Colán es contaminado por vertimientos de pesqueras

Todas las tardes, la dirección del viento cambia de sur a norte en Colán, una de las playas más paradisíacas de Piura. Esa condición atmosférica, sumada a la corriente natural del mar, hace que la contaminación causada por las fábricas pesqueras de la ciudad de Paita llegue hasta ese balneario.

Uno de los síntomas del problema es el mal olor que se percibe en la playa. De eso da fe Miguel Alarcón, presidente de la Asociación de Propietarios y Moradores de la Esmeralda de Colán, quien vive en la zona junto a otras 400 familias.

El Comercio estuvo en el lugar y comprobó que –al menos– 30 plantas de productos marinos arrojan sus desagües directamente a la playa, sin ningún tipo de tratamiento. Sus desechos salen por tuberías y caen como riachuelos.

Otras cuatro industrias, ubicadas en otro sector industrial de Paita, han intentado que sus vertimientos sean tratados en dos lagunas de oxidación. Sin embargo, estas ya han colapsado y se han abierto canales para que los residuos contaminados se evaporen. La consecuencia es un grave daño ambiental a un bosque seco cercano.

Otro grupo de empresas contrató a un obrero para que arroje a terrenos baldíos el agua de pota. Toda esta situación ocasiona  que, por las tardes, el aire de Colán sea irrespirable. 

Cabe precisar que Colán se ubica a solo 15 kilómetros al norte de Paita.
Según la fiscal de medio ambiente de Piura, Silvia Rumiche, su despacho poco puede hacer para sancionar a estas industrias de productos hidrobiológicos, porque esa es una labor que compete a la Autoridad Nacional del Agua (ANA), al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) y a la Municipalidad Provincial de Paita.