¿Su corazón late muy fuerte o rápido, de un momento a otro, sin razón aparente? ¿Le falta el aire cuando camina o realiza ejercicios? ¿se marea con frecuencia? Cuidado: estos pueden ser síntomas de fibrilación auricular (FA), la arritmia cardiaca más frecuente a nivel global y una de las principales causas de ACV. Se estima que más de 33 millones de personas en el mundo padecen esta condición, cuya prevalencia aumenta a partir de los 60 años, especialmente en pacientes con hipertensión, diabetes u obesidad.

La fibrilación auricular ocurre cuando las aurículas del corazón (encargadas de recibir la sangre antes de enviarla a los ventrículos) no se contraen de manera adecuada, generando un ritmo irregular y acelerado que puede durar minutos, horas o incluso días. Esta alteración favorece la formación de coágulos, lo que incrementa el riesgo de infarto cerebral o ACV. Aquí radica la importancia de contar con un diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno; ya que no siempre causa síntomas.

El Dr. Fredy Chipa, cardiólogo y electrofisiólogo de la Clínica Internacional, precisa que: “si bien la arritmia no causa la muerte por sí sola, sí puede desencadenar complicaciones graves como insuficiencia cardiaca o derrames cerebrales con secuelas de por vida. A partir de los 50 años o cuando uno presente sintomas, es fundamental realizarse un electrocardiograma (ECG) para identificar latidos irregulares. En ciertos casos, se complementa con monitoreo Holter, ecocardiograma o prueba de esfuerzo”.

El tratamiento para combatir este problema eléctrico del corazón depende del estado clínico de cada paciente. Inicialmente, se puede recurrir a medicamentos que restauren el ritmo cardíaco, reduzcan el riesgo de coágulos y alivien los síntomas. Sin embargo, en muchos casos es necesario realizar intervenciones especializadas que pueden mejorar significativamente la calidad de vida o incluso curar la afección. Entre estas opciones se encuentran dos técnicas de última generación.

Técnicas de última generación

1. Ablación cardiaca con navegador tridimensional (3D)

Este procedimiento de alta complejidad y mínima invasión se realiza mediante una punción en la ingle para acceder, a través de la vena femoral, a la aurícula izquierda del corazón, donde generalmente se originan las arritmias. Una vez identificado el foco eléctrico anormal, se cauteriza con radiofrecuencia (calor) para eliminarlo.

“La intervención dura entre 1,5- 2,5 horas, se realiza con anestesia general, no deja cicatrices visibles y el paciente puede ser dado de alta en pocas horas”, explica el Dr. Chipa. “Gracias al navegador 3D, visualizamos en detalle la anatomía cardiaca, lo que nos permite actuar con precisión y reducir riesgos gracias a nuestro enfoque altamente resolutivo”.

2. Crioablación: tecnología con frío

La crioablación es una alternativa igualmente efectiva, pero en lugar de calor se utiliza frío extremo para interrumpir las señales eléctricas anómalas. A través del catéter se introduce un pequeño balón hasta la aurícula izquierda y, una vez posicionado, se infla con gas refrigerante que congela el tejido responsable de la arritmia. Es un procedimiento más breve, que suele durar entre 1.5 y 2 horas, y es muy efectiva.

“Ambas técnicas —la ablación con radiofrecuencia y la crioablación— se realizan actualmente en el Perú con los mismos estándares que en centros especializados de Europa o Estados Unidos”, destaca el especialista. “Gracias a la tecnología médica de última generación con la que contamos y una intervención de manera oportuna, muchos pacientes pueden curarse completamente y dejar de tomar medicación. Incluso en casos avanzados, se logra una mejora sustancial en su calidad de vida”.

En la Clínica Internacional, se cuenta con tecnología de vanguardia, alta capacidad resolutiva para abordar casos complejos y un equipo multidisciplinario de cardiólogos que acompaña a cada paciente desde el diagnóstico hasta el seguimiento postoperatorio con un enfoque humano e integral.

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