¿Cómo puedo reutilizar el café molido? Es una de las preguntas más buscadas en Google por los peruanos en 2023. Después de disfrutar de nuestro café, es común que la borra, como se llama a los restos del café molido, termine en la basura. Aunque la práctica más extendida es utilizarla como abono para plantas, ello no es tan recomendable porque la cafeína es tóxica para las plantas al inhibir su crecimiento, explica Claudia Coca, artista visual y cofundadora de Barra Botánica, un espacio donde confluyen la buena comida, el café y un vivero.
Además, sostiene Claudia, cuando se aplica sobre la tierra de las plantas, atrae el moho en cuestión días, lo cual también es contraproducente para estas. Por ello, recomienda desechar la borra, pero no en el lavadero porque contamina el agua residual que llega a las costas afectando la biodiversidad de los ríos y el mar.
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Sin embargo, existen alternativas más eficientes para usar estos residuos. Teresita Torres, fundadora de Kfest, una marca que comercializa café de la provincia de Chanchamayo (Junín), propone usar la borra como deodorizador natural.
“Después de usar el café, este sigue emanando todos sus aromas y, por eso, la borra sirve para neutralizar malos olores en el baño, el clóset e incluso si lo pones en tu nevera”, refiere Teresita, cuya empresa junto a un fabricante de plásticos ecoamigables ha creado una línea de productos que promueven la reutilización del café. Entre ellos, tienen un contenedor, similar a una talquera, donde puedes introducir la borra y luego colocarlo en tu calzado ya que si aplicas la borra directamente puede mancharlo.
Además, esta empresa elabora vasos medidores y posavasos. “Utilizamos café de descarte que tostamos y molemos para colorear plásticos amigables a través de máquinas inyectoras. De este modo, le aportamos valor agregado a un residuo”, explica Teresita.
Exfoliante natural
Kfest también usa la borra para hacer jabones donde cumple la función de exfoliante natural, así como velas aromáticas. Una propuesta similar tiene Latido de Productores, que comercializa café y que también ha desarrollado un jabón exfoliante con los residuos del café filtrado en alianza con la marca de cosmética natural Nativo.
“Nuestra propuesta es aprovechar los beneficios de los productos hasta su máxima expresión, por eso, usamos el café tras ser filtrado, y de este modo también generamos conciencia en nuestros consumidores sobre la importancia del reciclaje”, dice Rosana Tellería de Latido de Productores.
También se puede utilizar directamente para exfoliar brazos y piernas. Se mezcla con aceite de oliva o con crema corporal hasta formar una pasta que se aplica sobre brazos o piernas con masajes en movimientos circulares. Es mejor hacer esto en la ducha para enjuagar con comodidad y estar atento (a) a reacciones adversas en pieles muy sensibles.
Cura de pescados y carnes
Otra propuesta interesante de reutilización de los restos del café es lo que hace Cura, un emprendimiento que utiliza la borra para curar pescados y carnes nacionales. “Uso la borra del café de la variedad Geisha, procedente de Mazamari, en la región Junín, porque le brinda un sabor muy bueno y potente a la curación de pescados como salmón, trucha y paiche, y jamón”, refiere Patuska Knežević Santiváñez, fundadora de Cura.
Aunque las técnicas tradicionales de salazón de pescados se centran en el uso de la sal, Patuska quiso probar con café ya que encontró que hace buena combinación con los pescados grasos por su acidez y, dependiendo de la variedad, por su ligero sabor amaderado. “En mi casa consumimos café todos los días así que quise probar con la borra como una manera de evitar el desperdicio de este residuo”, explica.
“Lo más importante de mi propio proceso es que la borra sea del momento, no usar una borra muy caliente porque puede cocinar prematuramente el pescado, y cuidar la refrigeración de cada pescado”, explica Patuska, quien seguirá investigando cómo se comporta la borra de otras variedades de café con los pescados y carnes con los que trabaja.
El pintor Wilmer Pardo Rojas también aprovecha la borra de café en sus cuadros. Nacido en Villa Rica (Pasco) y de padres caficultores, Wilmer tuesta artesanalmente los granos de café para obtener diversos tonos y contrastes en sus creaciones. Aunque prefiere el café molido sin filtrar para sus dibujos, utiliza la borra en combinación con resinas para generar texturas en murales, añadiendo así un toque único a sus creaciones y demostrando que la creatividad puede ayudarnos a darle una segunda vida al principal residuo que generamos como consumidores de café.
Cura, artesanos de la fiambrería: 931 757 118
K-fest: 918 422 677
Latido de Productores: 953 699 956
Wilmer Pardo: 902 016 341
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