El jueves 1 de diciembre el juez supremo Javier Arévalo Vela, fue electo presidente del Poder Judicial (PJ) para el periodo 2023-2024 y en entrevista con El Comercio habla sobre cómo encuentra a la institución que dirigirá desde enero del próximo año. Además, hace una invocación a los otros poderes del Estado a respetar el orden constitucional ante la actual crisis política.
—¿Cuales serán las primeras acciones en su gestión?
Tenemos cuatro ejes básicos. Lucha contra la corrupción, la digitalización que vamos a continuar. Tenemos un tercer punto de lucha contra la violencia a la mujer y finalmente, la seguridad ciudadana, que es el punto más importante que el Perú reclama.
—Siempre hay planes que se ejecutan de manera progresiva, pero ¿qué es lo que va a marcar el inicio de su gestión?
Me preocupa mucho seguridad ciudadana y violencia contra la mujer, esos son dos temas que están en vigencia y que pareciera que están un poco descuidados, no por el Poder Judicial, sino, en general, por el Estado.
—¿De qué manera viabilizarán estos temas?
Lo que pasa es que el Estado es uno solo. Nosotros tenemos que coordinar, en el caso de violencia contra la mujer, con la Policía, la Fiscalía, el Ministerio de la Mujer. No podemos permitir que nuestras mujeres sean atacadas todos los días. Y los módulos de flagrancia son el puntal en casos de seguridad ciudadana y creemos que el Congreso también puede dar leyes.
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—En su exposición de plan de trabajo, usted anunció que iba presentar un proyecto para modificar la Ley de Carrera Judicial y Ley Orgánica del Poder Judicial ¿Lo vigente ya no es adecuado?
Primero, la Ley Orgánica es del año 1991, es pre-constitucional y la realidad era otra. El Poder Judicial hasta acá, ha cambiado mucho. Es cierto que la Ley ha tenido una serie de parches legislativos, pero eso no es suficiente. Sobre la Ley de Carrera Judicial creemos que es de bastantes años, y debemos actualizarla.
Las leyes no son perpetuas, eso se tiene que entender. El derecho obedece al momento y tiempo histórico y creo que han quedado desfasadas. De seguro en su momento fueron buenas, pero hoy están totalmente desfasadas.
—¿Dígame dos puntos específicos en las que estén desfasadas?
Por ejemplo, la composición del Poder Judicial. La Ley Orgánica hablaba de tres salas, hoy en día tenemos varias Salas Supremas. Tenemos que reformar las Salas Supremas para descargarlas, no es posible que las causas estén por miles en las salas. Una llamada de atención a un trabajador lo resuelve al final una Sala Suprema ¿Se imagina eso? Tenemos temas que si bien pueden ser importantes para el individuo, no tienen la trascendencia jurídica para que llegue a la Corte Suprema. Lo mismo el tema de las medidas disciplinarias que deben quedar claramente tipificadas en la Ley de Carrera Judicial para evitar situaciones en que el infractor acate la sanción o que la sanción se utilice indebidamente para atentar contra la independencia judicial en nombre de una supuesta sanción.
—Pero no se crearía una duplicidad con la labor de la Junta Nacional de Justicia, referido a los jueces…
No creo que haya una duplicidad, lo que hay es que es necesario una correcta tipificación para que la Junta pueda tener claras las normas. Estas normas son antiguas y las cosas han cambiado y eso hay que entenderlo.
—¿Cómo cree usted que se encuentra el Poder Judicial frente a la corrupción interna?
Negar que haya corrupción sería una cosa absurda, existen casos de corrupción, pero ¿sabe qué pasa? Eso no es lo general. No es que haya gran corrupción. Si usted entrevista a las personas que hablan de corrupción, se va a encontrar con varios grupos. El primer grupo, los famosos opinólogos, que opinan del Poder Judicial porque son académicos o ONGs que piensan que el Poder Judicial es corrupto porque ellos no han vivido esto. Y luego, el común de las personas que nunca han tenido un proceso, pero hablan. También las personas que ven su proceso en atraso; y el atraso sí existe. Luego están sí, las que han sufrido actos de corrupción. Vamos a ver que el problema del Poder Judicial no es la corrupción; sino el retraso.
—Pero hay corrupción...
El problema del Poder Judicial es el problema de la demora judicial y que esa demora judicial sí puede llevar a la corrupción. Ahora, ¿quién nos tiene que ayudar en eso? El Ejecutivo y el Legislativo. El Legislativo modificando la norma y el Ejecutivo proporcionando los recursos.
—Pero la corrupción no es solo por el retardo judicial, sino ¿cómo quedaría el caso Los Cuellos Blancos donde se traficaba el sentido de los fallos en varias áreas del PJ?
Si bien yo he dicho que la mayoría de casos de corrupción se debe a la demora judicial, no significa que todo eso sea por ello, hay casos que no lo son. En el caso Los Cuellos Blancos creo que tiene que ver con la materia ¿Qué se estaba viendo? Entonces, la principal causa es la demora, pero también hay otros casos, como Cuellos Blancos, que son casos grandes, donde juegan otros tipo de intereses, sobre todo económicos. Y todo ello responde a la formación ética de las personas. Las personas son las que deciden si cruzan las línea de lo delictivo o se mantiene dentro de lo que debe ser.
—Entonces ¿Cómo va a manejar usted este mal enquistado en el Poder Judicial?
Vamos a reforzar el papel de la OCMA hasta que sea transferida a la Autoridad de Control que designe la Junta (Nacional de Justicia). La OCMA debe ser ayudada y apoyada. Segundo, vamos a exigir resoluciones transparentes, y es que hay muchas resoluciones que son alambicadas y cuando usted esconde mucho en una resolución, a veces puede traer malos entendidos. También el portal de resoluciones. Los resultados judiciales no tienen por qué ser secretos, salvo los que tienen que ver con menores, por ejemplo.
—La publicidad de las sentencias ya muchos jueces lo hacen aunque no todos…
Son políticas de Estado que nosotros vamos a continuar. La señora (Elvia) Barrios ha hecho muchas propuestas que hay que complementarlas. Lo que no se puede hacer es llegar a la presidencia y cambiar lo que hizo el anterior. Nosotros vamos a continuar las políticas adecuadas que ya se implementaron y esperamos que los que vengan luego continúen con las políticas adecuadas que implementemos nosotros, porque el Poder Judicial no es propiedad del juez que llegue a la presidencia, sino de todos los peruanos.
—Usted mencionaba hace un momento sobre las voces que critican al Poder Judicial y lo escuché decir en su exposición de plan de trabajo respecto a ello que el juez no debe dejarse presionar porque muchas veces la mayoría no tiene la razón ¿Entonces debe hacer oídos sordos a las críticas cuando la población está interesada en la transparencia de un proceso?
No, el cómo se ha resuelto debe conocerse, claro que sí. Lo que no puede hacer un juez es renunciar a la independencia. Los jueces son responsables de sus decisiones; y por si acaso el presidente del Poder Judicial no es el jefe de los jueces, cada juez sentencia. Si usted me dice que la corriente piensa en un sentido, el juez tendrá que evaluar si esa corriente de opinión pública es realmente correcta, ya que no puede estar ajeno a ello. Pero lo que no puede hacer un juez es sentenciar en base a una corriente de opinión per se, porque si la corriente de opinión está bien, por qué la va a ignorar.
—¿Qué puede decir ante las personas que critican el que usted defienda la ética y la lucha contra la corrupción, cuando se encuentra procesado disciplinariamente ante la Junta Nacional de Justicia porque su hermano fue contratado en el Jurado Nacional de Elecciones, cuando usted ya era juez supremo?
Mire, la imputación de la Junta Nacional de Justicia no ha sido porque yo haya ayudado a mi hermano, ni haya recomendado a mi hermano. Me presentan como si mi hermano fuera un jovencito, y él era un hombre de 54 años que trabajaba. Además, hay un tema que no lo están tomando en cuenta, mi hermano tenía una relación laborar, él nunca fue contratista, ni consultor. Por tanto, no pueden decir que el caso de mi hermano fue por la Ley de Contrataciones.
—¿Entonces, indica que hay una diferencia en que sea contratado y empleado de la institución?
Se lo digo con mi experiencia de 26 años de magistrado laboral, de profesor de post grado en la Maestría del Derecho del Trabajo. Mi hermano era un empleado, tanto así que tuvo que ir al Poder Judicial a que le aclaren que era empleado y no contratista. Mi hermano tenía una relación laboral, la Ley de Contrataciones del Estado no le aplica.
—¿Cree que al final la Junta Nacional de Justicia, donde se pide su destitución, lo absolverá?
Yo considero que debo ser absuelto porque el caso de mi hermano es un caso laboral, mi hermano no ha sido contratista, ni consultor y el Poder Judicial así lo ha declarado.
—Cómo analiza usted la coyuntura política que vivimos. Si bien los jueces son independientes no viven en una burbuja...
Dentro de la independencia que debe tener un juez está el respeto absoluto al orden constitucional. Yo creo que todos los poderes debemos respetar el orden constitucional, pero además, quien interpreta la Constitución es el Tribunal Constitucional. Por tanto, lo que interprete el Tribunal Constitucional nos obliga, nos guste o no.
Yo soy un respetuoso del orden constitucional y de sus decisiones. El tribunal es el máximo intérprete de la Constitución y no está sujeto a lo que puede o no gustar. Si no respetamos al Tribunal Constitucional, no sé qué vamos a respetar.
—¿Es delicado para el país que dos poderes (Ejecutivo y Legislativo) estén en este enfrentamiento?
Los poderes del Estado deben coordinar no enfrentarse. Yo creo que podría haber discrepancias de las personas, pero acuérdese que por encima de esto está el Perú y todos los poderes del Estado tienen la obligación de coordinar dentro del respeto mutuo; y si quieren, entre las discrepancias, para sacar adelante nuestro país y todo esto dentro del marco de la Constitución que tenemos.
—¿Está en sus planes convocar a un Consejo de Estado al momento de asumir su gestión, si la coyuntura lo requiere?
Todo aquello que contribuya al entendimiento entre los peruanos, al entendimiento entre lo poderes y mejorar para que nuestro país siga adelante, tenga la seguridad que lo voy a hacer, porque somos un país no somos enemigos. Podemos discrepar ideológicamente, no sé, pero todo acto para seguir adelante debe ser apoyado y tratado de organizar.
—¿Tiene usted alguna denuncia fiscal?
Mire señorita, he visto que se ha difundido una noticia que indica que estoy en un proceso de hurto agravado, pero yo soy la víctima. Yo soy el agraviado al que le robaron una billetera y con mi tarjeta de crédito sacaron plata y yo los denuncié ante Policía, a la fiscalía y está en curso. Llegaron a capturar a los autores, pero les dieron comparecencia.
—Lo he escuchado en algunas charlas, entrevistas dentro del Poder Judicial donde se pronuncia de manera férrea en contra de la violencia de género hacia la mujer, sobre todo en el trabajo ¿cómo reflejará esta posición suya en su gestión?
Yo creo que a la mujer se le tiene que respetar y lamentablemente en nuestro país es un país con crímines y agresiones. Apoyaré a los juzgados tanto de violencia como de familia. También tendré un equipo adecuado porque algo tenemos que hacer, este tema es transversal, no puede haber ideología en este tema.
—Sin embargo, se hizo una denuncia en su contra sobre discriminación al colectivo LGTBQ por un voto suyo en el que aseveraba que si una persona se sentía atraída por otra del mismo sexo, obedecía a un problema “psicológico” y “social”
Esa fue una denuncia malintencionada que ya fue archivada. Yo respeto a todos y las personas que tienen esta opción son peruanos a las que tengo que respetar y proteger, tenga la seguridad que los colectivos que usted me manifiesta tienen todo mi respeto y consideración. Voy a ser presidente del Poder Judicial no para un grupo; sino de todos los peruanos.
—Pero ese voto existe...
Creo que ha habido una incomprensión, quizás el tema gramatical. Sin embargo, no se ha dicho nada de una segunda resolución donde expreso mi reconocimiento a quienes están en estos colectivos y que deben ser protegidos e, incluso, yo condeno la actitud de unos malos policías con ellos, pero eso no se ha publicitado. Querían atribuirme ese mote o sambenito de homofóbico y no lo soy. En la segunda resolución yo corrijo eso, que quizá fue un tema de error gramatical o redacción, pero nunca fue un tema de discriminación.
—Su número telefónico se encuentra en el registro de llamadas de algunos investigados por el Caso Los Cuellos Blancos del Puerto, en los años 2012, 2014, 2017 y 218...
Le voy a indicar lo primero, existe el informe del Ministerio de Justicia del exprocurador Amado Enco, de quien nadie puede dudar, donde está toda la lista de quiénes estuvieron en ese tema y no estoy yo. Segundo, a mí, nunca me han investigado por eso y nunca me han citado. Ahora ¿por qué puede estar en el registro? El registro podría ser por razones profesional.
Me menciona al doctor (Iván) Noguera, pero él fue miembro del Consejo Directivo de la Academia de la Magistratura y yo también era miembro del Consejo Directivo y es posible que habláramos cosas de ese tema. Seguro que todos los consejeros pudieran tenerme en el registro telefónico. ¿Pero, quién sabía los temas de estas personas? Y creo que hay algo que están olvidando, todo estos temas de Cuellos Blancos han sido casos penales o civiles importantes. A los Cuellos Blancos nunca les importó el tema laboral.
—También figuran el señor Sandro Paredes, el señor Oswaldo Espinoza…
Oswaldo Espinoza estuvo un tiempo como juez laboral y estuvo en el Pleno Laboral , acuérdese que yo soy juez laboral en toda mi carrera, seguro alguna vez hemos hablado del tema, porque no he sido su amigo. El señor Sandro Paredes es un fiscal, a quien conozco y sí es amigo de amigos míos, pero tampoco es que yo haya sido su amigo, posiblemente me haya llamado, pero no más. Entonces, quizá son llamadas de carácter de trabajo, pero no he tenido nada con ellos.