Desde que cumple prisión preventiva en el penal de Barbadillo, el expresidente Pedro Castillo no solo ha sido visitado por familiares, amigos y abogados. También ha recibido en su celda a funcionarios, entre ellos al menos seis congresistas.
El Comercio accedió, a través de una solicitud de acceso a la información, a un registro de personas que visitaron a Pedro Castillo en el ejercicio de una función pública. Esto en el período del 16 de diciembre del 2022-fecha en que fue internado en el penal- hasta el 25 de enero de este año.
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El documento detalla que en ese plazo, seis congresistas visitaron al expresidente, registrándose como tales. Esto en atención al reglamento del Código de Ejecución Penal, el cual establece desde el 2003 que los congresistas “en el ejercicio de sus funciones, podrán ingresar a los establecimientos penitenciarios, previa identificación, en cualquier día y hora de la semana”.
También se han reunido allí con Pedro Castillo funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), así como representantes de la Defensoría del Pueblo y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
De acuerdo con los registros a los que accedió a El Comercio, lo ha visitado registrándose como congresista en al menos cuatro ocasiones: el 18 de diciembre (17:04-17:40), el 27 de diciembre (13:33-14:06), el 5 de enero (11:18-12:03) y el 19 de enero (12:49-14:06).
La también exministra de la Mujer y exintegrante de la bancada de Perú Libre ha visitado a Pedro Castillo en Barbadillo en dos ocasiones: el 18 de diciembre (de 16:38 a 17:38) y el 30 de diciembre (de 12:23 a 15:51). En la primera visita, coincidió con sus colegas de bancada Pasión Dávila y Segundo Quiroz.
El 18 de diciembre entre las las 17:04 y las 17:40.
La expresidenta del Consejo de Ministros, investigada por el golpe de Estado al igual que Pedro Castillo, lo visitó el 28 de diciembre entre las 12:07 y las 15:11.
Lo visitó el 29 de diciembre entre las 12:07 y las 15:11. Coincidió con su colega de bancada Betssy Chávez.
Lo visitó el 30 de diciembre entre las 14:55 y las 17:08. Ese día también acudió su colega Katy Ugarte, del Bloque Magisterial, con quien integró la bancada de Perú Libre al inicio del actual periodo congresal.
El caso de Pasión Dávila
De los seis congresistas, todos del Bloque Magisterial y de Perú Democrático, el visitante más frecuente es Pasión Dávila, con al menos cuatro visitas desde el 16 de diciembre. Previamente, cuando Pedro Castillo estaba en la sede policial de la Dinoes con detención preliminar, también se había reunido con él.
Desde entonces, el legislador por Pasco se ha convertido en uno de los voceros y defensores más recurrentes del expresidente. En la línea de la defensa legal del exmandatario, ha negado que el golpe de Estado del 7 de diciembre tenga efectos legales y sostiene que su prisión preventiva -dictada en dos instancias de la Corte Suprema- sea legal. Así, aboga por su liberación y restitución como mandatario.
Lo llamativo es que el pasado 28 de diciembre, el pleno del Congreso suspendió de sus funciones a Pasión Dávila por 120 días. Esto a raíz de que agredió físicamente a su colega Juan Burgos durante la sesión del pleno del Congreso del 11 de diciembre del 2022.
Desde entonces, y a pesar de que la sanción continúa vigente, Pasión Dávila ha visitado al menos en dos ocasiones a Pedro Castillo registrándose como congresista. Es decir, amparándose en sus funciones a pesar de que está suspendido de ellas. Así fue el 5 y 19 de enero.
El Comercio llamó a Pasión Dávila para consultarle sobre estas visitas pese a estar sancionado. Sin embargo, el suspendido legislador se limitó a responder que no iba dar declaraciones a ningún medio de prensa.
“Eso es un escándalo”, opinó Alejandro Rospigliosi, abogado especialista en temas parlamentarios, en diálogo con El Comercio. “Acá la Fiscal de la Nación debe actuar de oficio, haciendo una investigación preliminar por el presunto delito de usurpación de funciones”.
“Está suspendido en sus facultades, en su investidura como congresista. Hoy, es un ciudadano como cualquiera, no puede entrar cuando le dé la gana al penal. La fiscal de la Nación debe investigar por qué el INPE está permitiendo que el señor ingrese cuando está suspendido de su investidura”, agregó.
#AHORA El momento de la agresión de Pasión Davila del @BloMagisterial a Juan Burgos. @Politica_ECpe pic.twitter.com/7RaOL2WDh5
— René Zubieta Pacco (@renezp) December 11, 2022
Wilfredo Pedraza, abogado y exjefe del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), coincidió en que “un congresista suspendido, a quien le suspenden la facultad de presentar leyes y la remuneración, no puede ejercer estas atribuciones. No corresponde que él ingrese en este contexto”.
En conversación con El Comercio, el exfuncionario refirió que Pasión Dávila sí podría reunirse con el expresidente como un visitante regular, pero “no debería hacerlo en su condición de congresista porque tiene suspendida su función”.
En tanto, el exoficial mayor del Congreso José Elice señaló a El Comercio que al estar suspendido, Pasión Dávila “no se puede presentar como congresista hasta que termine su suspensión”. “Si lo ha hecho, sí, de alguna manera está infringiendo por lo menos normas éticas de conducta”.
Sin embargo, añadió que dentro del reglamento del Congreso no hay sanción explícita vinculada a una situación como esta. “Esa es una línea gris donde las cosas no están claras. Mi opinión personal es que no deberían ejercer ningún acto como congresista mientras está suspendido. Si lo ha hecho, no existe una previsión exacta [...] eso dependerá de la reacción de los órganos parlamentarios”, comentó.
Recomiendan ajustar normas
Wilfredo Pedraza remarcó que, a través del reglamento de Código de Ejecución Penal se dio acceso a los congresistas a los centros penitenciarios con el propósito de que puedan ejercer sus funciones de representación y fiscalización, pero que con el tiempo esto “se ha tergiversado, en claro abuso de su función congresal”.
Por ello, cuestionó que estas visitas se hagan ahora “en abuso de su función, cualquier día y a cualquier hora, sin previo aviso, sin que exista razón congresal”. “Lo hacen con fines partidarios, con fines amicales e incluso realizando proselitismo [...] Debería regularse para precisar que esos funcionarios puedan ir, siempre que tengan una razón congresal que así lo amerite”.
Añadió que el reglamento del Código de Ejecución Penal es un decreto supremo, por lo que es el Ejecutivo quien puede modificarlo, pero que nada impide que también sea una iniciativa del Congreso. “En ninguna parte del mundo los congresistas van a la prisión a cualquier hora, en cualquier momento, a visitar personas. Eso pasa solo en el Perú”, dijo.
José Luis Pérez Guadalupe, también extitular del INPE, comentó a El Comercio que lo que se ve hoy “es exactamente lo mismo a lo que se vio con los congresistas de [Alberto] Fujimori”. El sociólogo remarcó que cuando se hizo esta norma, no se pensó en la posibilidad de que líderes políticos fuesen encarcelados mientras todavía tenían bancadas o representantes de sus partidos en el Congreso.
“El problema es que cambiar la norma afecta o afectaría a otras instancias. Si un congresista quiere supervisar la cárcel, tiene todo el derecho”, agregó. En ese sentido, dijo que no necesariamente se tiene que cambiar la norma, pero sí se puede exigir que los congresistas justifiquen su función.
“¿[Los congresistas fujimoristas] iban a inspeccionar penales? No, iban a hacer una visita, de amigos, de familiares. No hacían ninguna función”, recordó sobre lo ocurrido con las visitas a Alberto Fujimori.
Por su parte, José Elice indicó que bajo las reglas actuales nada impide que un congresista visite a interno en un penal, salvo que el Poder Judicial así lo disponga. “En general, no hay ninguna prohibición para que lo hagan y ellos ya sabrán a qué atenerse, a que les cuestionen sus visitas a Pedro Castillo”, dijo.
“No me corresponde evaluar si si hace un buen uso de la función congresal. Mi evaluación personal es que un congresista debería tener cuidado en todo lo que significa actos personales. Son funcionarios que representan a la Nación. Sí creo que deben informar oportunamente que están visitando a un expresidente procesado, sobre todo a sus electores”, expresó.
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