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Carlos Espá sí se la cree, una crónica de Fernando Vivas
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La primera sorpresa fue ver asomar su cabeza -entintada de azabache a sus 65 años- en las encuestas de intención de voto (la segunda sorpresa la dejo para más adelante). En el sondeo de Ipsos de noviembre, Carlos Espá Garcés-Alvear mantiene el mismo 2% que obtuvo en octubre. Es poco pero mucho para un outsider de la Lima que se va. Ahora bien, a diferencia de otros que no tienen nada que exhibir en su pasado, Carlos tiene una pequeña épica: condujo “Cuarto poder” durante el 2004 hasta que le dijo “no se lo permito” a Alejando Toledo, cuando este llamó airado a quejarse por un reportaje que pintaba a su partido como una fábrica de firmas falsas. Discrepancias editoriales sobre su manera de interrumpir el pataleo presidencial, lo llevaron a renunciar con la frente tiesa y en alto.
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La tiesura es una marca personal de Carlos, al punto que le provocó varios apodos desde joven. El más persistente es ‘Muerto Fresco’, que se popularizó en la PUCP cuatro décadas atrás. He ahí una oportunidad dorada para su márketing político; pues jugar con la idea de un muerto que cobra vida, es simple y eficaz; un buen ‘nicho’ para creativos publicitarios, tan provechoso como ‘Porky’ lo es para Rafael López Aliaga. Mientras otros tienen que hacer triples saltos mortales para impresionar, a Espá le basta dar un pequeño brinco y mover la cintura un par de centímetros para atrapar la atención; siguiendo el principio universal de ‘qué graciosa es la abuelita en bicicleta’. Hasta el logo del partido, una velita misionera que -según ha dicho en entrevistas- es un símbolo de esperanza; podría convertirse en utilería para velar a un muerto. La necrofilia no mata.
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“Ante la disyuntiva de presentar listas en todas las regiones y meter gente de dudosa reputación como hacen otros; el partido Sí Creo decidió presentar listas donde tiene presencia real”.
Carlos Espá, líder de Sí Creo
Pero he aquí que esta promesa de la viralidad, nos da una segunda sorpresa, que no pinta nada bien para su afán de llegar lejos. ¿Cuál es? Sí Creo ha presentado apenas 4 listas para el senado y apenas 9 para diputados, de 27 que hay que presentar para cada cámara (las 25 regiones más Lima Metropolitana y Residentes en el Extranjero). La ley permite que una plancha presidencial corra con listas incompletas y ni siquiera señala un mínimo. Por supuesto, las posibilidades de que el partido salte la valla, se reducen dramáticamente, pues tendrá un electorado mermado. Sin embargo, queda abierta la posibilidad de que el candidato atrape votos sin estar representado en varias regiones, y quede mejor parado que su lista. En teoría, un candidato puede llegar a presidente aunque su partido no salte la valla y pierda la inscripción. No hay nada en la ley que impida esa posibilidad. Los legisladores no la consideraron quizá porque la veían improbable.

Espá quiere abrazar lo improbable y ver en su incompletitud una oportunidad. Conversé con él. Le pregunte de frente por las listas que le faltan. “Son incompletas, sí, pero son suficientes para arrasar. En los lugares donde hemos presentado [Lima Provincias, La Libertad, Piura y Residentes en el Extranjero en senado; Arequipa, Huánuco, Ica, La Libertad, Lima Metropolitana, Piura, Tacna y Residentes en el Extranjero en diputados] y con la gente con la que vamos, tenemos que ganar”, me dijo. Ese es su análisis de tripas corazón, pero insisto en que explique por qué no colocó candidatos en todas las regiones. Se sincera: “Ante la disyuntiva de presentar listas en todas las regiones y meter gente de dudosa reputación como hacen otros; el partido Sí Creo decidió presentar listas donde tiene presencia real, con buenos candidatos que cumplen todos los requisitos y confiamos en que vamos a ganar”. O sea, faltó gente.
Sí Creo recién logró su inscripción formal en marzo del año pasado y no ha hecho suficiente trabajo de bases en algunas regiones. Un candidato del partido, que prefirió no dar su nombre, me contó que “la cuota de género ha sido el principal problema”. O sea, en algunos sitios tenían hombres para las listas pero tenían las mujeres necesarias para cumplir con la paridad y alternancia. Mi fuente me dice: “Sabemos que si Carlos gana puede tener una pequeña bancada pero esa será una razón para que las coaliciones que no se hicieron antes de inscribir tantos candidatos, ahora se hagan en el 2026, en la cancha”.
Al choque
La anterior es una versión conciliadora, pero Espá me soltó una versión confrontadora: “Mira, vamos a ir al choque con el Congreso. La gente quiere un gobierno que atienda sus problemas principales, no un Congreso como el que tenemos ahora. Yo voy a plantear mis reformas, y sino las aprueban, vamos con cuestiones de confianza, sin miedo”. Como ustedes intuirán, el candidato de Sí Creo quiere convertir la incompletitud en estrategia electoral, algo así como: ‘mis listas incompletas son mi manera de decir cuán mal me cae el Congreso’ y hacer empatía con la antipatía popular hacia los otorongos. En el caso del Parlamento Andino (PA), no se trata de una estrategia surgida del trance. “Nosotros, en nuestro plan de gobierno, plantearemos que el Perú se aparte de ese ente que solo ha servido para que alguna gente viaje por el mundo sin aportar una sola ley”, dice. De hecho, no presentan candidatos al PA.
Si la lista al PS puede ser una prescindencia calculada, lo demás es fruto de la atomización partidaria: demasiados partidos y listas han mareado a potenciales candidatos al Congreso que han dudado de si van con los viejos malos conocidos, con los outsiders por conocer o con ninguno. De ahí que un informe de El Comercio ha descubierto que 13 partidos no llevan sus listas completas. Pero mientras a la mayoría de esos 13 les faltó llenar entre 1 y 3 circunscripciones, el caso de Sí Creo es de lejos el más serio.
Con Sí Creo surge una interrogante técnica, que la he conversado con expertos en legislación electoral y con fuentes de los órganos electorales: ¿podría un partido llevar en algunas circunscripciones solo a designados? Sí, según el Art. 24 B de la Ley de Organizaciones Políticas 28094, se puede designar (es decir, sin que sean necesariamente afiliados y sin pasar por elecciones internas), “hasta un 20% de la totalidad de candidatos al Congreso”. O sea, no es obligatorio que haya un equivalente al 80% de titulares en cada región, el porcentaje se aplica al total de la lista. Por lo tanto, ¿Sí Creo podría llenar algunas regiones solo con designados? El experto en derecho electoral, José Naupari, me dijo que sí, pues mientras estemos dentro del plazo de inscripción de listas un partido puede jugar con su cuota de designados. Por lo demás, hay que considerar como uno de los principios que debe regir en los organismos electorales, el interpretar la ley en beneficio de la participación política de partidos y personas.
Sin embargo, hablé con una fuente de la ONPE, el organismo que recibe las listas y me respondió, a título personal, extraoficial y teórico: “Entiendo que sí se puede llenar circunscripciones solo con designados, pero las listas ya se presentaron. En todo caso, el JNE tendrá la última palabra”. Lo que me dio a entender esta fuente, es que si el partido no ha presentado en su momento listas a regiones mencionando los espacios para designados; ya no lo puede hacer. En todo caso, esta no será una disquisición para Sí Creo pues Espá, cuando le pregunté por esa posibilidad, me dijo: “No vamos a usar nuestra cuota de designados para llenar regiones donde no llevamos listas, las usaremos en los espacios que ya tenemos para ellos”.

Hay otra duda técnica cuya última palabra también la tendrá el JNE. ¿El cálculo del 20% de designados es igual para todos o depende de la cantidad de candidatos que cada partido presenta? O sea, si no se presentan listas completas, ¿disminuye el número real de designados? Siguiendo el principio de interpretar la ley a favor de los partidos, podría seguir computándose sobre el gran total. Pero hay otro principio que también debe ser ponderado: el derecho de los demás partidos a ser tratados por igual, sin que se beneficie a otros que no han cumplido las reglas como ellos. La ‘media lista’ de Sí Creo va a provocar dolores de cabeza en el JNE. Quizá fue como antídoto a ello que Carlos me dijo: “Estoy en contra de su legislación excesiva e intrusiva, que pone demasiados requisitos y trabas; pero he encontrado un cuerpo profesional excelente en la ONPE y el JNE”.
Carlos Espá ya tiene, además de muerto en vida, el desdén al Congreso como peculiaridad para explotar en un panorama de tal sobreabundancia de candidatos que estos abrazaran cualquier detalle que los distinga. Si se le compara con Carlos Álvarez, otro outsider posicionado en la derecha, vemos diferencias que ayudan a ponderar a ambos. Álvarez ha estado décadas imitando a políticos y ‘amenazando’ con postular. Su transición ha sido más larga que la de Espá. Por otro lado, mientras Álvarez se ha asociado a una plataforma ajena (País Para Todos, fundado por Vladimir Meza), Espá ha construido su propio partido con un ideario liberal que no se diferencia demasiado a lo que pensaba cuando era un ‘joven turco’ en los 80 y que a veces difunde con una suerte de candor vintage. Solo le falta chasquear los dedos como en “Los locos Addams”, la mítica parodia del terror vampírico.
Si de buscar más peculiaridades se trata, Carlos lanzó en TikTok un video contra China, su partido comunista y su economía, del todo disonante con el pragmatismo y el ‘amiquechú’ ideológico con los que el bloque de derecha encara las relaciones con nuestro principal socio comercial. Por cierto, Espá, luego de su paso por la TV, trabajó algunos años en el área de prensa de la embajada de EE.UU. en el Perú. En resumen, Sí Creo ya ha esbozado una estrategia para seguir en la brega a pesar de su falencia de listas. Y, cuando le haga falta, podrá recurrir al humor marketero para explicar porque corre con equipaje tan ligero. Por ejemplo, podría decir que más vale un muerto fresco que muchos vivos podridos.
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