Gerardo Sepúlveda
Gerardo Sepúlveda
Redacción EC

Lima

Por René Zubieta y Mauricio Chereque

El equipo especial del Ministerio Público para el Caso Lava Jato tomará este lunes la declaración del empresario chileno sobre los negocios que la empresa Westfield Capital, compañía del presidente Pedro Pablo Kuczynski (), realizó con la constructora brasileña Odebrecht cuando el hoy mandatario era funcionario del Estado en el gobierno de Alejandro Toledo.

Gerardo Sepúlveda tendrá, en ese sentido, que demostrar, por ejemplo, que entre Westfield Capital y el presidente Kuczynski existió una “muralla china” que permitiese separar esta empresa de la función pública, como lo alegó el propio mandatario ante el Congreso durante el proceso de vacancia en su contra.

—Tema clave—

Odebrecht informó en diciembre pasado a la Comisión Lava Jato —según señaló la titular del grupo, Rosa Bartra— que Westfield Capital realizó siete consultorías para dicha constructora brasileña entre noviembre de 2004 y diciembre de 2007 por US$782.207. Cuatro de los pagos se dieron entre el 2004 y 2006, cuando PPK fue funcionario del gobierno de Alejandro Toledo.

Asimismo, cinco de los pagos tienen que ver con la Concesionaria Trasvase Olmos y dos con la Concesionaria IIRSA Norte (tramos 2 y 3), ambas integradas por la empresa brasileña.

A raíz de todo ello, surgieron los cuestionamientos por un posible conflicto de intereses, aunque PPK manifestó que mientras fue funcionario público no conocía al detalle las actividades de Westfield, pues se apartó de la compañía dejando a cargo a Sepúlveda.

La “muralla china” es una práctica que busca, a toda costa, evitar que se produzcan conflictos de interés, como explicó a este Diario el ex procurador César Azabache. Según dijo, un ejemplo de la aplicación de la misma puede verse en Chile con el caso del presidente Sebastián Piñera.

“Se supone que los negocios a los que Piñera estuvo vinculados, en su primera gestión, fueron encargados a un tercero que no reveló ninguna señal que muestre que está operando con asuntos que interesaron a quien en ese momento ejercía la presidencia”, detalló Azabache.

El ex procurador manifestó que ello no es posible de identificar en el caso de PPK y Westfield Capital, ya que no se puede considerar “un protocolo de protección de intereses” cuando el empresario que accede a cargo público “simplemente” delega sus asuntos.

“Para evitar conflicto de intereses, la protección exige bastante más que solo pararse de la mesa y delegar”, remarcó.

Azabache dijo esperar, en tal sentido, que Gerardo Sepúlveda brinde una explicación sobre las previsiones que adoptó junto a Kuczynski para “romper las líneas de intereses” que mantuvieron en aquel entonces.

“Si la separación de negocios operó, entonces, no deberían haber ingresos percibidos por Kuczynski desde la fuente que, en teoría, se ha apartado de él”, sostuvo.

Distinta postura expresó el también ex procurador Christian Salas, quien afirmó que es “obvio” que existe un conflicto de interés en este caso y que es “bastante increíble” pensar que una persona no tuviese idea de lo que sucedía en empresa unipersonal de su propiedad.

“La fiscalía tiene que determinar objetivamente que esa relación comercial o contractual existió entre Sepúlveda y Kuczynski, y si esa relación tuvo algún nivel de vinculación posterior en relación al presidente y sus decisiones como funcionario a favor de la empresa Odebrecht”, expresó a El Comercio.

En esa misma línea, aseveró que es “muy difícil” que el empresario chileno pueda probar que existía la figura de una “muralla china”.
Sin embargo, precisó que el empresario chileno deberá determinar, para probarlo, que su ese vínculo laboral en Westfiefld “no implicaba conocimiento ni intervención de Pedro Pablo Kuczynski”.

—Contratos, movimientos bancarios y roles—

Al respecto, el penalista Carlos Caro consideró que Sepúlveda debería dar detalles sobre los contratos de Westfield Capital con Odebrecht y precisar si Kuczynski tuvo algún rol en esa negociación. También señalar quién exactamente pagó sus servicios y si por estos se pagaron impuestos en el Perú.

Asimismo, detallar cuáles fueron las utilidades tanto para la empresa, como para PPK, y decir si tuvo reuniones con el hoy mandatario y con funcionarios de la constructora brasileña en el período en el que se otorgaron tales servicios. Además, indicar las relaciones con el Estado peruano en el marco de esos contratos.

“Mientras PPK era funcionario, quién era el apoderado de la empresa, quién hacía el reparto de utilidades, qué bancos se usaron y debe indicar las cuentas de la empresa en el Perú y el extranjero”, consideró.

Vale recordar además que el dominical televisivo “Panorama” dio cuenta de que el Banco de Crédito del Perú (BCP) remitió a la fiscalía documentos sobre 140 movimientos de Kuczynski durante el tiempo en el que Westfield brindó las asesorías a Odebrecht.

En enero, de acuerdo a “La República”, la entidad bancaria también entregó a la Comisión Lava Jato información sobre operaciones financieras tanto de Westfield, como de First Capital.

—Más cuestionamientos—

Otra empresa a la que se ha vinculado a Kuczynski es First Capital. El documento enviado por Odebrecht a la Comisión Lava Jato señala que esta compañía constituida por Sepúlveda realizó asesorías para la constructora entre el 2005 y 2013 por US$4’043.941.

Cabe apuntar que a inicios de diciembre, PPK aseguró a RPP que no tuvo relación directa con Odebrecht, pero aceptó haber realizado asesorías financieras a H2Olmos, firma creada por la constructora brasileña para el proyecto de irrigación Olmos.

Fuentes de Palacio de Gobierno precisaron luego que estas asesorías se realizaron a través de First Capital, de Gerardo Sepúlveda, en el 2012.

Es decir, Sepúlveda podría aclarar también si Kuczynski recibió parte de los más de US$4 millones.

Finalmente, otro aspecto a aclarar tiene que ver con las dos visitas de Sepúlveda a la Presidencia del Consejo de Ministros, cuando PPK era el titular de la entidad. Según “Cuarto Poder”, los ingresos se produjeron en el 2005 y el primero duró tres horas.

De acuerdo a los reportes, el amigo y ex socio del hoy mandatario se reunió con María del Rocío Vega Gatti, quien era integrante del Gabinete de Asesores de la PCM. Sin embargo, Vega Gatti negó haberse reunido con Sepúlveda.

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