La fiesta de Año Nuevo será un momento para renovar energías y recibir el 2023 con el mayor optimismo posible. En ese sentido, una de las costumbres más antiguas y famosas es comer doce uvas cuando llega la medianoche. A continuación, te contamos todo lo que debes saber sobre su origen.
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Año Nuevo: ¿qué significa comer las 12 uvas a medianoche?
La tradición llegó a Latinoamérica desde España, donde se hizo famosa entre los últimos años del siglo XIX e inicios del XX. Lo que se desconoce es si esta cábala inició con la ingesta de tres o doce uvas a la media noche del Año Nuevo, pero sí se sabe que hasta estos días se celebra así en muchos países de habla hispana.
La tradición dicta que se ingiera esta fruta en busca de 12 meses de bendiciones y prosperidad. Según lo acostumbrado, se debe comer cada uva al sonar cada campanada de la medianoche. No se conoce específicamente si el número de uvas responde también a los meses del año por venir.
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El periodista estadounidense Jeff Koehler, en su libro “España”, asegura que hay dos teorías sobre los orígenes de esta vieja costumbre respecto a las uvas de Año Nuevo. Siendo la más antigua de estas propia de la década de 1880, ya que según los periódicos de la época manifiestan que la clase burguesa española empezó a imitar una costumbre francesa de consumir uvas y champagne durante la Nochevieja.
“Poco tiempo después, esta costumbre fue adoptada por ciertos madrileños que iban a la Puerta del Sol para oír las campanas de la medianoche y, muy probablemente con ironía o como burla, comer uvas al igual que la clase alta”, indica Koehler en un texto para el medio estadounidense NPR.
¿Cuál es la segunda teoría sobre comer 12 uvas a medianoche?
Mientras que la segunda teoría sobre las uvas aparece varias décadas después en el año 1909. Se relata que durante ese año los productores de Alicante tuvieron una cosecha sobrante de uvas blancas Aledo, la variedad típica de esta ciudad del sureste de España.
Estas uvas se remataron a un precio más que económico. Pronto la creatividad de los comerciantes las rebautizó como las uvas “de la buena suerte”, nombre con el que son conocidas hasta el presente.
La costumbre se hizo conocida por todo el mundo, especialmente por países hispanoparlantes, pero la temporada de uvas no llega igual en todos los lugares. Por ese motivo, cuando se da esta situación, se reemplazan las uvas por pasas.