el Perú limita con Leticia, por el lado de Colombia y Tabatinga, por el lado de Brasil, el PCC tendría el mayor territorio controlado con la ayuda de sus facciones armadas. Mientras que el CV domina la zona fronteriza de Acre, Brasil, con Ucayali y parte de Madre de Dios.

Justamente en esas zonas es donde los cultivos de hoja de coca se han incrementado exponencialmente en el último año. Según el último informe de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), Loreto y Ucayali tuvieron un mayor incremento de hectáreas de cultivos de hoja de coca.

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Antes de que el narcotráfico se agudice en la triple frontera, existían otras organizaciones de menor nivel. Eran: Los Caqueteños del Clan del Norte y Los Crías de Brasil; sin embargo, se dieron cuenta que lo mejor que podrían hacer era alinearse a las bandas grandes como facciones. Según la PNP, Los Crías se aliaron con el PCC.

Según informes de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd), Brasil es uno de los principales países consumidores de cocaína a nivel mundial. Dicha demanda generó que estas bandas, que antes se dedicaban únicamente a la compra, apuesten por tomar el control de la zona.

“Desde el lado peruano del trapecio funcionan clanes, en algunos casos hasta familiares. Yo diría que no son más de 10 los más importantes. Ellos proveen droga a pedido de los brasileños, con mayor incidencia del PC”, declaró el general PNP, José Ludeña.

Dicha demanda y la constante negociación bajo coacción de los narcotraficantes, ha creado una nueva zona cocalera en la frontera amazónica. Una que no solo es afectada por dicho delito, sino también por la pesca ilegal, la tala ilegal, minería ilegal, trata de personas, entre otras economías ilegales.

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Vermelho, por su parte, se posiciona en Ucayali y en Madre de Dios con más hegemonía. Ahí ubica a los clanes con los que trabajará y realiza acuerdos de exclusividad. Muchas veces coaccionan a las personas de los grupos para sus operaciones. “Los cocaleros son el último eslabón en la cadena del narcotráfico. Ellos nunca van a salir de la pobreza”, dijo el PNP.

Fuentes de El Comercio alertaron que una secta religiosa vinculada a un partido político que años atrás tuvo fuerte presencia en el Congreso de la República, cuenta con más de 4.000 hectáreas de hoja de coca en Cuchillococha, cerca a la triple frontera. Esta serviría directamente para el narcotráfico y no para el uso tradicional.

Cabe resaltar que el mismo tipo de hoja de coca del Vraem se está sembrando en la frontera amazónica. Además, del trapecio y Ucayali, generalmente solo sale pasta básica de cocaína. A diferencia del Vraem, donde se produce coca, pasta básica, clorhidrato y también insumos reciclados.

El incremento de la coca

El último reporte anual de Cultivos de Monitoreo de Cultivos de Coca de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) evidenció que durante el 2022, se contabilizaron 95.008 hectáreas de superficie cultivada con arbusto de hoja de coca en producción en 13 departamentos del país.

Según departamentos, Ayacucho acumuló la principal cantidad de sembríos de arbusto de hoja de coca en producción, con un total de 18.469 hectáreas. Seguido por Cusco con 16.009 hectáreas, Ucayali (14.531 hectáreas), Loreto (13.844 hectáreas) y Puno (11.347 hectáreas).

Ucayali y Loreto tuvieron la mayor variación porcentual de crecimiento entre el año 2018 y 2022. El primero, con una variación del 11.966 hectáreas y el segundo con 8.772.

Cultivos por departamento, Devida. 

Elaboración EC/Devida.
Cultivos por departamento, Devida. Elaboración EC/Devida.

Los destinos

El año pasado, según estimaciones de la Dirandro, se habrían producido entre 800 a 850 toneladas de productos cocaínicos (pasta básica o clorhidrato). Tras sus acciones antidrogas, proyectan haber neutralizado al menos 250 toneladas e impedido que salgan del país. “Son unas 600 o 550 toneladas que sí lograron salir”, dijo el general PNP, José Ludeña.

Desde el puente aéreo para la coca que sale del VRAEM o de las pistas de Ucayali -cerca de la frontera con Brasil- se ejecutan vuelos hacia Bolivia, luego a Paraguay y desde ahí embarcan en algún puerto del atlántico.

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Un porcentaje de los derivados cocaínicos que no fue incautado, se trasladó hacia el norte (EE.UU. o México) y otro hacia el Atlántico, con destino a Europa. Los puertos del atlántico con mayor incidencia son los de Rotterdam en Países Bajos y el de Amberes en Bélgica.

Hay otro puente aéreo que sale de la triple frontera, desde Perú o Colombia. De nuestro lado existen entre 10 a 15 pistas clandestinas en el trapecio. No obstante, usualmente se moviliza con mayor continuidad a través de la vía terrestre o la fluvial.

Dirandro informó que de mayo a junio ha destruido 32 pistas de aterrizaje en zonas cocaleras. Asimismo, actualmente han iniciado labores de erradicación desde el Alto Putumayo, en Loreto, y continuarán hasta la triple frontera amazónica. Con eso proyectan erradicar de 4.000 a 5.000 hectáreas hasta fin de año.

En la localidad de Vista Alegre, en el distrito de Curimaná, en la provincia de Pedro Abad, se destruyeron con explosivos dos pistas de aterrizaje clandestinas de aproximadamente 3 kilómetros de extensión. (Foto: Ministerio del Interior)
En la localidad de Vista Alegre, en el distrito de Curimaná, en la provincia de Pedro Abad, se destruyeron con explosivos dos pistas de aterrizaje clandestinas de aproximadamente 3 kilómetros de extensión. (Foto: Ministerio del Interior)

No obstante, también alertó que aún no existen puestos de abastecimiento de combustible para los helicópteros que trasladan al personal y la logística para las operaciones. Los aeropuertos más cercanos a la frontera amazónica con Brasil en Ucayali, Madre de Dios y la frontera del Putumayo de Loreto con Colombia están a más de una hora de distancia. El problema es que los helicópteros solo tienen hora y media de vuelo. Pueden ir pero no volver, retrasando así las operaciones.

Panorama crítico

Mientras que en la capital y en más de 10 regiones del país la sanguinaria banda extranjera Tren de Aragua busca controlar el espacio criminal, en el norte del país Los Choneros de Ecuador intentan lo mismo. No muy lejos, en la frontera de Loreto con Colombia, remanentes de las FARC también refuerzan sus nexos con los productores de coca ilegal en la franja del Putumayo. Como se explicó líneas arriba, las bandas brasileñas en la frontera amazónica, batallan por el control de la zona. En tanto, en el VRAEM, el Militarizado Partido Comunista del Perú continúa ejerciendo terror.

Frank Casas, experto en políticas de control de drogas, explicó que solo en la triple frontera se produce un aproximado de 575 millones de soles por el narcotráfico. Asimismo, señaló que existe una nula capacidad del Estado para enfrentar el narcotráfico.

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“Tienes a una institución rectora como Devida que no está cumpliendo con su papel de ser la que establezca la estrategia de articulación de combate, sino que solo nos ha dicho que solo se va a dedicar al desarrollo alternativo como si más cacao y café va a evitar que hayan más organizaciones criminales”, declaró el especialista.

Para Casas, la presencia de las bandas brasileñas en nuestro territorio significa una amenaza crítica. “Yo considero que la situación nos ha superado. Ni fortaleciendo a la PNP u otras instituciones antidrogas se va a solucionar este asunto. Aquí ya requerimos de que la agenda de las economías ilegales implique la participación de las Fuerzas Armadas. Esto ya dejó de ser un asunto antidrogas, es uno de seguridad nacional”, concluyó.

El exministro del Interior, Rubén Vargas, informó que el Comando Vermelho también tiene presencia en Paraguay, Uruguay y Argentina. “Han ingresado al país para expandirse y pretender ejercer el control territorial. Lo están haciendo en una coyuntura donde atravesamos una crisis política con un gobierno absolutamente débil que no sabe cómo enfrentar este problema y con una policía completamente destrozada internamente”, subrayó.


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