Con el fin de homenajear a los más pequeños de la sociedad, en diversas regiones del país, este domingo 21 de agosto se celebra el Día del Niño que busca recordar y concientizar sobre el cuidado y la protección de todos los niños del Perú.
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¿Cuál es el motivo de celebrar el Día del Niño en Perú?
El principal objetivo del Día del Niño es recordar a todos los ciudadanos que los niños son la herencia más vulnerable que tenemos como sociedad, por lo tanto, es el colectivo que más sufre la crisis y los problemas del mundo.
Esta fecha es tan importante como nuestro Bicentenario, pues se trata de educar a millones de niños que tienen un futuro por vivir, es decir, estaremos educando a millones de futuros adultos que se desenvolverán de acuerdo a la estimulación que hayan obtenido durante su infancia, niñez y adolescencia.
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Aunque el resto del mundo lo celebra en junio o en noviembre, en Perú lo celebramos el tercer domingo de agosto, con la intención de que la sociedad reflexione acerca del respeto de los derechos de todos los niños, niñas y adolescentes.
En este día tan especial para el país, se organizan diversas actividades en las que los más pequeños del hogar son los protagonistas y pueden pasar un momento divertido con sus familias u otros niños, fomentando la unión y la esperanza de tener un país mejor.
¿Cómo surgió el Día del Niño?
La festividad surgió con motivo de conmemoración a las víctimas infantiles de la Primera Guerra Mundial, por lo que el primer registro de la celebración data al finalizar la Primera Guerra Mundial en 1919.
Cinco años más tarde, la activista social, Eglantyne Jebb, salió a protestar a las calles de Londres con el fin de concientizar a la población sobre la situación de los niños, especialmente de aquellos que eran abandonados, huérfanos o refugiados, para así poder protegerlos.
Fue en 1948 que la Organización de las Naciones Unidas decidió elaborar una segunda Declaración de los Derechos del Niño, que buscaba recordar a los seres humanos que los niños tienen derecho a lo mejor que se les pueda dar sin necesidad de esperar algo a cambio. De tal modo que en 1989 se firmó la Convención sobre los Derechos del Niño.